El prisionero de Intxaurrondo

Al coronel Enrique Rodr¨ªguez Galindo le definen sus amigos como "serio en el trabajo y simp¨¢tico con los amigos". Aficionado al cine, lleva m¨¢s de dos lustros sin pisar una sala, "obligado por las circunstancias". Reconoce que a veces se siente prisionero en su propio cuartel del barrio donostiarra de Intxaurrondo, una especie de gueto donde convive con 500 ni?os y 2.000 adultos. "M¨¢s gente que en mi primer destino de Cantavieja", ha dicho en alguna ocasi¨®n. Nunca sale del cuartel, excepto cuando tiene que dirigir una operaci¨®n anti-ETA o "hacer los honores" a alg¨²n amigo de Madrid que va a visitarle. En este caso, se viste de paisano, almuerza frugalmente y regresa a Intxaurrondo.Rodr¨ªguez Galindo, hijo de un brigada de la Guardia Civil, naci¨® en Granada en 1939, tres meses antes del final de la guerra civil. Ingres¨® en 1960 en la academia militar de Zaragoza y, siendo cadete, conoci¨® a la que ser¨ªa su esposa, Mar¨ªa Fernanda, hija de un militar. Es el n¨²mero 2 de su promoci¨®n. Tiene cinco hijos -tres hombres y dos mujeres- uno de los cuales tambi¨¦n es guardia.

Rodr¨ªguez Galindo inici¨® su carrera como teniente al mando del destacamento de Cantavieja, un pueblo de Teruel que entonces contaba con 800 vecinos. Despu¨¦s fue destinado a Guinea, donde estuvo hasta el 4 de abril de 1969. "Fui el ¨²ltimo de los ¨²ltimos en salir de aquel pa¨ªs", cuenta. Y a?ade que aquella fue la etapa m¨¢s bonita de su vida profesional por ser la m¨¢s aventurera.

Tras la ¨¦poca de la Guinea de Mac¨ªas, el hoy coronel fue capit¨¢n de Tr¨¢fico, en C¨¢diz y luego jefe del subsector de Tr¨¢fico de San Sebasti¨¢n. Desde ese momento qued¨® prisionero de su destino en el Pa¨ªs Vasco, donde lleva los ¨²ltimos 13 a?os.

Rodr¨ªguez Galindo "duda" que sea el m¨¢ximo experto de ETA en la Guardia Civil, pese a que as¨ª est¨¢ considerado por la mayor¨ªa de sus compa?eros. Desde que ocupa la jefatura de la comandancia de Intxaurrondo ha enterrado a casi un centenar de guardias civiles. Cuando le matan a uno de sus hombres reconoce que le gustar¨ªa "tirar la toalla". Y a?ade: "Lo peor de esos momentos es que uno no sabe qu¨¦ decir a la familia del guardia asesinado".

Todas las medallas

El coronel-que-m¨¢s-sabe-de-ETA luce la pechera de su uniforme plagada de condecoraciones. Seg¨²n un amigo, "tiene pr¨¢cticamente todas las que hay en la Guardia Civil", entre ellas la medalla de oro, que aparte de ¨¦l, poseen un cabo que result¨® herido en un tiroteo con etarras y el sargento Guerrero, quien liber¨® con un pu?ado de hombres al industrial Saturnino Orbegozo cuando estaba secuestrado por ETA.Hasta sus leales reconocen que Rodr¨ªguez Galindo "tiene enemigos incluso en la Guardia Civil". Contra ¨¦l han surgido repetidas acusaciones de corrupci¨®n o de usar m¨¦todos irregulares en la lucha antirrorista. Pero el coronel argumenta que nadie las ha demostrado, aunque m¨¢s de un agente destinado a sus ¨®rdenes ha sido encausado por torturas. Hoy, su nombre vuelve a estar en el ojo del hurac¨¢n por el caso Lasa/Zabala. Este oficial, que realiza en Madrid el curso de ascenso a general, se?ala que no tiene "ning¨²n recuerdo agradable" de sus 35 a?os en la Guardia Civil. Ni siquiera la captura de la c¨²pula etarra en 1992 en Bidart merece para el coronel de Intxaurrondo esa consideraci¨®n.