Deportados sin derecho a la tierra
Los t¨¢rtaros intentaron en numerosas ocasiones volver a Cr¨ªmea desde las regiones asi¨¢ticas a las que hab¨ªan sido deportados en 1944. Sin embargo una y otra vez: fueron rechazados.En Uzbekistan , donde constitu¨ªan una comunidad muy numerosa, los t¨¢rtaros despidieron con m¨²sica a los primeros compatriotas que emprendieron el camino de retorno a Crimea en 1967, al ser rehabilita dos. En pen¨ªnsula, sin embargo,Ies recibieron con - y Unas instrucciones secretas prohib¨ªan su empadronamiento. las dificultades no impidieron que en la ¨¦poca de Leonid Br¨¦znev unos 14.000 t¨¢rtaros se instalaran en la pen¨ªnsula, seg¨²n Mustaf¨¢ Shemiliev. Quienes no consiguieron afincarse en Crimea se instalaron en las zonas vecinas, en el C¨¢ucaso del Norte, en las regiones del sur de Rusia, en espera del momento so?ado., A finales de los ochenta,el regreso se hizo: masivo. Los t¨¢rtaros renunciaron a, reconquistar sus antiguos hogares y adquirieron casas con contratos privados, que se, legalizaban en cuanto el comprador consegu¨ªa empadronarse. Y cuando un t¨¢rtaro se registraba legalmente le segu¨ªan todos los dem¨¢s. En aquellos tiempos fueron, de pueblo en pueblo manifest¨¢ndose junto, a las estatuas de Lennin, organizando ocupaciones masivas y poniendo a las autoridades ante hechos con sumados como viviendas erigidas en una s¨®la noche. Los poderes locales legalizaban veces las obras, pero tambi¨¦n mandaban molerlas. Hoy, las dificultades para el retorno y a construcci¨®n de casas no son pol¨ªticas, sino econ¨®micas. Con la venta de un piso en, Uzbekist¨¢n apenas se puede pagar una mudanza a Crimea, y aficar una casa puede costar , entre 10.000 y, 70.000 d¨®lares (de 1,3 millones a 9 millones de pesetas), con unos sueldos medios inferiores a los 50 d¨®lares al mes (unas 65.000 pesetas).
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