Mansada cautelar
Rojas / Mendes, Rinc¨®n, Chamaco
Cinco toros de Gabriel Rojas (5?, devuelto por impresentable y cojo), mal presentados, 2? y 3? anovillados, mansos de solemnidad. Sobrero de Hermanos Astolfi, anovillado, asardinado y amoruchado. V¨ªctor Mendes: pinchazo y estocada corta muy tendida (silencio); 4? apuntillado pues se rompi¨® una pata (silencio). C¨¦sar Rinc¨®n: pinchazo y estocada honda baja (silencio); pinchazo y estocada delantera baja (silencio). Chamaco: pinchazo y estocada ca¨ªda (aplausos y saludos); pinchazo y estocada honda baja (silencio).
Plaza de La Maestranza, 18 de, abril. 3? corrida de feria. Tres cuartos de entrada.
, El Tribunal Superior de Justicia de Andaluc¨ªa suspendi¨® cautelarmente la inhabilitaci¨®n de la ganader¨ªa de Gabriel Rojas anunciada ayer, y por tanto se lidi¨®. Y result¨® una mansada. La mansada cautelar: he aqu¨ª un t¨ªtulo para la historia. La mansada cautelar pasar¨¢ a los anales de la tauromaquia y a los de la jurisprudencia hispana.
Mansada donde las haya fue lo que sac¨® el inhabilitado -luego habilitado cautelarmente ganadero Gabriel Rojas. Todos sus toros aparecieron tan mal presentados, que daban risa. Sal¨ªan al sol, correteaban como lilas por el albero proclamando su mansedumbre, y a medida que pasaba el tiempo se iban haciendo m¨¢s mansos a¨²n. Acaso eran moruchos; seguramente productos c¨¢rnicos, o ese esp¨¦cimen nuevo que han conseguido los ganaderos mediante sofisticadas eruzas, conocido por el toro tonto de baba.
Para defender semejantes ru¨ªnas se movilizaron el ganadero, sus abogados, los estamentos taurinos, y lograron que tomara medidas (cautelares, por supuesto) el Tribunal Superior de Justicia de Andaluc¨ªa. Hasta el mismo C¨¦sar Rinc¨®n dio la cara, y avis¨® que si no autorizaban su lidia, se caer¨ªa del cartel.
Hab¨ªa una raz¨®n incontrovertible para la suspensi¨®n cautelar de la inhabilitaci ¨®n, que dict¨® la Junta de Andaluc¨ªa: si el mes de inhabilitaci¨®n ca¨ªa dentro de las fechas en que el ganadero ten¨ªa vendidas sus corridas, no las podr¨ªa lidiar.
La reflexi¨®n es digna de Bonfante. Ahora se sabe, tras esta sesuda conclusi¨®n, que en fiesta taurina las habilitaciones han de hacerse por Navidad, de este tenor: "Queda inhabilitado el ganadero desde la Nochebuena hasta la noche de San Silvestre". Con un. cl¨¢usula cautelar, naturalmente, por si en ese per¨ªodo de tiempo a alguien se le ocurre organizar un festejo taurino, pues no ser¨ªa justo que se lo perdiera el ganadero inhabilitado.
Un congreso de ganaderos, reunido estos d¨ªas en Sevilla, estudiar¨¢ sus garant¨ªas jur¨ªdicas y la autorregulaci¨®n de la fiesta. La intenci¨®n es buena, indudablemente, aunque vacua; pues garant¨ªas jur¨ªdicas las tienen todas y no estar¨¢ autorregulada la fiesta pero es evidente que hacen en ella lo que les da la real gana.
Ejemplo: soprendidos en afeitado -que es fraude vil-, se revuelven, recurren, exigen pruebas y contrapruebas, marean la perdiz, con lo cual consiguen que pase un a?o -en puertas las corridas que tienen vendidas y, al llegarles la sanci¨®n, se van al Tribunal Superior de Justicia, que la suspende cautelarmente. No s¨®lo eso sino que haciendo gala de un ejemplar esp¨ªritu de colaboraci¨®n y de unidad de destino en lo universal, cogen la resoluci¨®n los taurinos, convocan rueda de prensa y la dan a conocer por medio del apoderado de uno de los toreros que ha de torear los toros inhabilitados, constitu¨ªdo en portavoz.
La fiesta no conoci¨® desfachatez mayor en toda su historia.
De la mansada dieron cuenta los diestros como pudieron, que fue poco. Precavido y sin recursos Rinc¨®n; pesad¨ªsimo y torpe con las banderillas Mendes; voluntarioso Chamaco. Y as¨ª transcurrieron las dos horas y media de corrida; se dice pronto.
Se?oras y senores: qu¨¦ bochorno cautelar y qu¨¦ insufrible tostonazo.
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