Los soldados de EE UU en Hait¨ª pasar¨¢n hoy a actuar como "cascos azules"

Cuando Bill Clinton recorra hoy fugazmente Puerto Pr¨ªncipe podr¨¢ leer carteles que piden a EE UU que se quede 50 a?os m¨¢s en Hait¨ª. Pero el prop¨®sito del presidente norteamericano no es atender ese deseo, sino, antes de que la operaci¨®n se complique y la presi¨®n del Congreso crezca, dejar en manos de la ONU una misi¨®n repleta de incertidumbres, para 6.000 cascos azules de los que 2.400 ser¨¢n estadounidenses. Un relevo que llega demasiado pronto y bastAnte lejos de las condiciones id¨®neas.La violencia, tanto de signo pol¨ªtico como no, ha aflorado de nuevo. El prestigio del presidente Jean-Bertrand Aristide, acusado por algunos rivales de ser una marioneta de EE UU, ha decrecido. Y la poblaci¨®n, que no ha visto a¨²n los frutos de la democracia, empieza a mostrar signos de impaciencia.
En ese clima, la sustituci¨®n de los soldados norteamericanos por unos 6.000 cascos azules de pa¨ªses tan diversos como SuRinam o Bangladesh puede ser para los enemigos de la democracia la oportunidad esperada para pasar a la ofensiva.
"Hay todav¨ªa alguna actividad criminal y alguna violencia en el pa¨ªs, y esto ser¨¢ obviamente una preocupaci¨®n hasta que la polic¨ªa haitiana y el sistema judicial est¨¦n en pleno funcionamiento", admit¨ªa esta semana un alto funcionario de Washington.
Pese a esas preocupaciones, Estados Unidos considera que el entorno actual es suficientemente seguro y estable para ceder el mando a la ONU. En parte, porque la presi¨®n del Congreso, que nunca apoy¨® el plan de intervenci¨®n en Hait¨ª, puede crecer si contin¨²an las muertes en ese pa¨ªs. Y. en parte tambi¨¦n porque la Administraci¨®n norteamericana no quiere seguir gastando 1,3 millones de d¨®lares (unos 160 millones de pesetas) diarios en el mantenimiento de la operaci¨®n.
En la c¨²spide de esa operaci¨®n, EE UU lleg¨® a tener 21.000 soldados en Hait¨ª. Ese n¨²mero se fue reduciendo hasta llegar a los 4.800 de los ¨²ltimos d¨ªas y, a partir de ma?ana, 1 de abril, los 2.400 que quedar¨¢n integrados en una fuerza de la ONU mandada por el general norteamericano Joseph Kinzer.
"En realidad, el 70% de la transici¨®n ya est¨¢ hecha. De lo que se trata ahora es de quitarnos nuestros cascos para ponernos los cascos azules", afirma el general John Sheehan, jefe del Comando Atl¨¢ntico del Ej¨¦rcito norteamericano.
Ayuda a la reconstrucci¨®n
La misi¨®n de la ONU cuenta con presupuesto inicial de unos 180 millones de d¨®lares, estar¨¢ integrada por un total de 27 naciones y su finalizaci¨®n est¨¢ prevista para febrero de 1996. "Lo que tenemos que hacer en Hait¨ª es ofrecer el m¨¢ximo de asistencia t¨¦cnica y econ¨®mica para la reconstrucci¨®n de un pa¨ªs que ha sufrido un boicoteo econ¨®mico y una situaci¨®n dif¨ªcil por muchos a?os", explic¨® el secretario general de la ONU, Butros Butros-Gali, antes de salir de Nueva York, informa Juan Cavestany.
Gali reconoci¨® que "los problemas de Hait¨ª no pueden ser solucionados en unos d¨ªas ni en unos meses" sino que "costar¨¢ tiempo y perseverancia". M¨¢s a¨²n si, como se pronostica, el clima pol¨ªtico se deteriora ante la proximidad de las importantes elecciones legislativas y municipales del 4 de junio.
Algo m¨¢s de medio millar de los 6.000 cascos azules desplegados estar¨¢n en el interior del pa¨ªs, donde los observadores advierten que la situaci¨®n no est¨¢ a¨²n controlada. Hait¨ª s¨®lo contribuye a su propia seguridad con 3.100 polic¨ªas heredados de la dictadura.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.