?Vaya con el mobiliario urbano!

La idea, decimon¨®nica en el dise?o. La variedad, innumerable. Hay esquinas en donde he contado hasta seis cosas, y diferentes, colocadas por el Ayuntamiento.Los de ahor a son ins¨®litos y, como es natural, contribuyen a dificultar m¨¢s el tr¨¢nsito de los peatones, que lo tenemos cada vez peor y m¨¢s peligroso.

Desde que uno se baja del autob¨²s ya por un lado no se puede ir porque est¨¢, una mampara de anuncio, odiosa y molesta; por el otro, el cristal, el poste (a veces varios) indicador de la linea (que no s¨¦ por qu¨¦ no est¨¢ integrado en la marquesina), una papelera, un ¨¢rbol y un jardincillo Por el que hay que pisar necesriamente. A los pocos metros, sem¨¢foro, farola con papelera, poste indicador de calles (fondo marr¨®n que no se ve), armario de Correos, una prohibici¨®n de estacionamiento, otra de giro y, por ¨²Itimo, ?all¨ª est¨¢!, la mampara nueva en la que, por ahora, s¨®lo se anuncia "?Qu¨¦ grande es Madrid!", algunas con un m¨ªnimo recipiente para pilas que se pod¨ªa haber resuelto habilitando una papelera de las muchas y diferentes que hay. Claro que toda esta variedad le distrae a una de los baches y baldosas reci¨¦n puestas que se mueven, de los mojones variados de hierro para impedir que se estacionen los coches y, c¨®mo no, de la multitud de cacas de perro que hay por todas partes, con ab soluta impunidad de sus due?os.

Todo esto hace que sea un peligro salir a la calle y que una se averg¨¹ence de vivir en esta ciudad, en la que toda suciedad y arbitrariedad tiene su asiento