?Detuvo Rold¨¢n a los polic¨ªas?
El autor critica la apertura de una investigaci¨®n judicial sobre la falsificaci¨®n de los papeles de Laos
Todos los hombres tiene el seritido de lo justo y de lo injusto, de lo que est¨¢ bien y de lo que est¨¢ mal, Y saben juzgarlo y lo juzgan en sus conciencias. Todos saben lo que es l¨®gico investigar y perseguir, y lo que el sentido com¨²n, la l¨®gica y la racionalidad dice que no debe ser objeto de un procedimiento penal, que no tiene por que ser perseguido e investigado penalmente.Hago esta reflexi¨®n al hilo de lo que est¨¢ ocurriendo con la detenci¨®n e ingreso en prisi¨®n de Luis Rold¨¢n.
Por el caso Rold¨¢n se siguen en la actualidad, que yo sepa seg¨²n informa la prensa, al menos tres grupos de procedimientos penales. Un primero, que con toda discreci¨®n y seriedad est¨¢ instruyendo la magistrada-juez Ana Ferrer por todos los delitos que se le imputan: malversaci¨®n, de caudales p¨²blicos, tr¨¢fico de influencias, fraude fiscal, etc¨¦tera.
Un segundo, por las acusaciones que, en su af¨¢n de exculparse y defenderse, Luis Rold¨¢n ha formulado contra miembros del Gobierno y ex altos cargos del Ministerio del Interior.
Un tercero, por su venida desde Laos y Tailandia a ?spa?a y su detenci¨®n e ingreso en prisi¨®n.
Es a este ¨²ltimo procedimiento al que quiero referirme, pues si bien es leg¨ªtimo y razonable que los medios de comunicaci¨®n y cualquier persona curiosa, y m¨¢s si fuera escritor de novelas policiacas, quieran saber y conocer c¨®mo se detuvo a Luis Rold¨¢n y c¨®mo se consigui¨® que viniera a Espa?a, no parece razonable que por estos hechos se abra un procedimiento penal, y se monte una investigaci¨®n judicial para averiguar qui¨¦nes intervinieron en el colosal y majestuoso enga?o que ha posibilitado que Luis Rold¨¢n est¨¦ hoy en la c¨¢rcel. No veo por ning¨²n lado a cuento de qu¨¦ un juez tan ocupado como Garz¨®n lleva gastadas decenas y decenas de horas de su precioso tiempo en averiguar como se enga?¨® a Rold¨¢n y en tratar de dar entidad penal a este hecho.
Al paso y camino que llevamos, podr¨ªa ocurrir que los polic¨ªas que intervinieron, sus superiores y qui¨¦n sabe qui¨¦n m¨¢s terminaran en la c¨¢rcel acompa?ando a Rold¨¢n, no tanto por haberlo detenido sino por haberlo, enga?ado y, sobre todo, por no decir c¨®mo ni con qui¨¦nes han realizado el enga?o.
Rold¨¢n y sus actividades delictivas, y el hecho de que, ?por fin!, el gran pr¨®fugo de la justicia, el gran enga?ador, el gran ansioso, el prototipo de la avaricia para muchos ciudadanos, est¨¦ detenido y a disposici¨®n de la justicia parece que ya no es lo importante. Lo importante hoy es saber, conocer y exigir responsabilidades a los que lo han logrado detener, traer a Espa?a y ponerlo a disposici¨®n de la justicia.
