Cuba conf¨ªa en la suerte de 'Fresa y chocolate'
El inter¨¦s de los cubanos por la pel¨ªcula de Guti¨¦rrez Alea revive ante un posible premio
Los cubanos esperan que Fresa y chocolate gane el Oscar ayudados por la pol¨¦mica de que ha logrado burlar la censura del r¨¦gimen, dicen en Estados Unidos algunos defensores de Fresa y chocolate para enfrentar los argumentos . de los dinosaurios de Miami. "Un maravilloso canto a la comprensi¨®n por encima de la pol¨ªtica". opinan otros m¨¢s conciliadores tanto en Cuba como en EE UU.Alfredo Guevara, presidente del Instituto Cubano de Arte e Industria Cinematogr¨¢fica (ICAIC), cree que lo importante del filme de Guti¨¦rrez Alea, Tit¨®n, es su arte, su humanismo y universalidad. "S¨®lo una obra de arte puede abordar, revelar y desentra?ar los complejos y acaso rec¨®nditos resortes que hacen de una sociedad otra m¨¢s madura y mejor, m¨¢s profunda, sofisticada y abierta. S¨®lo un gran artista puede permitirse esgrimir el bistur¨ª para sembrar una flor".
Pol¨ªtica de represi¨®n
El bistur¨ª de Alea es, en efecto, una gubia genial, pero que ha herido la sensibilidad de algunos en Cuba que defendieron la pol¨ªtica de represi¨®n contra los homosexuales en una ¨¦poca no tan lejana. Quiz¨¢ por eso la candidatura de Fresa y chocolate para el Oscar ha sido recibida con alegr¨ªa por la mayor¨ªa de los cubanos, pero con escepticismo por los m¨¢s ortodoxos. Sin embargo, en lo que casi todos parecen coincidir es en que, por un motivo o por otro, Fresa y chocolate, codirigida por el director Juan Carlos Tab¨ªo, tiene bastantes posibilidades de llevarse el Oscar.
La primera es su nivel art¨ªstico y el ¨¦xito internacional que ha alcanzado. Fresa y chocolate no s¨®lo es la pel¨ªcula cubana que m¨¢s ha vendido en Espa?a y Europa, sino que por primera vez ha entrado en el circuito comercial norteamericano de mano de una gran firma como Miramax, recaudando m¨¢s de un mill¨®n de d¨®lares en los dos primeros meses de exhibici¨®n -en la actualidad se exhibe en 44 cines de EE UU- "Pero no s¨®lo se trata de eso", asegura Benigno Iglesias, vicepresidente del ICAIC. "Fresa y chocolate tambi¨¦n ha gustado en un mercado tan dif¨ªcil como Jap¨®n, Rusia la quiere comprar y en pa¨ªses como Brasil y Argentina ya ha empezado a dar beneficios, lo que demuestra que la pel¨ªcula triunfa en todos los lados".
Varios directores de cine del, ICAIC e intelectuales cubanos consideran que m¨¢s all¨¢ del morbo pol¨ªtico que causa Cuba, la, obra de Tit¨®n aborda con arte un problema que es universal y que toca a todo el mundo, pero creen que la pol¨¦mica que. ha generado Fresa y chocolate podr¨ªa contribuir a que la cinta obtuviese el premio. "El tema de la represi¨®n a la homosexualidad de por s¨ª es sensible en Estados Unidos, y si adem¨¢s ocurre en Cuba, tiene una mayor connotaci¨®n", aseguraba un intelectual cubano en una fiesta diplom¨¢tica donde el posible Oscar era el ¨²nico tema de conversaci¨®n.
Mientras tanto, en el edificio del ICAIC, en la esquina de las calles 23 y 12, lugar donde Fidel Castro proclam¨® el car¨¢cter socialista de la revoluci¨®n hace casi 34 a?os, el ambiente era de alegr¨ªa y esperanza. El ICAIC es como un parachoques ideol¨®gico, atacado por Miami por instrumento castrista y enfilado desde dentro por algunos que lo consideran demasiado cr¨ªtico y de cierta forma "colaboracionista". Los t¨¦cnicos y trabajadores del ICAIC no ocultaban su optimismo y se preparaban para grabar el lunes la ceremonia de concesi¨®n de los Oscar. En la calle, las 15 copias de Fresa y chocolate no cesaban de pasar en los cines, como un gran homenaje a Tit¨®n, uno de los m¨¢s grandes directores de cine de Am¨¦rica Latina, que por haber nacido cubano es acusado de demiurgo del castrismo y del capitalismo. Las dos cosas a la vez.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.