El Milan ir¨¢ por la sexta
El Milan toma posiciones. Sobrevuela la final de Viena ante el Ajax un asunto capital: el proyecto multimedia de Berlusconi se dispone al asalto de la sexta Copa de Europa del Milan, un list¨®n capaz de remover los cimientos. Salta a la vista el debate que se avecina sobre el orden jer¨¢rquico de la historia del f¨²tbol europeo: a qui¨¦n dar m¨¢s valor, al Madrid de la posguerra o a este Milan de final de siglo.Y es curioso observar c¨®mo el Milan estira el ciclo vital de sus jugadores emblem¨¢ticos sin perder la compostura en los grandes momentos. A eso se le llama grandeza con may¨²sculas. Anuncian los especialistas que su fin est¨¢ pr¨®ximo, pero no hay agon¨ªa por ning¨²n lado. El Milan sigue siendo poderoso. Se le adivina la edad pero en el combate no deja de ser majestuoso. Su secreto es saber dominar el escenario.
A su lado, el Paris Saint Germain fue un d¨¦bil adversario. En Par¨ªs y ayer en Mil¨¢n. Su frescura se transform¨® en impotencia en cuanto tuvo que cotejar sus poderes con los italianos, se?al de que sus credenciales quiz¨¢ eran exageradas. Una cosa es el f¨²tbol de sal¨®n y otra la Copa de Europa. El intr¨¦pido Ginola y el explosivo Weah quedaron abandonados a su suerte. El Milan aplic¨® una camisa de fuerza en el centro del campo, parti¨® por la mitad a los franceses y tard¨® 20 minutos en dejar la eliminatoria resuelta.
No hubo f¨²tbol para recrearse la vista. El Milan no tiene escr¨²pulos: es consciente de que ha perdido estilo pero tambi¨¦n de que tiene capacidad disuasoria. Sus limitaciones no merman su ambici¨®n; su juego no es fruct¨ªfero ni agradable, pero puede ser demoledor. Y a estas alturas nadie est¨¢ dispuesto a discutirle su grandeza: jugar cinco finales en siete a?os es un indudable ejercicio de hegemon¨ªa.
El partido qued¨® reducido a dos acciones impecables de Savicevic. Velocidad, control, calidad y punter¨ªa. Fue un trabajo r¨¢pido y limpio. No hubo forcejeo alguno. El Milan asest¨® dos pu?aladas certeras mediado cada tiempo. Y el rival se desinfl¨®. La semifinal qued¨® en un tr¨¢mite. El Milan escribe su propia historia y de paso la del f¨²tbol europeo. La sexta Copa de Europa est¨¢ en su horizonte. Ojo: no conviene insistir de momento sobre su presunta decadencia.
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