La victoria de Lionel Jospin coge por sorpresa a sus principales enemigos dentro del PS
Partido Socialista (PS) no s¨®lo estaba arado para la cat¨¢strofe, sino que incluso hab¨ªa quienes parec¨ªan querer aprobarla. La noche electoral socialista ten¨ªa una doble cita: en la Rue Solferino, sede central M partido, estaba prevista la aparici¨®n de Henri Emmanuelli, primer secretario del PS, acompa?ado, entre otros, por Laurent Fabius - los enemigos interiores de Jospin-, en la maison de la Chimie convocaba el equipo que hab¨ªa dirigido la campa?a de Lionel Jospin. Los militantes, los votantes, no sab¨ªan d¨®nde ir y a qu¨¦ respond¨ªan las fiestas separadas.
Cuando las pantallas de televisi¨®n dieron la primera estimaci¨®n de los resultados, con Jospin claramente en cabeza, en la maison de la Chimie atronaron los gritos: "?Hemos ganado!" y "Jospin, presidente". Al mismo tiempo, en los estudios de televisi¨®n, adonde hab¨ªan acudido como analistas, se pod¨ªa ver con cara grave, de circunstancias, a Emmanuelli y a Fabius. La, alegr¨ªa, evidentemente, no iba con ellos. La victoria de Jospin era, un poco, su derrota.Jospin fue recibido con un gran entusiasmo, mucho cari?o y no menos estupor. Su porcentaje, superior al 23%, fue acogido con gritos. "?Genial!, clamaba uno; "mejor que en el 81; ?ganar cuando no te lo esperas!", respond¨ªa otro.
?l, rodeado. de c¨¢maras, muy serio, casi presidencial, ley¨® un breve comunicado en el que no se apart¨® de su comportamiento en campa?a. Primero dio las gracias "a quienes me han votado, a mi equipo" y, s¨®lo al final, "a mis compa?eros socialistas". No hubo menci¨®n alguna dirigida al presidente Frano?ois Mitterrand, del que ha recibido algo menos que apoyo durante esta campa?a, pero s¨ª a sus rivales "entre nosotros hay diferencias, pero no guerra", dijo- y una mano tendida "a los que est¨¢n cerca de nuestras ideas". Fue el primer paso de su campa?a de la segunda vuelta, en la que necesita movilizar a toda la izquierda. .
Cambio de bando
Para un militante euf¨®rico lo, importante era que 9a din¨¢mica y la esperanza han cambiado de bando"., El ex, ministro Straus-Khan, portavoz de Jospin, remarcaba que "Chirac ha recogido el 20% de votos que ya obtuvo en 1981 y 1988. Ese es su techo", y confiaba en que la segunda vuelta (el 7 de mayo) permitir¨ªa "confrontar el programa de utop¨ªa realista de Lionel Jospin con las propuestas nebulosas de Chirac".
Laurent Fabius, repuesto de la sorpresa y buen perdedor, anunci¨® "una segunda vuelta imprevisible", entre otras cosas, porque "Chirac no es convincente. como candidato que quiere encarnar el cambio". Para Emmanuelli, el drama de Chirac es "que s¨®lo puede ser presidente con los votos de la extrema derecha, los de Le Pen y los de De Villiers, es decir, los de Pierre Laval y los de Vichy".
Todos, militantes y dirigentes, al margen de diferencias y ambiciones, mientras beb¨ªan el champa?a de esa victoria inesperada, coincid¨ªan en considerar que Ios organismos dedicados a los sondeos han hecho un rid¨ªculo espantoso", pues en -ninguno de ellos apareci¨® Jospin como aspirante a la primera plaza, y no faltaba incluso quien se preguntaba con iron¨ªa si "no ser¨¢ que esas encuestas dicen siempre lo que quieren o¨ªr quienes los pagan".
B¨¦rnard Henry Levi, quien se ha manifestado favorable a Jospin, ha pedido que el candidato socialista y Chirac se comprometan p¨²blicamente, en el transcurso de la segunda vuelta, a no aceptar . pactos con el Frente National - las municipales quedan cerca- y que en. ning¨²n caso restauren la proporcionalidad y, con ella, el retorno de los diputados fascistas a la Asamblea Nacional.
Para Emmanuelli, la demanda no toma en consideraci¨®n que el perfil del votante actual del Frente Nacional no es el de la gente tradicional de extrema derecha, sino que se trata de "un electorado popular inquieto por cuestiones de seguridad, paro e inmigraci¨®n, y otra parte de votantes desesperados por su situaci¨®n social". El primer secretario del Partido Socialista no olvida que el 23% de los obreros votan FN, y que un 32% de los parados tambi¨¦n han optado por dar su voto a Jean Marie Le Pen.
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