Antonio Mu?oz Molina revela la violencia de la transici¨®n al relatar su mili en el Pa¨ªs Vasco
El escritor, describe en 'Ardor guerrero' la dureza de un cuartel de San Sebasti¨¢n
Una reportera le hizo ayer a Antonio Mu?oz Molina una pregunta crucial sobre su nuevo libro, Ardor guerrero (Alfaguara): "?No tuvo miedo al escribirlo a parecer pesado, que es lo que solemos pensar las mujeres de los hombres que nos cuentan su mil??". El desprevenido escritor se disculp¨®: "Yo casi nunca se la hab¨ªa contado a nadie". Y reaccion¨® diciendo que no ten¨ªa miedo "porque contando eso sab¨ªa que pod¨ªa contar otras muchas cosas". Por ejemplo, la violencia de la transici¨®n vista desde el Pa¨ªs Vasco por un joven recluta andaluz lleno de miedos.
Para Fernando Savater, que particip¨®, ayer en Madrid, en la presentaci¨®n de Ardor guerrero, la novela servir¨¢ sin duda para que aumente la lista de los objetores de conciencia. En este sentido, es m¨¢s tibio Mu?oz Molina, que dice sentir una mayor hostilidad en el recuerdo hacia la educaci¨®n religiosa que hacia el ej¨¦rcito, y a?ade que sus hijos tendr¨¢n que elegir sin su consejo si hacen la mili o no. "Si se encuentran honestamente con razones para objetar, que objeten", se?al¨®.Mientras Savater considera que, en la novela, el choque de un temperamento nada predispuesto a lo miilitar refleja "lo absurdo del servicio militar obligatorio", Mu?oz Molina s¨®lo tiene claro que "la democracia tiene que defenderse". "Y quiz¨¢ sea necesario un ej¨¦rcito, no estoy seguro si profesional o no", a?ade. El escritor piensa que "un ej¨¦rcito no es necesariamente condenable; y circunstancias ha habido en que la libertad ha tenido que defenderse por las armas, como en la lucha contra los nazis".
En opini¨®n de Savater, el estilo de Ardor guerrero tiene mucha fuerza y carrialidad: "Mu?oz Molina es uno de ¨¦sos es critores que m¨¢s que contar nos traslada al marco. El libro tiene, una espesura de ambiente, hay casi una sensaci¨®n de que no se puede respirar, de encierro, de grisura, de techo bajo. Est¨¢n muy bien cogidos los detalles".
Octubre de 1979
"Casi diariamente explotaban bombas y mor¨ªan asesinados oficiales del ej¨¦rcito, polic¨ªas y guardias civiles, 31 se ve¨ªa siempre un cad¨¢ver tirado en la acera en medio de un charco de sangre y mal tapado por una manta gris..." Hab¨ªa llegado octubre de 1979 y Mu?oz Molina estaba a punto de irse a la mili, "y no a cualquier parte, sino al Pais Vasco".
I?aki Gabilondo, que tambi¨¦n particip¨® en la presentaci¨®n de la novela, la compara con las mu?ecas rusas que esconden otras m¨¢s peque?as en su interior. "Un hombre preso en la mili, un cuartel preso en San Sebasti¨¢n, una ciudad presa en muchas otras cosas..."
Los miedos del recluta Antonio Mu?oz Molina iban desde 1a represalia vil de un sargento chusquero indignado con la torpeza del novato" hasta lo que ocurr¨ªa fuera del cuartel: asesinatos de ETA, acciones del Batall¨®n Vasco Espa?ol o conspiraciones en los cuarteles. Poco tiempo despu¨¦s de que el escritor terminase: la mili ocurri¨® la intentona golpista del 23-F. "Quer¨ªa contar esa incertidumbre", dice Mu?oz Molina refiri¨¦ndose no s¨®lo a la situaci¨®n pol¨ªtica sino tambi¨¦n a la social, en un pa¨ªs, nada lejano que en 1980 no ten¨ªa ni ley de divorcio. "Esa arqueolog¨ªa de lo que acaba de ocurrir me resulta muy ¨²til como escritor y como ciudadano", explica. "Y sirve para crear un espacio narrativo apasionante, -el de in ventar las cosas como fueron".
El autor pretende que el mundo cerrado del cuartel d¨¦ para una lectura amplificada. "?Por qu¨¦ es.tan f¨¢cil que obedezcamos?", pregunta. "No creo que aquellas relaciones sean menos crueles que las de la obediencia a la jerarqu¨ªa en el capitalismo del pillaje, que una persona a punto de ser despedida a los 50 a?os".
La mezquindad y la crueldad quedan. al descubierto en Ardor guerrero a trav¨¦s del sometimiento jer¨¢rquico y de una de sus consecuencias en el plano inferior: las novatadas. El escritor recuerda el caso de un chico gordo, que padec¨ªa del coraz¨®n al que mataron sus compa?eros de mili a bromas. La cuesti¨®n sobre por qu¨¦ una persona que lleva dos meses en una situaci¨®n de jerarqu¨ªa se dedica a aplastar al que acaba de llegar es uno de los elementos principales de la estructura de Ardor guerrero.
Mu?oz Molina ha cambiado casi todos los nombres de los que fueron sus superiores y compa?eros, y ha escrito con la pretensi¨®n de que el ej¨¦rcito le sirviera como met¨¢fora luminosa de lo que ocurre en la vida civil, en la vida, cotidiana y en mi propia vida".
l?aki Gabilondo opina que "hay demasiada mugre en el alma colectiva" y que libros como Ardor guerrero se atreven a contar en voz alta el cainismo y la crueldad. Gabilondo entrevist¨® a Mu?oz Molina en la tarde ayer, durante la presentaci¨®n de la novela, en un acto p¨²blico al que asistieron m¨¢s de 700 personas. Entre ellas Mar¨ªa Asquerino, Jos¨¦ Mar¨ªa Guelbenzu, Manuel Guti¨¦rrez Arag¨®n, Javier Mar¨ªas, Mario Muclinik, Manuel Vicent, Claudio S¨¢nchez Albornoz y la ministra de Cultura Carmen Alborch.
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