Olaz¨¢bal: "Apostar¨ªa por Ballesteros"
El defensor del Masters de Augusta confiesa que no llega en gran forma
Jos¨¦ Mar¨ªa Olaz¨¢bal, que empieza ma?ana a defender el Masters de Augusta, sabe que puede sufrir la maldici¨®n del ganador, esa especie de gafe que hizo que Severiano Ballesteros no pasara el corte el a?o siguiente a sus triunfos de 1980 y 1983, pero no la teme. Y sin embargo, no apostar¨ªa por ¨¦l sino por Ballesteros.
Cojeando ostensiblemente de su pie izquierdo y bajo un fuerte calor que anunciaba tormenta, Olaz¨¢bal se pas¨® ayer un par de horas practicando en el campo de Augusta en compa?¨ªa de Ballesteros y del otro espa?ol participante, el malague?o 'Miguel ?ngel Jim¨¦nez.
La misma rutina de siempre, aunque un poco m¨¢s acompa?ada: la gente hace m¨¢s caso a los campeones que a los desconocidos. El bar¨®metro de las apuestas, no. Olaz¨¢bal se cotizaba ayer 18-1, ligeramente mejor que Ballesteros (30-1), pero lejos de los favoritos de las agencias: el ingl¨¦s Nick Faldo (7-1), el estadounidense Phil Mickelson (10-1), el australiano Greg Norman (10-1) y el zimbabu¨¦s Nick Price (10-1). Todo un muestrario internacional que presagia otro a?o de sequ¨ªa para los locales.
Olaz¨¢bal, que el a?o pasado tom¨® el relevo de Ballesteros como ganador de un grande —cesi¨®n de poderes sellada con una nota de ¨¢nimo del c¨¢ntabro que el vasco ha perdido— est¨¢, sin embargo, dispuesto a devolver el testigo a su mayor. "Apostar¨ªa por ¨¦l", dijo ayer Olaz¨¢bal. "Seve est¨¢ jugando mejor, empieza a afeitar la bola como a ¨¦l le gusta hacerlo. Y todos sabemos lo mucho que le gustan este torneo y este campo. Eso es un extra, un punto de experiencia para intentarlo con todas sus fuerzas".
El sue?o de todos, incluido Olaz¨¢bal, ser¨ªa que el torneo se lo jugaran en el ¨²ltimo hoyo los dos mejores espa?oles, pero eso suena a utop¨ªa. Sobre todo, viendo como se desmarca. Olaz¨¢bal fija sus objetivos a m¨¢s largo plazo. "Este a?o, debido a la operaci¨®n en el pie, he jugado muy poco, s¨®lo un torneo en Espa?a y tres en Estados Unidos, y sin mucho ¨¦xito", dijo. "Sobre todo, no estoy muy bien con mi juego corto, que es el arma fundamental en este campo. Pero el a?o es largo y ya llegar¨¢ mi hora". O sea, maniobra de distracci¨®n intentando quitarse de encima unos cuantos moscones y la repetici¨®n de las condiciones en que lleg¨® el a?o pasado, como hombre sorpresa.
Una de las causas de la maldici¨®n del ganador, dicen, es el recuerdo del a?o del triunfo. Pero Olaz¨¢bal, un hombre raro en este mundo, cree que es todo lo contrario. "El haber ganado, el tener unos recuerdos que me van a durar toda la vida, me hace sentirme m¨¢s seguro. O sea, que no me importa la presi¨®n del ganador", dijo. "Siempre es magn¨ªfico ganar, y, aunque eso te someta a una presi¨®n extraordinaria, no me importa, porque esa presi¨®n extra significa simplemente que he alcanzado uno de mis objetivos como profesional. Ya me gustar¨ªa tener esa presi¨®n extra todos los a?os".Olaz¨¢bal alab¨® hasta lo inimaginable el campo de Augusta, "el mejor del mundo", dijo, los organizadores del torneo le respondieron con un halago poco com¨²n: entregar en la sala de prensa un resumen de sus declaraciones en otro idioma que no sea ingl¨¦s, o sea, en espa?ol. O algo parecido, porque la traducci¨®n la efectu¨® una m¨¢quina, al menos poco ducha.
As¨ª el glorioso Masters se traduce por Amos. Cuando Olaz¨¢bal habla de los greens, resulta que opina de los verdes, que "ser¨¢n empresa bonita" (del ingl¨¦s pretty firm, que en castellano correcto significa "muy firmes"). Campo (course en ingl¨¦s) viene a ser curso, y los b¨²nkers se transforman en arcones. Y as¨ª durante 12 folios.
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