Los perjudicados son los hijos
Hay noticias que a¨²n producen estupor y una de ellas ha sido la que recientemente han difundido los medios de comunicaci¨®n relativa al llamamiento que ha hecho una asociaci¨®n de padres de familia separados para dejar de pagar las pensiones a las mujeres, ya que, seg¨²n dicha asociaci¨®n, ocultan sus relaciones con otros hombres con el fin de- seguir cobrando las pensiones de su primer marido. En esta noticia se contienen varios errores de bulto que creo tiene inter¨¦s intentar aclarar.El primer error de: esta asociaci¨®n consiste en olvidar que nuestro C¨®digo Civil no es discriminatorio y que por tanto la obligaci¨®n alimenticia entre c¨®nyuges es indiscriminada y que la pensi¨®n compensatoria o por desequilibrio puede establecerse tanto a favor de la mujer como del hombre.El segundo error es hacer creer que en todas. las separaciones o divorcios los varones est¨¢n obligados a pagar pensiones a sus esposas o ex esposas. De manera generalizada s¨®lo puede decirse lo anterior respecto a las pensiones para los hijos dependientes econ¨®micamente, pero no respecto a las pensiones entre c¨®nyuges. Porque, veamos. Pensiones alimenticias entre c¨®nyuges se acuerdan o se fijan judicialmente en muy pocas ocasiones: su duraci¨®n es limitada en el tiempo porque desaparece con el divorcio, y ¨¦ste puede pedirse por cualquiera de los c¨®nyuges por el simple transcurso de un periodo de tiempo: uno o dos a?os de la separaci¨®n. En cuanto a las pensiones compensatorias, se pactan o se fijan por los jueces s¨®lo en determinadas ocasiones y, si bien son vitalicias, nuestra norma prev¨¦ causas de extinci¨®n de la pensi¨®n de manera bastante amplia, con independencia de que actualmente nuestros juzgados y audiencias, cada vez m¨¢s, est¨¢n fijando pensiones compensatorias temporales, por dos, tres a?os, etc¨¦tera.
El tercer error es hacer creer a la opini¨®n p¨²blica que en las crisis matrimoniales se producen con car¨¢cter general abusos econ¨®micos por parte de las mujeres Creo que de manera seria debemos ir abandonando viejos y caducos tab¨²es y comprender que no por hacer m¨¢s ruido se tiene m¨¢s raz¨®n. Y que no se puede generalizar en base a alguna o algunas conductas constitutivas d e abuso.
Es un hecho no controvertido que en un amplio porcentaje de casos son los padres y esposos quienes no pagan las pensiones establecidas a favor de los hijos o esposas. Esta es una realidad que puede obedecer a m¨²ltiples causas y que, lo mismo que en nuestro pa¨ªs, ha ocurrido en otros del entorno europeo, por cuya raz¨®n intentaron poner remedio al problema estableciendo figuras jur¨ªdicas penales sancionadoras de las conductas m¨¢s graves que al menos disuadieran a los incumplidores; y varios Estados establecieron fondos de pensiones para aquellas familias abandonadas econ¨®micamente por cualquiera de los progenitores en los casos de crisis matrimonial.
Desde el 80% hasta el 50% de porcentaje de impago de pensiones a favor de esposa y / o de hijos / as, seg¨²n las fuentes, registrado en Espa?a son cifras muy elevadas, no tanto por la cuant¨ªa de las pensiones impagadas como por el, n¨²mero de familias afectadas que quedan a cargo de mujeres solas para afrontar el cuidado y educaci¨®n de los hijos; ante el impago sistem¨¢tico de la pensi¨®n por parte del padre y esposo, quedan al borde de la miseria, y es la situaci¨®n que se ha dado en llamar feminizaci¨®n de lapobreza. Y estas familias que quedan a cargo de mujeres solas llegan a esa situaci¨®n no por falta de var¨®n obligado a compartir esas cargas (y tambi¨¦n esas satisfacciones), sino por la voluntad decidida de aqu¨¦l de no contribuir nunca m¨¢s.
Esta situaci¨®n de desigualdad de hecho que se produce entre c¨®nyuges tras la ruptura matrimonial se prolonga en el tiempo, sobre todo en el caso de matrimonios de mediana edad, en los que el papel de la mujer durante los a?os de convivencia ha consistido en el cuidado de la familia. Y se prolonga en el tiempo porque, cuando llega la separaci¨®n y el esposo se va, se lleva con ¨¦l, entre otras cosas, todas las cotizaciones que durante el matrimonio ha hecho a la Seguridad Sicial, que han sido pagadas con dinero de la sociedald de gananciales, pero que le aseguran con una pensi¨®n a ¨¦l y s¨®lo a ¨¦l frente a los riesgos de enfermedad y de vejez.
Por tanto, cuando se hace un llamamiento a los padres y esposos para dejar de pagar las pensiones durante una a?o, no s¨®lo se est¨¢ llamando a incurrir en una conducta delictiva, sino que los grandes perjudicados por esa conducta no van a ser otros que los hijos de los seguidores de tal proclama.
Si en algo estamos de acuerdo todas las personas es en que los menores no tiene culpa alguna de los problemas de sus progenitores y que las diferencias deben ventilarlas, ya que no civilizadamente, s¨ª en otras coordenadas diferentes a las de las pensiones. De otra manera pensaremos que quienes hacen tales llamamientos est¨¢n poniendo de pantalla a las mujeres para ocultar el problema de fondo, que no es otro que, tras su fracaso matrimonial, vuelven la cara al pasado dejando en ¨¦l a los hijos que un d¨ªa decidieron tener.
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