Tres grandes en apuros
Italia, Alemania y Francia no consiguen encandilar a su afici¨®n
Se reinicia la fase clasificatoria de la Eurocopa de 1996 con una relativa suavidad. El Espa?a B¨¦lgica de Sevilla es el ¨²nico encuentro que reune a dos selecciones que participaron en el Mundial del a?o pasado. Y la selecci¨®n de Clemente sigue un ritmo constante tanto en las clasificaciones de la FIFA como en la Eurocopa. Pero, curiosamente, las tres naciones que, a nivel de clubes, dominan en los coeficientes de la UEFA -Italia, Alemania y Francia- cuentan con equipos nacionales francamente cuestionados.Entre los mundialistas, la selecci¨®n italiana, subcampeona del mundo, destaca por el abismo que se est¨¢ abriendo entre el equipo y la afici¨®n. En cinco d¨ªas se disputan cinco partidos en el grupo y en este espacio de tiempo Italia deb¨ªa recibir a Estonia y desplazarse a Ucrania. La mitad del camino la ha recorrido con ¨¦xito porque el s¨¢bado derrot¨® a Estonia por 4-1, con dos goles de Zola -el sustituto de Baggio- y uno de Ravanelli y Albertini.
Italia busca seis puntos vitales -ya tiene tres- en un grupo que se le ha complicado a ra¨ªz de la derrota en Palermo ante Croacia, Arrigo Sacchi sigue confiando en jugadores de corte pragm¨¢tico. Su delantera sirve como bot¨®n de muestra. Ausente Roberto Baggio a petici¨®n propia, ha optado por las carnes y los sudores de hombres como Ravanelli, del Juventus, y Casiraghi, que no es titular fijo en el Lazio. No se inmuta ante el momento de inspiraci¨®n de Vialli, del Juventus, o Simone, del Milan. Sigue sin contar con el goleador Signori y los encargados de suministrar chispa a una selecci¨®n mec¨¢nica son Albertini, del Milan, y el debutante Del Piero, del Juventus.
El Milan ya no es el armaz¨®n de la squaddra azzurra.. Sacchi fundamenta su bloque, no en el Juventus que encabeza la Serie A sino en el segundo, el Parma. Los seis seleccionados - Bucci, Apolloni, Minotti, Benarrivo, Dino Baggio y Zola, - hubiesen sido siete si el centrocampista Crippa no se hubiese lesionado.
La selecci¨®n que durante el Mundial hizo del sufrimiento f¨ªsico y ps¨ªquico un arte, jugar¨¢ en Salerno y Kiev presionada por un p¨²blico que le somete a un acoso implacable. En tres a?os y medio la pizarra de Sacchi no ha dise?ado una estructura estable sino un conjunto en una precaria fase de construcci¨®n. Para aprobar su examen de cinco d¨ªas, est¨¢ obligada a sacar seis puntos.
La misma cifra avalar¨ªa la hist¨®rica clasificaci¨®n de Croacia para la fase final de Inglaterra. Ante Ucrania y Lituania, la selecci¨®n de Prosinecki y Suker puede ocasionar heridas a sus dos rivales m¨¢s directos en un grupo que se inici¨® bajo la premisa de un dominio italiano. Su nivel de juego ha sido tan alto que las casas de apuestas londinenses admiten especulaciones sobre su presencia en el podio.
La selecci¨®n alemana, en cambio, inspira una limitada confianza y, a semejanza de la italiana, est¨¢ peleada con su p¨²blico. En circunstancias normales el desplazamiento a Georgia no provocar¨ªa sobresaltos, pero las ausencias de pesos pesados como Matth?us, Effenberg, RiedIe y V?ller unidas a las victorias de la selecci¨®n de Chivadze sobre Pais de Gales y Albania salpimientan un encuentro que podr¨ªa ser crucial para el renovado conjunto de Vogts.En Francia, sucede otro tanto. Aim¨¦ Jacquet se enfrenta a problemas similares a la hora de viajar a Israel en busca de una revancha sobre Ja selecci¨®n que, ganando por 2-3 en el Parque de los Pr¨ªncipes, ense?¨® a Bulgaria el camino hacia los Estados Unidos. Con Papin nuevamente lesionado y el capit¨¢n Cantona decapitado por los justicieros ingleses, Jacquet se ha visto obligado a acelerar el relevo generacional. Ensambla la columna vertebral de su selecci¨®n con cinco hombres del campe¨®n electo, el Nantes. Karembeu, Ferri, Ou¨¦dec, Pedr¨¦s y Loko - el segundo, con 26 a?os, es el m¨¢s veterano - son la apuesta al futuro de los anfitriones del Mundial 98.
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