?Otra vez la muerte?

Para casi todos los seres vivos, la muerte es una experiencia ¨²nica, irrepetible. Pero en Latinoam¨¦rica, donde la realidad supera la ficci¨®n, en todo un pueblo puede darse una doble experiencia de la muerte.La muerte tuvo un nombre cuando el general Videla asumi¨® la presidencia de Argentina y el general Bussi la gobernaci¨®n de Tucum¨¢n; este ¨²ltimo fue el responsable militar directo de miles de desapariciones forzadas, torturas y muertes, seg¨²n el Informe de la Comisi¨®n Bicameral de esa provincia argentina. Las aberrantes leyes de Obediencia Debida y de Punto Final dejaron impune su gesti¨®n.

Pero lo m¨¢s sorprendente es el cinismo con el que aprovechando las debilidades de la democracia que hab¨ªa combatido, comenz¨® una mete¨®rica carrera pol¨ªtica que hoy lo pone a las puertas de la misma gobernaci¨®n que ejerciera de facto. Y es lamentable que un alto porcentaje de la poblaci¨®n est¨¦ dispuesta a otorgarle el voto, pese a que este militar nunca dio muestras de arrepentimiento por sus cr¨ªmenes de lesa humanidad.

Mucha gente en Tucum¨¢n, como en otros pueblos de Am¨¦rica Latina, ha quedado atemorizada despu¨¦s de ver desaparecer a dirigentes populares, estudiantiles y sindicales, y ya no ha vuelto a organizarse. El mismo miedo le ha impedido enterarse de lo ocurrido, adem¨¢s de que muchos de ellos no tienen mayor acceso a la prensa escrita. La provincia de Tucum¨¢n qued¨® empobrecida desde 1966, cuando el general Ongan¨ªa cerr¨® m¨¢s de la mitad de sus ingenios azucareros. Por ¨²ltimo, casualmente, mientras los militares asolaron Am¨¦rica Latina, el FMI y el Banco Mundial otorgaron dinero, que hoy es la deuda "eterna", pero que entonces permiti¨® realizar gestos demag¨®gicos y populistas a quienes detentaban el poder.

El presidente Menem se limita a proponer como candidata. a la gobernaci¨®n de Tucum¨¢n a una maestra con m¨¢s a?os que luces. Por otra parte, se presentan dos buenas alternativas por el Frente Amplio": Jos¨¦ Vitar autor intelectual del Informe de la Bicameral mencionado. Y por el radicalismo, Rodolfo Campero, rector de la Universidad Nacional de Tucum¨¢n en la ¨¦poca de Alfons¨ªn. El primero puede aportar el coraje; el segundo, el conocimiento. La sobrada experiencia pol¨ªtica de ambos, desde diferentes campos, puede devolver a Tucum¨¢n lo que necesita para liberarse de la muerte.-