"Los fondos de inversi¨®n de EEUU ya no miran con desd¨¦n a Europa"
"Quien no invierte fuera, no exporta". Armado de este sencillo lema, hace poco m¨¢s de una semana- estuvo en Espa?a Jean-Daniel Tordjan. Embajador itinerante de Francia para las inversiones internacionales (un puesto creado hace tres a?os), tiene como misi¨®n recorrer el mundo para ense?ar las virtudes de su pa¨ªs como destino de los flujos de capital. Ha pasado por Madrid con una doble tarea: convencer a los inversores espa?oles que deben "dejarse de complejos" y tener una presencia m¨¢s activa fuera, y que los pa¨ªses europeos son aliados mas que competidores en la batalla para la inversi¨®n."Los mercados emergentes han estado de moda, pero la situaci¨®n est¨¢ cambiando. Los fondos de inversi¨®n norteamericanos, que gestionan unos 5.000 millones de d¨®lares
[650.000 millones de pesetas], se orientaron hacia los pa¨ªses del Tercer Mundo por la fuerte rentabilidad que ofrec¨ªan. Pero se cogieron los dedos con la crisis mexicana, y vuelven hoy hacia mercados con una rentabilidad tal vez menor, pero que ofrecen m¨¢s seguridad. Hoy no miran, como lo hac¨ªan ayer, a Europa con desd¨¦n". Seg¨²n Tordjman, este cambio no ata?e s¨®lo a las inversiones financieras a corto plazo, sino tambi¨¦n a las inversiones industriales a largo.
"Europa debe aprovechar esta oportunidad", prosigue. "El Banco Mundial acaba de redactar un informe en el que prev¨¦ que en el a?o 2020, haciendo una proyecci¨®n de las tendencias actuales, China, India e Indonesia se habr¨¢n adelantado a Alemania en t¨¦rminos de PIB global, y Corea del Sur y Tailandia, a Francia. Europa debe reaccionar para evitarlo. Hay que entender que en esta lucha a nivel planetario somos aliados y no competidores. A veces me cuesta comprender el revuelo que provoca el hecho de que una empresa vascoespa?ola se instale del otro lado de la frontera. Es un problema secundario. Cuando una empresa se instala en una zona, su tecnolog¨ªa irradia m¨¢s all¨¢ de las fronteras. En cambio, si se instala en el sureste asi¨¢tico, es una mala noticia para todos los pa¨ªses europeos. Mientras no lo entendamos as¨ª, seguiremos perdiendo terreno".
?Comparten los interlocutores espa?oles de Tordjman -entre los cuales est¨¢n los dirigentes de las grandes empresas p¨²blicas, de las compa?¨ªas energ¨¦ticas y de los bancos- este planteamiento? "Lo que sorprende en este pa¨ªs es la diferencia entre el nivel de las empresas y su timidez a la hora de invertir fuera. Con un PIB que es la mitad del de Espa?a, los inversores coreanos hay salido a conquistar Jap¨®n. Aqu¨ª prevalece m¨¢s bien la reacci¨®n defensiva: bajar a los refugios hasta que escampe. Pero con la internacionalizaci¨®n de la econom¨ªa, no va a escampar. Mantener mercados fuera sin invertir es condenarse a una posici¨®n siempre fr¨¢gil".
Tordjman reconoce que el flujo de inversiones hacia el exterior depende tambi¨¦n de la masa cr¨ªtica de las empresas, lo que plantea problemas en un pa¨ªs como Espa?a, cuyo tejido industrial sigue basado en gran medida en las pymes. Pero a?ade: "Creo que tambi¨¦n las empresas medianas pueden ser capaces de. expandirse fuera. Aunque sea por necesidad. Un buen ejemplo es el de los suministradores de la industria del autom¨®vil. General Motors tiene actualmente unos 20.000 preveedores repartidos por el mundo, y pretende reducir este n¨²mero a unos 2.000. S¨®lo sobrevivir¨¢n los que tienen mayor presencia internacional y abastecen a esta compa?¨ªa no s¨®lo en un pa¨ªs, sino en varios".
"Espa?a invierte en Portugal, en Am¨¦rica Latina o en Marruecos, pero parece temer la expansi¨®n hacia el norte, como si fuera un objetivo fuera de su alcance", a?ade Tordjman. "Hay una especie de reflejo proteccionista de los espa?oles: consiste en decir que con la tasa de paro que tiene este pa¨ªs, invertir fuera es contribuir a deslocalizar puestos de trabajo. Es una visi¨®n a corto plazo. El desarrollo de las empresas depende tambi¨¦n de su capacidad de expandirse fuera, y este desarrollo es el que determina al final el nivel global de creaci¨®n de empleo.
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