El 'caso Severo Moto' echa por tierra la estrategia pol¨ªtica del Gobierno espa?ol en Guinea Ecuatorial
La diplomacia espa?ola "ech¨® por la puerta a Guinea Ecuatorial en diciembre de 1993, pero 16 meses despu¨¦s ha vuelto a entrar por la ventana". La frase, de un alto cargo de Asuntos Exteriores, pone de relieve hasta qu¨¦ punto el llamado caso Severo Moto ha dado al traste con los intentos de Madrid por desactivar la carga conflictiva de su relaci¨®n, con su ¨²nica ex colonia en el ?frica subsahariana, que repercute incluso sobre la pol¨ªtica interior espa?ola.
Miguel ?ngel Moratinos, entonces reci¨¦n nombrado director de Pol¨ªtica Exterior para ?frica, se prometi¨® en diciembre de 1993 que la crisis con el r¨¦gimen de Teodoro Obiang, provocada por la expulsi¨®n del c¨®nsul espa?ol en Bata, Diego S¨¢nchez Bustamante, iba a ser la ¨²ltima.Se trataba de acabar con la permanente tensi¨®n hispano-guineana, a la que la prensa espa?ola dedicaba r¨ªos de tinta, criticando con frecuencia al Ejecutivo, y que suscitaba adem¨¢s interpelaciones de parlamentarios del Partido Popular (PP) y de, Izquierda Unida (IU) que ped¨ªan un recorte de la ayuda al desarrollo y un mayor apoyo a la democratizaci¨®n del pa¨ªs. "Guinea apenas tiene 350.000 habitantes, pero absorb¨ªa a veces m¨¢s energ¨ªas en este ministerio que Estados Unidos", dice un diplom¨¢tico.
El compromiso con la democratizaci¨®n de la ex colonia lo adquiri¨® el propio presidente del Gobierno, Felipe Gonz¨¢lez, cuando, por primera vez, visit¨® Malabo y Bata en noviembre de 1991. En aquella ¨¦poca la pol¨ªtica espa?ola con relaci¨®n a Guinea se llevaba casi exclusivamente en la Moncloa, porque el entonces ministro de Exteriores, Francisco Fern¨¢ndez Ord¨®?ez, estaba convencido de que nunca sacar¨ªa provecho de ella. En consecuencia, la traspas¨® a Presidencia del Gobierno.
En Bata, Obiang prometi¨® a su hu¨¦sped que promulgar¨ªa una amnist¨ªa y convocar¨ªa elecciones democr¨¢ticas, y Gonz¨¢lez se crey¨® que Espa?a, asumiendo su responsabilidad hist¨®rica, podr¨ªa pilotar la transici¨®n en su ex colonia. Las elecciones legislativas que se celebraron dos a?os despu¨¦s acabaron de convencerle de que hab¨ªa sido enga?ado.
La expulsi¨®n del c¨®nsul espa?ol en Bata fue la gota de agua que colm¨® el vaso. En diciembre de 1993 se redise?¨® la pol¨ªtica a seguir con relaci¨®n a Guinea. A grandes rasgos, Moratinos preconiz¨® con ¨¦xito ante su superiores efectuar dos modificaciones: desistir en el in¨²til empe?o de liderar la democratizaci¨®n, pero mantener el apoyo concreto a la oposici¨®n democr¨¢tica, y reducir a lo esencial la cooperaci¨®n para no dar pie a m¨¢s denuncias sobre su aprovechamiento por el r¨¦gimen de Obiang.
El recorte fue brutal. La cooperaci¨®n pas¨® de 1.900 millones de pesetas en 1993 a 950 en 1994, y para este a?o est¨¢n previstos 1.250 millones. Se suprimieron los programas de apoyo al funcionamiento de organismos oficiales, incluidos los ministerios de Educaci¨®n y Sanidad, y las becas a los militares. Se cancel¨® adem¨¢s la asistencia t¨¦cnica a la radiotelevisi¨®n guineana.
Se mantuvieron los programas humanitarios y educativos. El grueso de la ayuda p¨²blica espa?ola la suministran la Federaci¨®n Espa?ola de Religiosos de la Ense?anza y la Federaci¨®n Espa?ola de Religiosos Sanitarios. En ning¨²n momento pasa por las instituciones oficiales del pa¨ªs..
La f¨®rmula de Moratinos dio resultados durante 16 meses. Guinea Ecuatorial desapareci¨® de, las p¨¢ginas de los peri¨®dicos. La vuelta a su pa¨ªs del m¨¢s c¨¦lebre de sus exiliados, Severo Moto, su detenci¨®n domiciliaria y su posterior encarcelamiento han hecho a?icos la estrategia dise?ada por el Ministerio de Asuntos Exteriores.
El Gobierno espa?ol se ha visto involucrado de nuevo en los problemas internos guineanos. Lo est¨¢ incluso m¨¢s que antes. No s¨®lo Gonz¨¢lez ha escrito a Obiang pidi¨¦ndole la liberaci¨®n de Moto, sino que, previamente, sugiri¨® al Rey que llamase por tel¨¦fono al presidente ecuatoguineano para rogarle que lo excarcelase. Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar, el l¨ªder del PP, ha hecho tambi¨¦n gestiones paralelas.
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