El laberinto de Los C¨¢rmenes

Va un paseante por la calle de Ariza, en el barrio de Los C¨¢rmenes(distrito de Latina) y pregunta: "Oiga, ?esto de aqu¨ª enfrente tambi¨¦n es la calle de Ariza?. "Claro, claro", responde una vecina, "aqu¨ª todo es la calle de Ariza". Y es cierto. La calle de Ariza contiene m¨¢s de 200 n¨²meros, todos pares. Serpentea, se parte, desaparece y resurge de repente a un centenar de metros de distancia.Los vecinos ya est¨¢n acostumbrados a vivir en un barrio que a su vez es un laberinto; pero, por la noche, sigue sin gustarles nada tener que salir de casa para indicar a una ambulancia de urgencias d¨®nde viven o d¨®nde est¨¢ el enfermo. Las instrucciones dadas por tel¨¦fono en este barrio no sirven de nada.

Aqu¨ª se pierde el butanero, el cartero, el repartidor de propaganda. Aqu¨ª se pierden los taxis y los m¨¦dicos y hasta los Testigos de Jehov¨¢, que m¨¢s de una vez han tenido que abandonar el barrio sin haber encontrado la vivienda de un determinado adepto. Los propios vecinos apelan a una resignaci¨®n alimentada por la costumbre (llevan m¨¢s de cuatro a?os viviendo en este desbarajuste num¨¦rico) y describen sin mayor ¨¦nfasis las contradicciones urban¨ªsticas del barrio.

Un ejemplo de ¨¦stas es la calle de Gallur. Cuenta s¨®lo con n¨²meros impares (501) y se divide en m¨¢s de ocho tramos distintos, repartidos entre calles, callejuelas, bocacalles, alguna plazuela, una plaza grande y alg¨²n portal solitario y esquinado. En uno de los tramos (en realidad, una bocacalle independiente y estrecha, pero que por los azares urban¨ªsticos tambi¨¦n se llama Gallur) conviven dos portales contiguos. Uno de los portales es el 47; el otro, ?el 149!, que, para m¨¢s desconcierto, tambi¨¦n es el antiguo 1238. Si alguien quiere llegar al portal n¨²mero 49 de la calle de Gallur, por tanto, no lo encontrar¨¢ al lado del 47, sino un centenar de metros a la derecha, en un tramo perpendicular.

La calle de Ariza tambi¨¦n posee propiedades metamorfoseantes. Se trenza y se combina con la de Gallur como si entre la dos quisieran liar a todos los habitantes de la zona. Pero tambi¨¦n posee cualidades ¨²nicas. Al final de uno de los tramos de esta calle, que,aunque no posea n¨²meros impares,s¨ª que cuenta con portales a uno y a otro lado, aparecen dos n¨²meros enfrentados: en un lado el 70 y enfrente el 72 . Seg¨²n va recorriendo uno la calle, el visitante se en cuentra que del 70 se pasa al 68, luego al 66, etc¨¦tera. Por el otro lado, del 72 pasamos al 74, al 76, al 78, etc¨¦tera. Al final del tramo, uno, estupefacto, se da cuenta de que el n¨²mero 62 est¨¢ mucho m¨¢s cerca del n¨²mero 80 que del 70 o del 74.

Por estas calles vagaba medio desesperado el pasado jueves Francisco Garc¨ªa, de unos 35 a?os, repartidor de propaganda a domicilio. "Llevo viniendo al barrio desde hace m¨¢s un a?o. y todav¨ªa no he comprendido bien esto de que un n¨²mero est¨¦ aqu¨ª y otro en Pek¨ªn", cuenta. Pregunta a unas vecinas un n¨²mero de la calle de Gallur, y las vecinas, que llevan en el barrio m¨¢s de 30 a?os, responden con una sinceridad reveladora: "No sabemos, porque esto es siempre un l¨ªo".

Paquita Fern¨¢ndez, propietaria de una farmacia, cuenta que los clientes que acuden cuando el establecimiento est¨¢ de guardia por la noche se topan con much¨ªsimas dificultades para encontrarla. "Ha habido mucha gente que se ha vuelto loca dando vueltas sin encontrar d¨®nde estamos", cuenta Fern¨¢ndez. No es extra?o: la farmacia se encuentra en el n¨²mero 128 de Ariza, exactamente el mismo n¨²mero que el de un portal que se encuentra en el mismo inmueble, pero que da al lado opuesto de la calle. ?De la calle?