Cortafuegos electorales
Aznar mima a las amas de casa y los jubilados para no volver a estrellarse en las urnas con ellos
Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar dedic¨® buena, parte del d¨ªa de ayer a hablar con centenares de jubilados. No fue una casualidad. Los jubilados y las amas de casa son los dos colectivos sociales en que el Partido Popular (PP) se estrella desde hace muchos a?os. Esas dos grandes bolsas electorales, fieles todav¨ªa en su mayor¨ªa a Felipe Gonz¨¢lez, son el cortafuegos que impide a Aznar dar un vuelco espectacular en las urnas.Un pormenorizado estudio del Centro de Investigaciones Sociol¨®gicas (CIS) en torno a las ¨²ltimas elecciones generales (1993), que sigue teniendo validez, explica que la mitad de los electores socialistas de entonces (4,5 millones) pertenec¨ªan a estos dos grupos sociales. Entre los votantes del PP, el porcentaje cae 10 puntos, a un 40% del total (3,2 millones de votos).
?sta es una de las peculiaridades espa?olas. En otros pa¨ªses, especialmente Alemania e Italia, los partidos populares (la Democracia Cristiana) han tenido siempre en las mujeres que trabajan para la familia y los jubilados dos grandes bastiones de apoyo.
En Espa?a no es as¨ª. Tras 12 a?os de Gobierno, los socialistas han experimentado un cambio profundo en la composici¨®n de su electorado: ahora aglutinan a la mayor parte de los ciudadanos, de las clases pasivas en detrimento de los j¨®venes y las clases me dias urbanas.
M¨²ltiples explicaciones
Las explicaciones sobre la actitud de cada. sector social son m¨²ltiples. Ni los socialistas ni los populares han encontrado todav¨ªa una explicaci¨®n cient¨ªfica, por ejejmplo, a la fidelidad femenina al PSOE. Incluso en sectores como las clases medias urbanas, en los que muchos profesionales varones han realizado la traves¨ªa desde las aguas del PSOE a las del PP, sus esposas contin¨²an decididas a depositar la papeleta con el anagrama del pu?o y la rosa. Es m¨¢s, algunas encuestas detectan un cierto incremento de este respaldo en las ¨²ltimas semanas.
Una primera explicaci¨®n tiene que ver con el voto a la estabilidad y, por tanto, con el liderazgo. "Gonz¨¢lez transmite seguridad y estabilidad, unos valores Muy importantes para, ciertos sectores", afirman los socialistas. "Gonz¨¢lez mantiene parte de su capacidad de convicci¨®n por televisi¨®n, el ¨²nico medio por. el que recibe informaci¨®n este sector de la poblaci¨®n", opinan los populares.
En el estado mayor del partido de Aznar piensan y repiensan posibles soluciones para evitar que en los mercados, al hacer la compra, se jalee a Gonz¨¢lez. De momento, se les ha ocurrido una: las candidaturas de cinco de las sietes grandes ciudades espa?olas estar¨¢n encabezadas. por mujeres el pr¨®ximo 28 de mayo.
Con los jubilados el asunto es tambi¨¦n peliagudo. La alusi¨®n de Gonz¨¢lez a que Aznar recortar¨ªa 8.000 pesetas las pensiones, si llegaba al poder, barri¨® muchas dudas entre los ciudadanos de m¨¢s edad en las anteriores elecciones.
El principio democr¨¢tico de "un hombre, un voto" ha otorgado un enorme protagonismo a un sector social cada vez m¨¢s amplio y sumamente sensible a cualquier variaci¨®n de las prestaciones p¨²blicas.
El Gobierno no se recata en exponer las razones objetivas que, desde su punto de vista, impulsan a los pensionistas a votarles: duplicaci¨®n en t¨¦rminos reales de las pensiones a lo largo de los ¨²ltimos 12 a?os, bonos de transporte, asistencia sanitaria gratuita, medicinas gratuitas sea cual sea su precio, vacaciones baratas... Para el Ejecutivo, los socialistas han construido el Estado del bienestar en Espa?a y los sectores m¨¢s beneficiados no quieren perderlo. Es l¨®gico, pues, que en torno a las fichas de domin¨® se hable bien de Gonz¨¢lez.
La oposici¨®n discrepa. "Los socialistas s¨®lo han completado un Estado del bienestar que comenz¨® a crear la UCD", afirma uno de los m¨¢s influyentes l¨ªderes del PP, "y es el miedo lo que mantiene la fidelidad al Gobierno".
Un elemento nuevo, el Pacto de Toledo, por el que todos los partidos se comprometen a mantener el sistema p¨²blico de pensiones, despejar¨¢ muchas inc¨®gnitas.
Si en estos dos amplios sectores la pelea la van ganando los socialistas, hay otro en que los t¨¦rminos se invierten: los j¨®venes.
Las elecciones municipales de 1991 significaron un cambio de tendencia en la percepci¨®n que de los populares tiene la juventud. Por muchas razones: los valores en auge de los ochenta; la consolidaci¨®n del PSOE como el partido establecido, viejo; el desempleo juvenil, y un comportamiento m¨¢s abstencionista.
La tendencia se ha acentuado desde. entonces y, seg¨²n los datos del PP, los socialistas son desbordados incluso. por Izquierda Unida (IU) entre los universitarios. Para desaz¨®n de muchos dirigentes del PSOE, antiguos l¨ªderes estudiantiles, sus sucesores reniegan ahora de ellos p¨²blicamente.
El estudio del CIS se?ala, por ejemplo, que el PSOE tiene "una escasa capacidad de captaci¨®n del voto procedente de los j¨®venes que no tuvieron derecho a ¨¦l en las anteriores elecciones generales".
Tambi¨¦n en este caso Espa?a vuelve a tener un comportamiento distorsionado al de muchos pa¨ªses, en los que la socialdemocracia cuenta con una pir¨¢mide de edad electoral mucho m¨¢s joven. Un dirigente popular resume tajantemente: "Los j¨®venes quieren cambio y el cambio es el PP".
Las municipales de 1991 significaron tambi¨¦n un giro para otro amplio sector: las clases medias de las grandes urbes. Entonces, los varones con empleo comenzaron a desligarse de lo que para muchos es su opci¨®n natural, el centro izquierda, para votar al centro derecha.
Esta transformaci¨®n entreg¨® las alcald¨ªas de la mayor¨ªa de las grandes ciudades al PP. El proceso se ha intensificado con el paso del tiempo y se mantiene actualmente.
En las propias filas socialistas hay diferentes criterios para explicar esta situaci¨®n. Seg¨²n algunos, Izquierda Socialista por ejemplo, la pol¨ªtica del Gobierno ha enajenado progresivamente al sector del electorado mejor informado y m¨¢s cr¨ªtico. En otros sectores m¨¢s oficiales, el origen es distinto: el desgaste del Gobierno y una fiscalidad fuerte en ciertos tramos de las clases medias son la causa de esta desafecci¨®n.
Con todo, el partido socialista contin¨²a manteniendo un enorme respaldo entre los trabajadores manuales y en amplios sectores de los servicios. Con una circunstancia clara: cuanto m¨¢s reducida es la renta m¨¢s votan socialista. Esta situaci¨®n, junto a las ya aludidas presencias de las amas de casa y los jubilados, explica tambi¨¦n otra variable: el 41% de los votantes socialistas carece de estudios.
Todos estos elementos se est¨¢n barajando a diario en las direcciones de las dos grandes formaciones pol¨ªticas cuando la carrera hacia el 28 de mayo est¨¢ completamente lanzada. En periodo electoral, el votante es el que manda. Y en democracia, "un hombre es un voto".
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