Tele 5 estrena hoy la segunda parte de 'Sensaci¨®n de vivir'

, Hoy Tele 5 estrena (15.30) los nuevos episodios de Sensaci¨®n de vivir. Los pobres ni?os ricos de Beverly Hills ya no acaparan todas las portadas como en sus mejores tiempos, pero la serie sigue gozando de buena salud. La epidemia desencadenada por este virus llamado Beverly Hills 90210 ha hecho historia y se ha vendido a todo el mundo (10 pa¨ªses del Este la incorporaron a sus programaciones el a?o pasado).?Cu¨¢l es el secreto del ¨¦xito?. Nadie lo sabe. Sensaci¨®n de vivir ha reinventado el teenager como grupo social consumidor. Los protagonistas circulan en Porche y sus problemas nunca son tan graves que la pandilla -un subrogado familiar en una ¨¦poca de crisis de esta instituci¨®n- no pueda encontrarle el ant¨ªdoto.Y si lo son, como ocurri¨® con aquella novia de Brandon (Jason Priestley), demasiado perdularia para la digesti¨®n de su audiencia de quincea?eras, se la suprime del reparto.

Lo han higienizado casi todo, desde el aborto a las drogas, la virginidad o los malos tratos infantiles. Nada que ver con el mito del anticonformista de los sesenta. Dylan (Luke Perry) resulta c¨®mico cuando intenta remedar a Jemes Dean, incluso en los nuevos episodios, en los que vuelve a perderse en el alcohol y las drogas. Y Shannen Doherty, cuyo personaje aparecer¨¢ a ratos, tras haber sido enviado -ya es mala uva- a aprender interpretaci¨®n a una escuela de Londres, es incre¨ªble cuando juega a la mala vida de la se?orita Pepis.

Atr¨¢s qued¨® la campa?a Odio a Brenda, sus fotos para Playboy y las disputas que convirtieron el plat¨® en una guerra. Atr¨¢s tambi¨¦n la relaci¨®n de amor no correspondido entre el cine y Luke Perry y Jason Priestley (mucho mejor en los anuncios). Doherty se declara ahora republicana y conservadora, y mucho m¨¢s formal, pero Jennie Garth le ha arrebatado el estrellato. ?sta, a su vez, tiene su propia amenaza: la taimada e intrigante Valerie Malone (Tiffani-Amber Thiessen). Su personaje -ihorror!- fuma porros a escondidas y transgrede la ley sagrada de la pandilla, levantarle el novio a la vecina sin previo aviso y sin estar dispuesta a contrici¨®n alguna. Y Tory Spelling -la hija del todopoderoso productor, Aaron Spelling- sigue defendiendo el pabell¨®n de las v¨ªrgenes -muchas, seg¨²n los cientos de cartas que recibe- para agradar a su pap¨¢ y porque en la vi?a del Se?or tiene que haber un poco de todo.