Una abolici¨®n tard¨ªa

La pena de muerte ha quedado suprimida a todos los efectos en Espa?a. Se cumple as¨ª una hist¨®rica reivindicaci¨®n que el PSOE abander¨® durante el debate constitucional, pero a la que tristemente renunci¨® en 1984. Cuando en 1978, al redactarse la Constituci¨®n, se dej¨® abierta la posibilidad opcional de mantenerla en la jurisdicci¨®n castrense para tiempos de guerra, Felipe Gonz¨¢lez rechaz¨® la ambig¨¹edad diciendo que, si llegaba a gobernar, la suprimir¨ªa del C¨®digo Militar. Su abolici¨®n total era una vieja reivindicaci¨®n no s¨®lo de la izquierda, sino tambi¨¦n de la mayor¨ªa de las fuerzas democr¨¢ticas al haberse servido de ella tantas veces el poder pol¨ªtico para acabar con adversarios tan distintos como el pedagogo Ferrer i Gu¨¤rdia, en 1909; el l¨ªder comunista Juli¨¢n Grimau, en 1963, o el anarquista Salvador Puig Antich en 1974.Pero en 1984, cuando, con mayor¨ªa absoluta, remiti¨® a las Cortes el proyecto del C¨®digo Penal Militar, el Gobierno socialista la estableci¨® con car¨¢cter optativo para una larga lista de figuras delictivas, algunas referidas a actos cometidos por civiles. Ello caus¨® consternaci¨®n entre las asociaciones de defensa de los derechos humanos y, mientras los parlamentarios del PP se manifestaban conformes, muchos parlamentarios del propio PSOE enrojec¨ªan en privado tras reconocer que el entonces ministro de Defensa, Narc¨ªs Serra, la hab¨ªa incluido por la presi¨®n de la c¨²pula militar.

Cuatro a?os m¨¢s tarde, al presentarse a las Cortes la Ley Procesal Militar, el texto gubernamental establec¨ªa un escandaloso procedimiento sumar¨ªsimo que negaba el recurso de casaci¨®n a los condenados a muerte. Pero, dada su inconstitucionalidad y ante las cr¨ªticas al evocar los antiguos consejos de guerra, fue enmendado en el Senado.

Desde 1985, el PNV, CiU, el CDS e IU presentaron diversas iniciativas para eliminarla tambi¨¦n en tiempos de guerra, pero eran rechazadas con los votos del PSOE y el PP. En junio de 1991, ante una proposici¨®n del CDS, el Grupo Socialista perdi¨® ya el apoyo del PP, que decidi¨® abstenerse- Y en noviembre pasado, tras la aprobaci¨®n por la Asamblea Parlamentaria del Consejo de Europa de una recomendaci¨®n instando a la total abolici¨®n y al debatirse en el Senado una, proposici¨®n no de ley del PNV en tal sentido, el PP, tras una encendida defensa de la vigencia de la m¨¢xima pena por el titular de Defensa, Juli¨¢n Garc¨ªa Vargas, se aline¨® ya con los nacionalistas vascos. Por ello el PSOE reaccion¨® d¨ªas m¨¢s tarde presentando la proposici¨®n de ley ahora aprobada.

Lo importante es que la pena de muerte ha sido eliminada. Pero no deja de ser una paradoja que este paso, de gran trascendencia ¨¦tica y significaci¨®n pol¨ªtica, que los socialistas no quisieron dar con aplastante mayor¨ªa lo den ahora no tanto en cumplimiento de un compromiso hist¨®rico o de una recomendaci¨®n europea, sino por el cambio de talante del PP.