Una investigacion de dos a?os y una guardia de 12 horas
"Al prestigio nacional e internacional que tiene el premio Ortega y Gasset, se suma el hecho de que est¨¦ concedido por profesionales del periodismo", dijo Jos¨¦ Mar¨ªa Irujo a EL PA?S tras conocer que hab¨ªa sido distinguido con el premio Ortega y Gasset. Tanto ¨¦l como su compa?ero Jes¨²s Mendoza manifestaron su alegr¨ªa por haber logrado "el m¨¢ximo reconocimiento" al que pod¨ªan aspirar.Irujo y Mendoza han, trabajado de forma exclusiva en el caso Rold¨¢n durante los dos ¨²ltimos a?os. "Hemos evitado que Rold¨¢n fuera nombrado ministro del Interior y, aunque no busc¨¢bamos arruinar la carrera pol¨ªtica de nadie, fue una gran satisfacci¨®n" destaca Irujo al referirse a la trascendencia "inesperada" de su trabajo.
"Este caso demuestra que el periodismo de investigaci¨®n no es tan poco rentable como suponen, en general, las empresas period¨ªsticas en Espa?a". Irujo lo reivindica, a¨²n cuando admite que muchas veces se trabaja intensamente sobre un caso sin llegar a conseguir nada, "porque la informaci¨®n es err¨®nea o interesada, o porque no se re¨²nen las suficientes pruebas como para publicarla".
Pese a la repercusi¨®n alcanzada por este caso, Irujo se muestra en¨¦rgico al afirmar que los mecanismos de control de la vida pol¨ªtica deber¨ªan pertenecer a las instituciones y no a la prensa. "Este papel que estamos cumpliendo los periodistas en los ¨²ltimos meses en Espa?a, deber¨ªa llevarlo adelante el Gobierno hasta el final", destaca.
Jes¨²s Mendoza, por su parte, precisa: "Nosotros no compramos dosieres: los hacemos. Alguien ajeno a la Guardia Civil nos dio un indicio cinco meses antes de publicar la primera informaci¨®n sobre Rold¨¢n y de ese hilo fuimos ?rando".
En el tejado
La fotograf¨ªa de Javier de la Rosa le cost¨® una larga espera a su autor, Carles Ribas. Se apost¨® en un tejado desde el cual se divisaba la galer¨ªa en la que supon¨ªa que deb¨ªa estar el financiero. "Un poco en broma, comentamos unos d¨ªas antes con los compa?eros del peri¨®dico que una foto en la que se viera a Javier de la Rosa a trav¨¦s de las rejas era la foto ideal".
Ribas se puso a trabajar sobre esa idea y esper¨® con paciencia. La mayor¨ªa de los colegas que le acompa?aron a primera hora de la ma?ana, y a lo largo de ese d¨ªa, fueron abandonando la guardia por lo imposible que parec¨ªa. "Al llegar la noche, se fueron iluminando las luces de las celdas, y en una de ellas descubr¨ª a De la Rosa", explic¨® Ribas. Hab¨ªa esperado durante 12 horas.
Lejos de saltar de alegr¨ªa por haberlo conseguido, lo que m¨¢s sent¨ªa. en ese momento eran los nervios por las malas condiciones t¨¦cnicas en las que estaba trabajando. "Hab¨ªa mucha distancia, la luz era d¨¦bil y ten¨ªa que atravesar dos vallas met¨¢licas que separan la celda del exterior, as¨ª que no me qued¨¦ tranquilo hasta que comprob¨¦ que lo ten¨ªa", dijo.
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