?A qui¨¦n molesta que a un hombre como Luis Rold¨¢n, que engan¨® a una instituci¨®n como la Guardia Civil, a todos los socialistas que confiaron en ¨¦l y, en definitiva, a toda Espa?a, le hayan enga?ado? ?C¨®mo quer¨ªan que viniera a Espa?a desde Laos, Tailandia o la vieja Cochinchina? ?Dici¨¦ndole que se le iba a juzgar por todos los delitos y que pod¨ªa ser condenado a decenas y decenas de a?os, o haci¨¦ndole creer que estaba consensuando y pactando unas condiciones especiales de entrega? Nadie puede pensar que a un personaje como Luis Rold¨¢n, avisado como pocos, astuto y desconfiado, se le puede enga?ar como a un ni?o. El enga?o ten¨ªa que ser tan sutil, tan sofisticado, tan enrevesado y complejo como el personaje es de desconfiado, astuto, sagaz y simulador. Y nacen as¨ª el capit¨¢n Kan, el viaje a Laos, los faxes, los d9cumentos lacrados y secretos y todo cuanto fuera necesario.Pero hay que saber qui¨¦n ha hecho el enga?o, qui¨¦n ha inventado la documentaci¨®n. Esa es la gran cuesti¨®n. Y la cuesti¨®n, el asunto, es tan importante que necesita un juez importante; tan importante, tan famoso, tan instructor como Garz¨®n. ?l s¨ª que llegar¨¢ al final. ?l s¨ª descubrir¨¢ y castigar¨¢ a los que para poner a Rold¨¢n a disposici¨®n de la justicia y encerrarlo en prisi¨®n lo enga?aron. ?l, s¨®lo ¨¦l, puede llevar el caso Rold¨¢n. ?l, s¨®lo ¨¦l, se ocupar¨¢ de su seguridad. M¨¢s geos para Rold¨¢n, m¨¢s protecci¨®n en la c¨¢rcel a Rold¨¢n. Las c¨¢rceles, ya se sabe, no son suficientemente seguras, y a delincuentes convictos como Amedo y Dom¨ªnguez hay que excarcelarlos y dotarles en la calle de protecci¨®n policial para que est¨¦n seguros y puedan ir a bares, restaurantes y salas de Fiesta. Divi¨¦rtase, pero seguro.
El fiscal general del Estado planteando una cuesti¨®n de competencia para ver qu¨¦ juez debe instruir este caso, y el Tribunal Supremo decidiendo qu¨¦ juez debe investigar qui¨¦n o qui¨¦nes enga?aron a Rold¨¢n y c¨®mo lo enga?aron.
Y la oposici¨®n, el PP e IU, preguntando en el Parlamento al ministro Belloch: ?Qui¨¦n hizo los documentos? ?C¨®mo han tra¨ªdo a Rold¨¢n? ?C¨®mo se han atrevido a enga?arle con unos documentos? Primero dijeron que lo hab¨ªan dejado escapar; luego, que no quer¨ªan encontrarlo; m¨¢s tarde, que estaba muerto; por ¨²ltimo, que se hab¨ªa pactado con ¨¦l, para que no hablase. Todo se ha demostrado que no era cierto. Dimita usted, se?or ministro, han enga?ado a Rold¨¢n y no nos dice c¨®mo; cu¨¦ntenos qui¨¦n lo enga?¨® y qui¨¦n falsific¨® los documentos. D¨ªganoslo, si lo sabe, y si no lo sabe, dimita tambi¨¦n por no saberlo. Lo denunciaremos y nos personaremos en el procedimiento. Tambi¨¦n lo har¨¢ Ruia-Mateos.
Yo pienso que los ciudadanos entienden lo que digo. No es l¨®gico, no tiene sentido com¨²n lo que ocurre. No puede ser verdad, porque la realidad, tan triste por otro lado, de los m¨²ltiples enga?os de Rold¨¢n, de los asesinatos de los GAL, de la penosa aparici¨®n de los restos de dos personas que podr¨ªan corresponder a los cuerpos torturados de Lasa y Zabala, de la instrumentalizaci¨®n de estos hechos por Herri Batasuna y los terroristas de ETA, no se merece esto.La realidad quiere jueces que instruyan callada y met¨®dicamente los procedimientos. Que busquen la verdad con objetividad. Que no hagan pol¨ªtica, que no se consideren un poder por encima de los otros poderes del Estado y que sean responsables de sus actuaciones. Que sepan que en ninguna democracia ning¨²n poder es omn¨ªmodo. Que los tres cl¨¢sicos poderes de Montesquieu, el legislativo, el ejecutivo y el judicial, son los tres independientes, tienen sus l¨ªmites y responden ante la soberan¨ªa popular.
Carlos Sanju¨¢n de la Rocha es diputado socialista por M¨¢laga.
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