Espa?a se escurre por la defensa
Portugal arrebata el tercer puesto a la selecci¨®n de Goikoetxea en la segunda parte
El agujero defensivo de Espa?a volvi¨® a imposibilitar el buen juego del equipo y priv¨® a la selecci¨®n de alcanzar el tercer puesto en el Mundial sub 20. Despu¨¦s de conseguir una ventaja de dos goles, Espa?a se escurri¨® del partido por el sumidero de su defensa, mal organizada, mal colocada y sin jugadores de categor¨ªa. La falta de orden y calidad en la defensa se hizo escandalosa frente a Portugal, que s¨®lo tuvo que aprovechar los pelotazos a sus delanteros para marcar tres goles a L¨®pez Vallejo. El portero espa?ol tampoco escap¨® a las sospechas. Sus acciones en los dos primeros goles portugueses fueron extraordinariamente infelices.La primera parte fue controlada por los espa?oles, que volvieron a agruparse en torno a Iv¨¢n de la Pe?a. La superioridad del equipo espa?ol fue indiscutible. Ten¨ªa mejores jugadores y contaba con las mejores oportunidades. Todav¨ªa no hab¨ªan comenzado a advertirse las fracturas en la defensa, la parte m¨¢s sospechosa del equipo. Portugal tuvo que admitir el dominio espa?ol y pas¨® la mayor parte del primer tiempo apagando fuegos. La consistencia del centro del campo, siempre liderado por De la Pe?a, anunci¨® una victoria sencilla frente a un rival que volvi¨® a tener el mismo rostro temeroso de la semifinal con Brasil.
Esta vez Portugal no ten¨ªa la clase de ediciones anteriores. No ten¨ªa, por ejemplo, a Joao Pinto, Figo o Peixe, estrellas en los ¨²ltimos torneos y abanderados de una nueva generaci¨®n de futbolistas portugueses que no se ha concretado en el Mundial de Qatar. Aunque de vez en cuando emerg¨ªa Dan? para avisar a los defensores espa?oles, la impresi¨®n era que Portugal estaba entregada al dictado de Espa?a, un equipo con excelentes jugadores (Ra¨²l, Etxeberria, Ton? o Roger) y una estrella (Iv¨¢n de la Pe?a). Uno por uno, los espa?oles eran superiores, excepto en la n¨®mina de defensas. En este apartado, el torneo de Espa?a ha sido desastroso. Ha recibido 13 goles, una cifra que explica sus enormes carencias defensivas en el torneo. Un poco de orden en la zaga hubiera colocado a Espa?a en la final y con amplias posibilidad de ganarla. En el otro extremo, el ataque ha sido explosivo. Incluso sin Ra¨²l y Etxeberria, la selecci¨®n espa?ola logr¨® con cierta facilidad dos goles en el partido por el tercer puesto. Hab¨ªa sentido y cadencia en las jugadas. Iv¨¢n de la Pe?a se sinti¨® c¨®modo y organiz¨® el ataque con habilidad. Los dos goles se iniciaron en el jugador azulgrana. En el primero, marcado por M¨ªchel Salgado, abri¨® la pelota hacia su compa?ero con un toque sencillo y preciso. El segundo lo marc¨® con un tiro raso que impidi¨® la estirada del portero portugu¨¦s.
El encuentro parec¨ªa destinado a una goleada. Portugal jugaba con pesadez, sin tacto en el juego, entre deprimida y sobrepasada. La situaci¨®n era ideal para la conquista total. En ese escenario, entr¨® Etxeberria para confirmar su condici¨®n de m¨¢ximo goleador del torneo y para superar a Ram¨®n D¨ªaz (inolvidable integrante de la selecci¨®n argentina que gan¨® el Mundial 79) como mejor realizador de la historia del torneo. No lo consigui¨®. Etxeberria sali¨® trasquilado: tuvo que asistir al hundimiento de su equipo, lastrado por la ineficacia de su defensa y el portero. Portugal, que quer¨ªa salir del tr¨¢mite con el menor da?o posible, intuy¨® que cada pelotazo a sus delanteros era un problema para los espa?oles. La intuici¨®n se confirm¨®: Espa?a se derrumbaba por la falta de talento de sus zagueros y por el desorden general. Bastaron doce minutos para doblar la esquina. Tres contragolpes, tres goles. La defensa hundi¨® a Espa?a, un corolario muy propio de lo que hab¨ªa sucedido en los partidos anteriores.
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