Miles de hutus, huyen Zaire tras otra noche terror en Burundi
Las calles de Bujumbura, la capital de Burundi, estaban ayer desiertas. Tan s¨®lo se ve¨ªan patrullas militares. Tras una nueva noche de explosiones y disparos, el miedo era palpable. En los ¨²ltimos incidentes han muerto a manos de radicales tutsis m¨¢s de 150 hutus, seg¨²n el propio presidente, Sylvestre Ntibantunganya. Miles de personas de la etnia hutu, con todas sus pertenencias encerradas en bultos multicolores, caminan hacia el puesto fronterizo de Uvira, con Zaire. Las organizaciones humanitarias manejan cifras que oscilan entre los 15.000 y los 50.000 refugiados.
La cat¨¢strofe humanitaria de Ruanda est¨¢ a punto de repetirse en Burundi, dicen las organizaciones humanitaria. "La situaci¨®n es preocupante", reconoce Marjolaine Martin, jefa de la delegaci¨®n del Comit¨¦ Internacional de la Cruz Roja en el pa¨ªs centroafricano.El incremento de la violencia diaria est¨¢ generando un ¨¦xodo creciente de refugiados. "Nuestros equipos informan de que gran n¨²mero de personas huyen de Kamenge y Kinimana", dice Martin. Los grav¨ªsimos incidentes del viernes en Bujumbura a¨²n no se han extendido a estas dos localidades, pero los hutus temen que sean los siguientes objetivos de los radicales tutsis, autores de las matanzas del viernes.
El Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) asegura que m¨¢s de 15.000 personas ya han cruzado hacia Zaire, donde empiezan a repetirse los problemas de alimentaci¨®n y acomodo vividos el a?o pasado con el caso de Ruanda. Hay otros 10.000 en el lado burund¨¦s a la espera de ser admitidos en el pa¨ªs vecino. Radio Tanzania, por otra parte, inform¨® ayer que 500 refugiados se dirig¨ªan a su frontera. Los servicios de aduana de Burundi cifran ya en 50.000 los huidos. La ola de refugiados que dejan los suburbios de Bwiza y Buyenzi, a las afueras de Bujuribura, se extiende a lo largo de 10 kil¨®metros, seg¨²n los testigos presenciales.
Tierra quemada
Los radicales tutsis emplean adem¨¢s la t¨¢ctica de tierra quernada.
Destruyen a fuego las propiedades de los hutus huidos para impedir su retorno a la capital, ciudad que los tutsis quieren mantener en sus manos para extender desde ella su influencia a todo el pa¨ªs.
Desde el asesinato, en octubre de 1993, del presidente Melchior Ndadaye -hutu y elegido democr¨¢ticamente- en un intento de golpe de Estado que empuj¨® al pa¨ªs a una espiral de violencia ¨¦tnica en la que murieron miles (le tutsis y hutus, Burundi ha quedado expuesto a un conflicto permanente entre los radicales de las dos etnias.
A ra¨ªz de aquellas matanzas, muchos tutsis (que suponen. un 15% de la poblaci¨®n) huyeron a la capital, Bujumbura, convirti¨¦ndola as¨ª en ciudad tutsi.
La violencia ha llevado al secretario general del principal partido pol¨ªtico hutu, el Frente por la Democracia en Burundi, Augustin Nzojibwarni, ha solicitar la inmediata intervenci¨®n exterior. "El Estado no es capaz de ofrecer por m¨¢s tiempo seguridad a sus ciudadanos y a los extranjeros", advirti¨®.
La respuesta del l¨ªder radical tutsi, Joseph Nzimana, no se dejo esperar: si llegan los extranjeros se encontrar¨¢n con resistencia. El a?o pasado, Francia envi¨® tropas en misi¨®n de paz a Ruanda, lo que fue muy criticado, pues ¨¦stas acudieron cuando sus aliados hutus se encontraban en graves dificultades militares. En Burundi, los hutus armados se agolpan en KaMenge, cerca de Bujumbura, donde hay entre 50.000 y 100.000 personas. Francia y B¨¦lgica han recomendado a sus nacionales residentes en Burundi que adelanten sus vacaciones de Pascua y regresen a sus pa¨ªses de origen debido a la tensi¨®n reinante. Par¨ªs desea sacar de Bujumbura a todas las mujeres y ni?os de nacionalidad francesa.
El ministro franc¨¦s de Exteriores, Alain Jupp¨¦, pidi¨® ayer que el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas intevenga "en los pr¨®ximos d¨ªas" en el conflicto ¨¦tnico entre hutus y tutsis de Burundi.
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