Canad¨¢ devolver¨¢ la fianza del 'Estai' y cambiar¨¢ su ley, pero Europa recortar¨¢ la cuota de pesca

Canad¨¢ y los Quince establecieron ayer las bases para un pacto en el conflicto pesquero. Ottawa se avino a devolver la fianza del Estai (47 millones de pesetas) y el importe del pescado retenido, as¨ª como a modificar su legislaci¨®n interna. Europa se resignar¨¢ a reducir sensiblemente su cuota, y aunque es menos de lo que pretend¨ªa Canad¨¢, al final Espa?a sale perdiendo. ?stos son los precios que hay que pagar por recuperar la seguridad jur¨ªdica en los caladeros de Terranova y aumentar el conservacionismo. La negociaci¨®n se ha impuesto, pero sus bases son a¨²n fr¨¢giles y quedan muchos elementos de desacuerdo.

El principal desacuerdo radica en la asignaci¨®n de cuotas, aunque uno de los criterios ya es claro: la Uni¨®n Europea (UE) -en realidad, Espa?a y Portugal- reducir¨¢ la suya. El segundo es la multilateralizaci¨®n del acuerdo: "O hay pacto en todo o no lo hay en nada, y el acuerdo debe aprobarse en la NAFO [organizaci¨®n de pa¨ªses que pescan en el Atl¨¢ntico Norte] por todos sus socios", sostiene la Comisi¨®n. Pero ahora Canad¨¢ negocia seriamente y ya hay bases para un acuerdo, coincidieron la Comisi¨®n y los embajadores en la reuni¨®n del Coreper (embajadores ante la UE) de ayer.Se avanz¨® en los tres cap¨ªtulos: control, seguridad jur¨ªdica y reparto de cuotas. El control est¨¢ casi acordado. Canad¨¢ hab¨ªa propuesto instalar un inspector a bordo de cada pesquero. Bruselas ofrec¨ªa establecer un control posicional v¨ªa sat¨¦lite. Canad¨¢ respond¨ªa que convendr¨ªa implantar ambos sistemas. Al final, la balanza se inclinaba por la inspecci¨®n f¨ªsica. La inspecci¨®n fisica es un sistema ya establecido por la UE, mediante un proyecto piloto por el cual un 20% de los barcos europeos llevan a bordo a un inspector comunitario (que embarca en el puerto de origen o en la zona, mediante un transborador UE, no desde Canad¨¢). La soluci¨®n ser¨ªa extender este 20%, quiz¨¢ a toda la flota. Los Quince se comprometer¨ªan a ello siempre y cuando Canad¨¢ tambi¨¦n lo hiciera, as¨ª como Rusia, Corea y el resto de socios de la NAFO.

Tambi¨¦n se avanz¨® en el cap¨ªtulo de la seguridad jur¨ªdica. La comisaria Emma Bonino exig¨ªa tanto la abrogaci¨®n de la ley canadiense de 3 de marzo, por la que Ottawa se autootorgaba funciones policiales en la zona para los barcos con pabell¨®n de complacencia; como del reglamento por el cual dicha medida se ampliaba a la flota europea: Espa?a y Portugal. No se hab¨ªa concretado la f¨®rmula (abrogaci¨®n de una o ambas normas, suspensi¨®n de sus efectos, plazos), pero los comunitarios consideraban que Canad¨¢ "ya se ha comprometido".

En cuanto a los flecos del Estai Canad¨¢ acepta "cancelar la garant¨ªa pagada por el armador y devolver el dinero producto de la venta del pescado [un tercio] retenido en Saint John", anunci¨® el embajador espa?ol, Javier Elorza. Pero adicionalmente, Espa?a esgrim¨ªa la necesidad de que se le indemnizase por el lucro cesante, lo que parec¨ªa m¨¢s dif¨ªcil de conseguir.

En el tercer cap¨ªtulo, las cuotas, las posiciones segu¨ªan enfrentadas. Apenas se discut¨ªa sobre el Total de Capturas Aceptadas (TAC), establecido para este a?o en 27.000 toneladas, salvo por el deseo europeo de que se aprueben por periodos m¨¢s largos. Pero s¨ª sobre su clave de reparto, cuota o porcentaje. La UE ten¨ªa una cuota del 69%, e hist¨®ricamente, seg¨²n los a?os, pescaba entre el 50% y el 62% del TAC, del cual un 70% era para Espa?a y un 30% para Portugal.

Contra la opini¨®n de Bruselas -cuya objeci¨®n deb¨ªa paralizar el acuerdo, seg¨²n la regla de consenso del organismo-, Canad¨¢ propuso en la NAFO el pasado 1 de febrero rebajar la cuota europea al 12,59% y aumentar la propia al 60,37%. Para lograrlo atrajo los votos de los otros socios otorg¨¢ndoles el resto (a Rusia, que nunca hab¨ªa pescado, le dio el 12,59%).

Canad¨¢ ha reequilibrado algo su propuesta, "pero a¨²n es insuficiente", seg¨²n fuentes comunitarias. Los europeos argumentan que la pretensi¨®n canadiense de aumentar la cuota propia se compagina mal con sus proclamas conservacionistas, que "enmascaran un puro inter¨¦s econ¨®mico". Y Espa?a propugna que las cuotas se fijen "con criterios objetivos, hist¨®ricos, y no pol¨ªticos", y que "la reducci¨®n del esfuerzo pesquero afecte a todos, Canad¨¢ incluida", dijo Elorza. El forcejeo de cifras har¨¢ perder a Europa -y por tanto a Espa?a- una buena parte de su cuota tradicional de capturas, pero rebajar¨¢ las iniciales pretensiones canadienses, quedando en cualquier caso ambas partes por debajo del 40%. El problema es llegar a un acuerdo que luego se revalide en la NAFO.

Otro problema consist¨ªa en la pretensi¨®n canadiense de establecer un box o zona excluida, m¨¢s all¨¢ de las 200 millas.