Cinco trenes con gas letal deb¨ªan pasar a la misma hora por la estaci¨®n del centro pol¨ªtico de Tokio
Los cinco convoyes con el gas letal sarin -que produjo el lunes ocho muertos y casi 5.000 intoxicados, 75 muy graves, en el metro de Tokio- ten¨ªan previsto su paso a la misma hora por la estaci¨®n de Kasumigase ki, una de las m¨¢s concurridas y la m¨¢s representativa, porque los ministerios, la residencia del primer ministro y la Dieta (Parlamento) se encuentran en sus alrededores, seg¨²n la cadena de televisi¨®n Asahi, que emite News Station, el programa de noticias nocturno mas popular de Jap¨®n. De no haberse tenido m¨¢s de lo previsto media docena de paradas antes, cuando los pasajeros empezaron a sentir los efectos del gas venenoso, los cinco trenes cargados de muerte habr¨ªan coincidido a las 8.15 en kasumigaseki.
La polic¨ªa no ha querido entrar en las revelaciones de News Station. Se ha limitado a manifestar que la coincidencia temporal y la dispersi¨®n de los ataques, as¨ª como los lugares emblem¨¢ticos en que se llevaron a cabo, en pleno centro de la capital nipona, denotan un plan muy bien preparado. Las mismas fuentes descartaron, en principio, que el ataque sea obra de extremistas pol¨ªticos, ya que hasta el momento nunca hab¨ªan utilizado semejantes m¨¦todos.Anoche, unos 3.000 polic¨ªas irrumpieron en los locales de la secta religiosa Aum Shinri Kyo (Verdad Suprema) que podr¨ªa estar relacionada con el atentado. Aunque un portavoz de la secta rechaz¨® por la ma?ana cualquier vinculaci¨®n con el intento de intoxicaci¨®n masiva, la polic¨ªa encontr¨® restos del mort¨ªfero gas cerca de un edificio utilizado por la secta en la localidad de Kamiku-lsshiki, al oeste de Tokio. La secta, fundada en 1986, agrupa a 10.000 miembros.
?sta era la ¨²nica pista que, aparentemente, ten¨ªan las autoridades al d¨ªa siguiente de un ataque que nadie ha reivindicado. Alg¨²n medio de comunicaci¨®n ha recogido la posibilidad de que uno de los presuntos autores del atentado estuviera hospitalizado, al no poder escapar a tiempo tras dejar el gas venenoso en uno de los vagones del metro. Pero la, polic¨ªa no ha negado ni confirmado este particular.
Uno de esos sospechosos de haber colocado el gas t¨®xico fue visto cuando abandonaba a toda prisa la estaci¨®n de Ebisu, oculto tras unas gafas oscuras, mientras que otro posible implicado dej¨® un paquete en la estaci¨®n de Kodenmacho antes de desaparecer en la aglomeraci¨®n de la hora punta. Ambas estaciones est¨¢n separadas por unas seis paradas de las de Tsukiji y Kasumigaseki, m¨¢s c¨¦ntricas, en las que los pasajeros sintieron los primeros s¨ªntomas y donde se diagnosticaron los enfermos m¨¢s graves.
De uno de los posibles sospechosos, aparte de tener unos treinta a?os y medir 1,65 metros, es decir, datos que corresponden a millones de japoneses, nada m¨¢s se sabe. Estos testimonios son tan vagos que la polic¨ªa n o ha confirmado su relaci¨®n directa con los recaderos mortales que abandonaron la media docena de envoltorios y bolsas que destilaron el sar¨ªn en otras tantas estaciones.
Las pesquisas m¨¢s detalladas corresponden a las cadenas de televisi¨®n, que incluso requieren la presencia en sus estudios de novelistas del g¨¦nero negro para explicar las misteriosas circunstancias del caso, los rasgos psicol¨®gicos de los autores y el porcentaje de repetici¨®n en los pr¨®ximos d¨ªas.
Tras realizar los an¨¢lisis qu¨ªmicos pertinentes durante la jornada de ayer, los investigadores se?alaron que la composici¨®n utilizada para desatar la reacci¨®n qu¨ªmica revela la mano de un experto en manipulaci¨®n de gases venenosos debido a la complejidad de los materiales utilizados y a la peligrosidad en el traslado de los mismos.
Los autores eligieron probablemente el metro por estar relativamente cerrado, lo que hace la dispersi¨®n del gas mucho m¨¢s lenta y, por tanto, m¨¢s letal. Masanori Fukuda, un experto en gases venenosos, rechaz¨® la idea de que las mezclas qu¨ªmicas se realizaran instantes antes de los atentados. Seg¨²n Fukuda, los componentes del sar¨ªn necesitan ciertas condiciones de calentamiento artificial, ya que en temperatura ambiente se necesita medio d¨ªa para sintetizar el sar¨ªn.
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