La fiebre de la televisi¨®n interactiva
Compa?¨ªas de cable comprometen una inversi¨®n de 2 billones de pesetas en EE UU
Los grandes de la televisi¨®n por cable en los Estados. Unidos, amenazados por la competencia de las compa?¨ªas telef¨®nicas y de la televisi¨®n por sat¨¦lite, est¨¢n comprometiendo cuantiosas inversiones y realizando pruebas con grupos de espectadores para inundar la peque?a pantalla con nuevos servicios. El grupo Time Warner, que arrastra una deuda de 15.000 millones de d¨®lares, est¨¢ invirtiendo 5.000 millones m¨¢s (por encima de 600.000 millones de pesetas) en una ambiciosa "red de servicios completos", que incluye un centro de producci¨®n digital. Su principal rival en el cable, Tele Communications Inc (TC1), monta a toda velocidad su propio centro de televisi¨®n digital, que cuesta 130.000 millones de pesetas.El zapeo entre los 40 canales que pueden verse actualmente en Estados Unidos corre el riesgo de multiplicarse. Va a ser posible que el espectador pueda fabricarse una televisi¨®n a, la medida, a base de pedir la pel¨ªcula que le apetezca o el espacio de noticias que no puede ver cuando est¨¢ fuera de casa, con s¨®lo apretar un bot¨®n en su mando a distancia. Es la televisi¨®n interactiva.
En su conjunto, las compa?¨ªas de cable de los Estados Unidos han comprometido mucho dinero para conseguir que un n¨²mero creciente de personas se queden en sus casas, en lugar de salir a la calle: dos billones de pesetas, de aqu¨ª al fin del decenio. Todo este dinero se ir¨¢ en tecnolog¨ªa, en la mejora del cableado de fibra ¨®ptica y en los centros de distribuci¨®n de la se?al, as¨ª como en los terminales destinados a las casas (una caja descodificadora).
Los vecinos de Mickey
Pero Time Warner ha saltado aparentemente m¨¢s lejos que nadie. Ha iniciado en Orlando (Florida) las pruebas de un sistema interactivo completo, que las dem¨¢s compa?¨ªas no tienen previsto hasta el a?o 2000. As¨ª, cincuenta vecinos del rat¨®n Mickey se han convertido en los cobayas del sistema inventado por 60 ingenieros, dise?adores y creativos aportados por compa?¨ªas como Time Warner, Silicon Graphics y Scientific Atlanta, todos ellos en colaboraci¨®n con ATT.
A una hora en coche desde los famosos parques de Disney, en Florida, el grupo de personas elegido para el ensayo se dedica a pedir pel¨ªculas cuando quiere -y las obtiene al instante-; juega a trav¨¦s del televisor con vecinos de otros hogares; y encarga compras con s¨®lo pulsar un mando a distancia. El cobaya tiene a su disposici¨®n medio centenar de pel¨ªculas recientes, pero tambi¨¦n puede acceder al amplio cat¨¢logo de la Warner para elegir una cinta sin necesidad de acercarse al videoclub para alquilarla, como hac¨ªa hasta ahora.
Los elegidos para la prueba pueden ensayar el programa denominado "controles". Un clic en el mando a distancia y se bloquean algunos de los canales, por ejemplo los pornogr¨¢ficos o aquellos en que los ni?os corren el riesgo de comprar todo lo que les ofrece un dicharachero Bugs Bunny en funciones de vendedor. Todav¨ªa no, pero dentro de poco tiempo, el usuario tambi¨¦n podr¨¢ recibir en su pantalla el espacio de noticias que se perdi¨® o las clases a las que no pudo asistir.
Con independencia de su rentabilidad, el experimento de Florida resulta francamente atractivo desde el punto de vista tecnol¨®gico. Las 50 familias implicadas en la prueba est¨¢n encantadas, porque de momento es gratis. Pero la pregunta m¨¢s importante es: ?Cu¨¢ntos querr¨¢n pagar por esto cuando se comercialice?
Varios pasos m¨¢s atr¨¢s, en cuanto a la oferta de servicios, se, encuentran los planes de Tele Communications Inc, la principal cableoperadora de Estados Unidos. Esta empresa trabaja a marchas forzadas para equipar una gigantesca instalaci¨®n situada en Englewood, frente a las Monta?as Rocosas. Actualmente se emiten desde ah¨ª cinco canales para pel¨ªculas, pero se pretende centralizar la codificaci¨®n y emisi¨®n de varias decenas de canales nuevos, dedicados a proporcionar 10 o 12 pel¨ªculas al d¨ªa, repetidas de modo que comience una reciente cada quince minutos, y otra antigua cada hora. A esto lo llaman "una situaci¨®n pr¨®xima al v¨ªdeo bajo demanda"; no llega a ser la cinta deseada en el minuto siguiente a la. solicitud, pero s¨ª algo que multiplica la oferta.
?Por qu¨¦ quedarse detr¨¢s de la m¨¢s avanzada tecnolog¨ªa que ya est¨¢ probando Time Warner, al fin y al cabo el principal competidor de TO en el cable? "Demasiado dinero", dicen los expertos de esta compa?¨ªa tras mostrar sus instalaciones. Se han hecho experimentos en Omaha (Nebraska) y en Denver (Colorado) para un sistema de v¨ªdeo bajo de rrianda en tiempo real, donde los hogares utilizados no han consumido m¨¢s de tres pel¨ªculas al mes de media, un resultado algo pobre para recuperar la inversi¨®n antes de jubilarse. De modo que TC1 y otros operadores prefieren empezar con un paso menos ambicioso. Aparte de que nadie est¨¢ convencido de que el consumidor prefiera programar la televisi¨®n por s¨ª mismo, en vez de dejarse llevar por emisoras m¨¢s convencionales.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.