Major defiende la "I¨ªnea dura" de Canad¨¢ mientras la prensa brit¨¢nica ataca a Espa?a
Inmerso el pa¨ªs en una ola de xenofobia antiespa?ola, el primer ministro brit¨¢nico, John Major, consider¨® oportuno ayer no distanciarse demasiado de la ultraderecha y por primera vez declar¨® su incondicional apoyo a la "l¨ªnea dura" adoptada por Canad¨¢ en el conflicto pesquero con Espa?a. Fue una breve intervenci¨®n la de Major en la C¨¢mara de los Comunes, -en torno al conflicto que maneja en estos momentos la Uni¨®n Europea-, pero de inusual contundencia en un primer ministro que se ha distinguido hasta ahora por la tibieza y un peculiar estilo de nadar entre dos aguas.A las preguntas de dos diputados tories, David Harris y Ann Winterton, Major manifest¨® que en su opini¨®n "Canad¨¢ tiene todo el derecho a adoptar una l¨ªnea dura" para lograr el reforzamiento de la pol¨ªtica de cuotas del flet¨¢n negro. "Comprendo y comparto", dijo Major, "el deseo de Canad¨¢ de preservar los bancos de pesca".
A simple vista podr¨ªa pensarse que la reacci¨®n brit¨¢nica tiene su origen en los fraternales lazos que unen al pa¨ªs con Canad¨¢, con el que comparten algunas cosas tan esenciales como la pasi¨®n por el criket. Pero habr¨¢ que echar mano de sus propios estadistas para entender el tema en profundidad. El propio Henry Palmerston, primer ministro tory (1784-1865), declar¨® en su d¨ªa que el Reino Unido, "no tiene amigos eternos ni enemigos eternos, s¨®lo intereses eternos". A este respecto hay que recordar que el pa¨ªs se enfrenta a las protestas de sus propios pescadores, especialmente en la zona de Cornualles, no muy dispuestos a per mitir el acceso de los arrastreros espa?oles a las aguas de la denominada Irish box, que ocurrir¨¢ inexorablemente, -por un acuerdo comunitario- en 1996.
El diputado Harris reclam¨® a Major que cierre esas aguas a la flota espa?ola, mientras la diputada Winterton se limit¨® a lanzar acusaciones de ¨ªndole xen¨®foba contra Espa?a. "?No cree el primer ministro que ha llegado ya la hora de dar una patada (a Espa?a) y un caluroso abrazo a Canad¨¢?" Si a todo ello a?adimos la inminencia de las elecciones locales (el 6 de abril en Escocia, a primeros de mayo en Inglaterra y Gales), el panorama se clarifica un poco m¨¢s.
Ataque xen¨®fobo
Lo m¨¢s sorprendente con todo del tratamiento dado en el Reino Unido al conflicto pesquero entre Espa?a y Canad¨¢, no es la reacci¨®n, hasta previsible, de los armadores de pesca, ni siquiera la de los pol¨ªticos en busca de votos, sino la reacci¨®n de los medios de comunicaci¨®n. Con honrosas excepciones, el tratamiento dado al tema ha sido xen¨®fobo en el caso de algunos peri¨®dicos pretendidamente serios -por ejemplo, The Daily Telegraph-, mientras la propia y reverenciada BBC demostraba sobre el terreno tener una visi¨®n curiosa de la imparcialidad. Largas y empalagosas entrevistas con representantes canadienses se han contrapesado con breves -y sumamente agresivas- entrevistas con representantes espa?oles. Ayer, un peri¨®dico de escasa talla pero de gran tirada, The Daily Mail, arremet¨ªa contra los espa?oles haciendo alarde de una peculiar versi¨®n de nuestros or¨ªgenes ¨¦tnicos, "Descienden de los iberos, que llegaron del norte de ?frica, con excepci¨®n, por supuesto, de los vascos, que nadie tiene la m¨¢s remota idea de d¨®nde proceden". Y no s¨®lo eso, seg¨²n este mismo peri¨®dico, la Constituci¨®n espa?ola fue redactada por Franco, despu¨¦s de todo, "un amigo de Hitler".
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