Una arritmia aconseja a los m¨¦dicos hospitalizar a Aznar

A las cinco y treinta y cuatro minutos de la tarde, ocho horas y cuatro minutos despu¨¦s de haber ingresado en la cl¨ªnica Ruber, Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar cruz¨® la puerta de salida, se dirigi¨® hacia un enjambre de c¨¢maras y periodistas, y anunci¨® que cambiaba sus planes y suspend¨ªa su audiencia con el Rey: "Los m¨¦dicos son muy buenos, pero un poco pesados y mani¨¢ticos, y no me dejan salir". La man¨ªa a la que se refer¨ªa el l¨ªder del Partido Popular, que le oblig¨® a permanecer internado y en observaci¨®n toda la noche, era la preocupaci¨®n de los m¨¦dicos por una arritmia que se le detect¨® durante la exploraci¨®n, aunque ya se le hab¨ªa manifestado en 1093, cuando fue intervenido de una hernia en la misma cl¨ªnica.A ello se sum¨® la precauci¨®n m¨¦dica habitual en torno a alguien que ha sufrido los efectos de una brutal explosi¨®n, como consecuencia de la cual result¨® violentamente proyectado contra los asientos delanteros del coche.

La declaraci¨®n de Aznar a las puertas del centro hospitalario la grabaron los magnet¨®fonos y las c¨¢maras de televisi¨®n, pero muy pocos consiguieron o¨ªrla, porque el millar de personas que se agolpaba en la calle irrumpi¨® en aplausos y gritos de "?presidente, presidente!".

Media hora antes tambi¨¦n se hab¨ªa aplaudido la salida de la esposa de Aznar, Ana Botella. En ese momento todav¨ªa se daba por cierto que el presidente del PP manten¨ªa su programa con una visita al palacio de la Zarzuela para una audiencia con el Rey.

La audiencia estaba prevista con anterioridad, pero, con el cambio de planes, el presidente del PP ocup¨® la habitaci¨®n 217 del hospital, y las dos contiguas fueron habilitadas como salas de visitas.

Llamaron por tel¨¦fono para interesarse por su estado el vicepresidente del Gobierno, Narc¨ªs Serra; el presidente de la Autoridad Nacional Palestina, Yasir Arafat -con quien convers¨® hace una semana en Gaza-; Jordi Pujol, Adolfo Su¨¢rez, Emilio Bot¨ªn, Jos¨¦ Mar¨ªa Cuevas, C¨¢ndido M¨¦ndez, Giscard D'Estaing y decenas de personalidades.

Visitaron la cl¨ªnica muchos diputados del Partido Popular, entre otros Jos¨¦ Mar¨ªa Michavila, Ram¨®n Aguirre, Juan Carlos Zunzunegui, Jes¨²s Posada, Luis de Torres o Manuel Arqueros. Todos aseguraron que estaba bien, tranquilo y sereno. Tambi¨¦n acudieron representantes de otros partidos como Diego L¨®pez Garrido de Izquierda Unida, que no vio directamente a Aznar, porque, seg¨²n explic¨®, en ese momento estaba sedado y descansando, pero estuvo con los diputados Loyola de Palacio y Jos¨¦ Mar¨ªa Robles Fraga.

A las dos menos veinte lleg¨® a la cl¨ªnica el ex presidente del Gobierno Leopoldo Calvo Sotelo y dos minutos despu¨¦s, Ana, la hija de Aznar, de 13 a?os, que ven¨ªa del colegio. Los dos fueron aplaudidos.

A las cuatro menos cuarto sali¨® del hospital Norma Duval. Dominando la escena cruz¨® la acera e hizo unas breves declaraciones. La admiraci¨®n masculina se desbord¨®: "?Es una t¨ªa de una vela!". Hasta que se le cruz¨® una anciana de pelo muy blanco y se abraz¨® llorosa a la actriz, que trat¨® de tranquilizarla: "Est¨¢ muy bien, no se preocupe". Pero tambi¨¦n tuvo que deshacer un enternecedor equ¨ªvoco: "No, no soy su mujer; soy Norma Duval".