El r¨¦gimen de Sud¨¢n anuncia una tregua de dos meses con las guerrillas del sur
En Jartum, la capital de un Estado arrojado por Estados Unidos a la lista negra de los patrocinadores del terrorismo internacional, el presidente de Sud¨¢n, Omar al Bashir, vestido de blanco inmaculado, tuvo en Jimmy Carter un testigo de excepci¨®n al anunciar una tregua de dos meses con las guerrillas cristianas y animistas del sur, con las que sostiene una guerra devastadora que ha llenado casi por entero las casi cuatro d¨¦cadas de independencia del pa¨ªs, desde aquel lejano 1956 en que Sud¨¢n logr¨® emanciparse de la metr¨®poli londinense.El general Al Bashir, cabeza visible del ¨²nico r¨¦gimen isl¨¢mico y militar del mundo y autor del golpe de Estado que en 1989 puso t¨¦rmino a una imperfecta democracia, agradeci¨® p¨²blicamente la misi¨®n de paz del ex presidente norteamericano antes de anunciar que esta medianoche entraba en vigor el alto el fuego con los enemigos ac¨¦rrimos del sur.
Al Bashir anunci¨® tambi¨¦n una amnist¨ªa general para todos los que abandonen las armas y est¨¦n dispuestos a encarar el camino de la paz. La guerra, que se ha cobrado m¨¢s de medio mill¨®n de vidas en los ¨²ltimos 10 a?os, enfrenta a un r¨¦gimen radical isl¨¢mico que pretende aplicar una estricta versi¨®n de la Sharia (ley isl¨¢mica) a todo el pa¨ªs, con una poblaci¨®n mayoritariamente cristiana y animista que acusa a Jartum de haber traicionado sus or¨ªgenes africanos en favor del mundo ¨¢rabe y una lectura sesgada del islam.
Mediaci¨®n
Jimmy Carter celebr¨® el anuncio del presidente sudan¨¦s como un primer paso necesario para permitir que las organizaciones humanitarias que operan en Sud¨¢n, un inmenso pa¨ªs de dos millones y medio de kil¨®metros cuadrados (cinco veces Espa?a), puedan prestar una mejor atenci¨®n a los centenares de miles de desplazados y refugiados.
Carter se entrevist¨® la semana pasada en Nairobi con John Garang, jefe del Ej¨¦rcito Popular para la Liberaci¨®n de Sud¨¢n (SPLA, en sus siglas en ingl¨¦s), el principal grupo guerrillero, y con Riaf Machar, que se separ¨¦ del movimiento de Garang tras acusarle de dictador. Machar fund¨® un nuevo grupo armado marcado por par¨¢metros ¨¦tnicos.
La mayor¨ªa del SPLA est¨¢ formado por miembros de la etnia dinka, y las fuerzas de Machar tienen su fuerza principal entre los nuer. Ambos jefes guerrilleros se mostraron dispuestos ante el ex presidente Carter a respaldar la tregua de dos meses que debe comenzar esta misma noche. J¨¢rtum se ha aprovechado de las guerras intestinas entre los rebeldes del sur para recuperar buena parte de las ciudades perdidas en los ¨²ltimos tres a?os. El pasado domingo, al tiempo que anunciaba la reconquista de la ciudad de Nasir, en la regi¨®n del Alto Nilo, Al Bashir anticipaba su propuesta de tregua con una declaraci¨®n ante una muchedumbre enfervorizada: "Creemos en el principio de negociaci¨®n con los rebeldes".
La herida de Sadam
La econom¨ªa sudanesa qued¨® seriamente herida por la decisi¨®n del r¨¦gimen de alinearse junto a Sadam Husein, y los 100.000 d¨®lares (13 millones de pesetas) diarios que le cuesta la guerra del sur no contribuyen precisamente a mejorar las expectativas de un r¨¦gimen que ha sido acusado de prestar, apoyo log¨ªstico y econ¨®mico a las organizaciones integristas musulmanas de Argelia y Egipto.
Los m¨¢s de 2.000 funcionaios de la legaci¨®n diplom¨¢tica de Ir¨¢n en Jartum dan una idea de los v¨ªnculos ideol¨®gicos que alimenta el r¨¦gimen. Al Bashir hizo su anuncio de paz en el mismo decorado que el jueves acoger¨¢ las sesiones de la conferencia isl¨¢mica, un evento pol¨ªtico anualmente animado por Hasan al Turabi, el verdadero cerebro gris y hombre fuerte del r¨¦gimen de Jartum, calificado de aut¨¦ntico jefe de la Internacional Islamista.
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