Sensacionalismo
Acabo de contemplar at¨®nita en la pantalla de mi televisor c¨®mo Isabel Gemio entrevistaba a dos paral¨ªticos cerebrales acerca de sus pr¨¢cticas sexuales, al tiempo que les preguntaba si cuando abandonaban sus respectivas sillas de ruedas eran capaces de representar, en la intimidad de su alcoba, las famosas escenas de cama con las que Sharon Stone y el compa?ero de turno recrearon los ojos de millones de espectadores. Sin habernos recuperado del shock, nos dice que Cayetana, su siguiente invitada, va a escandalizamos. Se trataba de una se?ora de 68 a?os que, v¨ªctima de una ludopat¨ªa, practica la prostituci¨®n en ascos y salas de varios cines pomo. Pero Cayetana, al contrario que su interlocutora, no me ha escandalizado. Quiz¨¢ por ser estudiante de Medicina, o quiz¨¢ por ser simplemente humana, pienso que una persona cae en lo m¨¢s bajo cuando se recrea en la enfermedades ajenas y convierte las desdichas en la atracci¨®n central de un circo que pretende llenar su aforo a base de sensacionalismo.-
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