La jubilaci¨®n de los mu?ecos
Deliciosa Royala pone fin a su etapa teatral con una exposici¨®n de sus criaturas
No tienen 65 a?os, sino 12 o 13. Pero les ha llegado la edad del retiro-. Al casi centenar de mu?ecos expuestos por el grupo teatral Deliciosa Royala no parece importarles mucho su nueva condici¨®n laboral.- Ya est¨¢n acostumbrados. Porque durante los tres ¨²ltimos a?os han saboreado la angustia de la inactividad y el polvo de las estanter¨ªas en el taller madrile?o de la compa?¨ªa. All¨ª han olvidado el contacto con el p¨²blico, las risas, y la algarab¨ªa. Las obras para las que fueron creados ya no se representan y la compa?¨ªa que les dio vida se dedica ahora a proyectos televisivos. Para evitar su deterioro, pensaron los miembros de Deliciosa Royala que lo mejor era organizar una despedida en condiciones, juntarlos a todos y dejarles mirarse, sonre¨ªrse y tocarse por ¨²ltima vez. As¨ª surgi¨® est¨¢ inuestra,. que han titulado Un modo de ser.Las caras absurdas, divertidas o tristes de estos t¨ªteres, m¨¢scaras y marionetas son como un reflejo de las que muestran los jubilados de carne y hueso que se pasean por la sala a primeras horas de la ma?ana. "Aqu¨ª hay toda una vida, toda una vida, s¨ª se?or" dice uno de ellos ante un esqueleto llamado La Muerte. Junto a ¨¦ste aparecen los personajes de Los trabajos de H¨¦rcules, La m¨¦dium, Rompemu?ecos, El mejor tesoro, ?Bailas? Yo, Pierre Rivi¨¦re..., Calib¨¢n y muchos de, sus compa?eros de la obra ?Ad¨®nde?. Todos son actores de las nueve piezas teatrales montadas por Deliciosa Royala en sus l5 a?os de existencia.Estos seres de cart¨®n, tela, madera, l¨¢tex o, simplemente, desechos arrancan sonrisas tiernas de los visitantes. All¨ª est¨¢ el m¨¢s encantador de todos, Toby (de La m¨¦dium); los m¨¢s. divertidos, los cantantes Stevie, Romy y Schne¨ªder (de ?Bailas?); el tr¨ªo tr¨¢gico de abogados y testigos (de Yo, Pierre Riviere...); Felix en casa leyendo el peri¨®dico acompa?ado de Claudia,. y F¨¦lix, el guarro, mirando la concha abierta con un enorme pene en su interior (de Ad¨®nde?).Los que m¨¢s expectaci¨®n crean. son los de Calib¨¢n: m¨¢scaras enormes de goma en tonos terrosos y cuerpos como ca?as de bamb¨² que dieron vida en su momento a personajes sacados de la obra La tempestad, de Shakespeare. Es dif¨ªcil Imaginar lo que fueron en activo Sycorax, el, viento, o Pr¨®spero el cient¨ªfico milan¨¦s. ?Como se manejan? ?Se puede ver la obra?", preguntan algunos chavales en voz alta. Pero no hay, v¨ªdeos. S¨®lo recortes de peri¨®dicos y fotos en las paredes.Las im¨¢genes precisas de cada espect¨¢culo y las an¨¦cdotas son propiedad de cada uno de los miembros de esta compa?¨ªa, que durante a?os movi¨® los hilos de sus cuerpos inm¨®viles..
Un modo de ser. Centro Galileo. Fernando el Cat¨®lico, 35. Hasta el d¨ªa 7. De 10.00 a 14.00, de 16.00 a 20.30.,
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