Cr¨ªmenes de guerra en la antigua Yugoslavia
?Van a ser detenidos personajes como Radovan Karadzic o el general Ratko Mladic? ?Comparecer¨¢n alg¨²n d¨ªa ante un jurado internacional al estilo de los jerarcas nazis en N¨²remberg? El comienzo de las tareas del tribunal de La Haya para la antigua Yugoslavia ha despertado expectativas que la realidad se encargar¨¢ de diluir en los meses venideros. Hay un abismo entre las informaciones period¨ªsticas de los acontecimientos y la prueba que establece la culpabilidad.Pero lo que s¨ª ha hecho Richard Goldstone, el juez surafricano encargado como fiscal jefe de investigar las atrocidades cometidas en la antigua Yugoslavia, es cumplir su promesa de intentar llegar hasta la cabeza al declarar sospechosos de cr¨ªmenes de guerra a los dos m¨¢ximos l¨ªderes serbobosnios.
Que Karadzic y su general en jefe MIadic sean investigados para delimitar sus responsabilidades en el escarnio universal que se ha cobrado 200.000 vidas en tres a?os, el 85% de indefensos civiles, significa muy poco, salvo a efectos del imperativo moral de perseguir al verdugo. Ni Serbia ni sus correligionarios de Bosnia reconocen la legitimidad del tribunal, al que consideran parcial. De hecho, su misma creaci¨®n por el Consejo de Seguridad en mayo de 1993 para juzgar horrores desconocidos en Europa desde la barbarie nazi s¨®lo testimonia la propia incapacidad de las potencias para detener la guerra en la antigua Yugoslavia o el proceso anejo depurificaci¨®n ¨¦tnica.
El tribunal de 11 jueces tiene datos sobre 5.000 delitos espec¨ªficos, listas de 3.500 responsables, conoce la localizaci¨®n de 150 sepulturas colectivas y de 900 campos de detenci¨®n. Dispone de 65.000 p¨¢ginas de documentos y 300 horas de video. Pero al fiscal Goldstone -que se las tuvo muy tiesas con la polic¨ªa pol¨ªtica surafricana, designado un¨¢nimemente por el Consejo de Seguridad tras catorce meses de pat¨¦ticas componendas- le falta apoyo pol¨ªtico, mucho dinero y personal necesario para hacer eficaz su trabajo y la custodia f¨ªsica de los encausados.
En N¨²remberg y Tokio los acusados fueron juzgados por sus vencedores. Aqu¨ª no hay vencedor. Se investigan cr¨ªmenes cometidos durante una guerra que contin¨²a y todos excepto uno de los inculpados est¨¢n hasta ahora lejos del alcance de los jueces. "Ir¨¦ a La Haya cuando los americanos sean procesados por Hiroshima, Vietnam o Panam¨¢", ironiza Arkan, jefe de los Tigres, uno de los m¨¢s sanguinarios grupos paramilitares serbios. La tarea de la corte es ingente: seleccionar casos de entre los miles posibles; afinar que los delitos lo son contra la Humanidad, de genocidio o violaciones graves de las leyes de la guerra; garantizar la seguridad de los testigos y asegurarse de que declarar¨¢n. Sus procedimientos son observados con microscopio. Su neutralidad debe ser pluscuamperfecta.
Tambi¨¦n a diferencia de N¨²remberg o Tokio, La Haya no procesa en ausencia. Los jueces dictaminar¨¢n que hay un caso abierto contra X, que debe ser puesto a su disposici¨®n. El carnicero de turno no podr¨¢ abandonar la tierra que le da refugio, se convertir¨¢ en un paria internacional perseguido por la Interpol. "Es muy dif¨ªcil", dice Goldstone, "que alguien que no puede traspasar una frontera sea un l¨ªder pol¨ªtico".
La ONU ha recibido la decisi¨®n sobre Karadzic y el superartillero Mladic como un jarro de agua fr¨ªa; entiende que compromete la negociaci¨®n de un. compromiso en Bosnia precisamente cuando expira la tregua nominal de los ¨²ltimos cuatro meses. Su burocracia quiso impedir que el tribunal los considerase formalmente "sospechosos" de cr¨ªmenes de guerra y genocidio. Su portavoz en la antigua Yugoslavia ha anunciado que seguir¨¢n negociando con ellos.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.
Archivado En
- Genocidio
- Cr¨ªmenes guerra
- Fosas comunes
- Ratko Mladic
- Serbia
- Radovan Karadzic
- Delitos contra Humanidad
- Mediaci¨®n internacional
- Pol¨ªtica exterior
- Matanza civiles
- Bosnia Herzegovina
- Guerra Bosnia
- Misiones internacionales
- Acci¨®n militar
- Guerra
- Proceso paz
- Relaciones exteriores
- Delitos
- Conflictos
- Defensa
- Pol¨ªtica
- Justicia