El Depor se reencuentra con su destino
El Oviedo acaba con las ¨²ltimas esperanzas coru?esas de alcanzar al l¨ªder
El Deportivo se reencontr¨® con su malhadado destino. Todas las grandes frustraciones de los coru?eses se han escrito en los ¨²ltimos minutos de los partidos, desde el c¨¦lebre penalti de Djukic hasta la eliminatoria de la UEFA perdida en Dortmund hace cinco meses. Ayer la vieja fatalidad visit¨® de nuevo Riazor, probablemente para enterrar las ¨²ltimas esperanzas deportivistas de optar al t¨ªtulo. Con el Oviedo con 10 jugadores y defendi¨¦ndose para evitar el tercer gol gallego, una r¨¢faga imprevista sacudi¨® el partido a falta de cinco minutos. Prosinecki se encontr¨® un bal¨®n en el ¨¢rea y empat¨® un encuentro del que el Oviedo hab¨ªa ya escapado. Los coru?enses s¨®lo pueden esperar a que la burocracia tuerza el resultado, si prosperase la demanda de la federaci¨®n croata, que pide la derrota por decreto del Oviedo como castigo por alinear a Jerkan y Prosinecki, convocados para Croacia.El Oviedo complic¨® la vida seriamente al Deportivo en los primeros minutos. El partido tuvo un comienzo extra?o que marcar¨ªa su discurrir posterior. Uno de los aspectos mas sorprendentes del f¨²tbol es la posibilidad de que cualquier detalle, por marginal que parezca, desencadena acontecimientos decisivos. Ese detalle fueron los dos cornetes que hab¨ªa lanzado ya el Oviedo cuando iba s¨®lo un minuto de partido. Los asturianos se envalentonaron y agarraron el encuentro durante un cuarto de hora. Incluso Oli tuvo el gol a tiro, pero Lia?o respondi¨® ¨¢gilmente a su disparo cruzado.
El Deportivo necesit¨® aplicarse en la presi¨®n para desenmadejar el partido. Aunque se hizo con la pelota, le falt¨® precisi¨®n en el manejo. El Oviedo estaba muy bien organizado y los de Arsenio abusaban del balonazo, perdidos en un cierto desorden. Hasta que Fran y Aldana se metieron en faena. Las exhibiciones del capit¨¢n blanquiazul se est¨¢n convirtiendo en rutina desde hace muchas jornadas. Hoy por hoy el Deportivo es de los pocos equipos espa?oles cuyo futbolista m¨¢s desequilibrante no es extranjero. En La Coru?a, los partidos los decide Fran.
Con todo, el Deportivo necesit¨® un empujoncito para abrir el marcador. Se lo dio el ¨¢rbitro, al conceder un gol de Salinas en flagrante fuera de juego. Los gallegos no desaprovecharon la situaci¨®n y tres minutos despu¨¦s Bebeto confirmaba su racha goleadora. Nadie pod¨ªa sospechar entonces los sobresaltos que aguardaban para la segunda parte.
El Oviedo volvi¨® a salir desaforado en la reanudaci¨®n, aunque esta vez no se limit¨® a amagar. Oli transform¨® una preciosa volea con la zurda y dej¨® el partido pre?ado de incertidumbres. Otra vez el ¨¢rbitro torci¨® el camino del Oviedo, con una tarjeta muy discutible a Armando que le cost¨® la expulsi¨®n. A partir de ah¨ª, el partido se convirti¨® en un mon¨®logo. El Deportivo comenz¨® a disfrutar y el tercer gol se anunci¨® con estruendo. La defensa del Oviedo sac¨® bajo los palos un tiro de Nando, Mora hizo dos fant¨¢sticas paradas a remates de Bebeto y Donato y Fran lanz¨® por el centr¨® de la porter¨ªa cuando se encontraba solo.
El precio que pag¨® el Deportivo por la esterilidad de sus lanzamientos fue desorbitado. El Oviedo parec¨ªa muerto y encerrado, hasta que a falta de cinco minutos la defensa local se enred¨® para despejar un bal¨®n que acab¨® a pies de Prosinecki. El croata la elev¨® sobre un mar de cabezas sin que Lia?o lograse sacarla en el ¨²ltimo cent¨ªmetro. Una maldici¨®n colectiva retumb¨® en las gradas. El Deportivo ya no levant¨® cabeza, mientras el Oviedo rond¨® incluso la victoria en un impresionante disparo de Prosinecki desde 35 metros. Parece ya un destino hist¨®rico: los ¨²ltimos minutos nunca ser¨¢n del Deportivo.
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