Benetton y Williams recurren las sanciones a Schumacher y Coulthard

Las escuder¨ªas Benetton y Williams, ambas equipadas con motores Renault, anunciaron ayer que recurrir¨¢n las descalificaciones de sus pilotos Michael Schumacher y Davis Coulthard, primero y segundo, respectivamente, en el Gran Premio de Brasil. La Federaci¨®n Internacional de Automovilismo (FIA) les sancion¨® por utilizar un carburante ilegal y dio como ganador a Gerhard Berger. (Ferrari).

"Vamos a apelar y esperamos que la decisi¨®n de la FIA sea modificada antes del GP de Argentina", indic¨® Heiner Buchinger, asesor de Schumacher y representante de Benetton. La escuder¨ªa, mientras, difundi¨® un comunicado en el que liberaba de toda responsabilidad a su primer piloto. Paralelamente, la firma francesa Elf, asegur¨® que el carburante utilizado en Brasil era el mismo que hab¨ªan mandado a la FIA para los an¨¢lisis previos, a la vez que pon¨ªa en duda la fiabilidad del an¨¢lisis realizado en el circuito de Interlagos. "Si ahora les parece ilegal, nosotros vamos a solicitar un contra an¨¢lisis". Berger, por contra, asegur¨®: "Ya era hora de que se hiciera justicia".Expertos de la FIA detectaron sustancias extra?as en el combustible del coche del campe¨®n mundial de 1994, y en el Williams del escoc¨¦s Coulthard en los entrenamientos previos a la carrera de Interlagos, que abr¨ªa el Mundial de F 1. La primera conclusi¨®n fue que el carburante presentado por la firma francesa Elf no era el mismo que utilizaron en el gran premio. Nuevas pruebas recogidas tras la carrera llegaron a la misma conclusi¨®n. Como consecuencia Schumacher y Coulthard fueron descalificados y sus escuder¨ªas sancionadas con cuatro millones de pesetas.

La FIA parece dispuesta a poner punto final a los esc¨¢ndalos, sospechas y trampas que mancharon el Mundial de F1 del a?o pasado. Para mejorar el control sobre coches y carburantes, la FIA desplaza a cada gran premio un cami¨®n que verifica que las gasolinas utilizadas se corresponden a la muestra enviada antes de la carrera y que en los ordenadores de los coches no existan programas ilegales en la memoria aleatoria, adem¨¢s de realizar verificaciones generales.