Manual del elector dom¨¦stico
"Rold¨¢n no se presenta a las elecciones de Madrid, me presento yo". El candidato a revalidar el empleo de presidente regional, Joaqu¨ªn Leguina, teme que la tempestad en la que navega desde hace meses la pol¨ªtica espa?ola anegue tambi¨¦n la vida local y regional metida ya en precampa?a. Por eso, quiere imponer fronteras al debate; que cuando se miente a los GAL se replique con las nuevas l¨ªneas de metro; que los fondos reservados queden relegados por el atasco y los papeles de Laos caigan en el olvido ya que mejor ser¨¢ saber si alguna vez habr¨¢ plazas suficientes para los abuelos en las residencias madrile?as.El manual del buen elector que, surge del deseo de
Leguina impone pues hablar del asfalto, de la contaminaci¨®n o la vivienda sin prejuicios ni perturbaciones de otros ¨¢mbitos. As¨ª lo ha entendido el historia dor Ian Gibson, que figura como independiente en la lista del PSOE del pueblecito de Granada donde vive. Para replicar a los que le achacaron su entrada en pol¨ªtica en connivencia con el partido de los roldanes, Gibson contest¨®: Qui¨¦n me impide colaborar si quiero conseguir fondos para levantar una biblioteca p¨²blica, estudiar la cuesti¨®n de una depuradora ... ?".
El buen elector que imagina el PSOE ser¨ªa aquel que, el 28 de mayo, s¨®lo decidiera pensando en clave local. Y m¨¢s habiendo tenido la oportunidad de comparar gestiones dom¨¦sticas. EI votante capitalino ha vivido el ¨²ltimo cuatrienio bajo gobiernos de "distinto color en el Ayuntamiento y en la Comunidad.
Comparar es posible, aunque complicado. ?C¨®mo repartir en justicia los aciertos y desaciertos entre los populares municipales y los socialistas comunitarios si en, la mayor parte de las decisiones pol¨ªticas ambos intervienen, ya sean por acci¨®n o por omisi¨®n, colaborando o poniendo trabas?
Por ejemplo, ?a qui¨¦n premia el Votante al que la M-40 le ha cambiado la vida si el Plan de Accesos que ha servido para. construir la autov¨ªa ha sido confeccionado conjuntamente por el Ayuntamiento, la Comunidad y el Estado? Habr¨¢ quien intente contabilizar qui¨¦n ha pagado cada curva o discuta por qu¨¦ los propietarios de seis chal¨¦s de lujo son los ¨²nicos que han logrado paralizar tres kil¨®metros de una autov¨ªa que previamente se hab¨ªa tragado sin problemas decenas de terrenos de otros peque?os propietarios. Pero tal discusi¨®n no es m¨¢s que una ri?a in¨²til; al elector le repelen esos detalles.
Veamos ahora los ejemplos de Gibson. Las bibliotecas, madrile?as no tienen un ¨²nico due?o. Ayuntamiento y Comunidad mantienen y construyen salas de lectura a veces tan irracionalmente que son capaces de levantar una a 100 metros de dondela otra administraci¨®n ha ubicado la suya. ?Y las depuradoras? El Ayuntamiento de Madrid limpia el agua que usa. L¨ªquido que previamente ha llegado a los domicilios depurado por el Canal (le Isabel II, empresa de la Comunidad. Muchos due?os para tampoco r¨ªo.
La misma distribuci¨®n de papeles se: da con los autobuses. Los mantiene una empresa municipal (la EMT), pero es una empresa regional (el Consorcio. de Transportes) la que establece las l¨ªneas y las frecuencias. Si tarda el autob¨²s, culpa de la Comunidad. Si el suelo est¨¢ sucio o la ventana no se abre, culpa del Ayuntamiento. ?Y si el conductor baja a un usuario s¨®lo porque se niega a darle cambio de 1.000 pesetas? ?A qui¨¦n responsabiliza el cliente?
Los empleados dependen de la empresa municipal, pero la pol¨ªtica tarifaria es cosa del consorcio regional.
Este reparto de competencias, a las que las administraciones se aferran con total inflexibilidad, es la causa de que a estas alturas no exista el metro-bus (un bono de 10 Viiajes que pueda ser usado indistintamente en el metro o el autob¨²s). La Comunidad quiere, el Ayuntamiento duda y el usuario, mientras tanto, colecciona billetes. Hay m¨¢s ejemplos. La Comunidad traza un puente para que un nuevo metro cruce el Manzanares y el Ayuntamiento se lo borra. Los concejales de ?lvarez del Manzano dibujan nuevos barrios residenciales en Vallecas y los conseJeros de Leguina los dinamitan.
En la pr¨¢ctica, pues, la pol¨ªtica madrile?a es como un partido en el patio del colegio. Todos corren en rebati?a tras el bal¨®n en una t¨¢ctica que elude la eficacia y facilita el juego sucio. Se suele saber qui¨¦n mete el gol ya se encargar¨¢ el pol¨ªtico goleador, pero queda an¨®nimo e impune el que ha pateado la espinilla. ?Qui¨¦n es culpable de que no se pueda ir al h¨ªper los domingos? La Comunidad hizo el decreto, pero el Ayuntamiento no ha tramitado ninguna excepcion, como puede hacer. ?Qui¨¦n es el responsable de que los contenedores de vidrio est¨¦n siempre a rebosar? En teor¨ªa, el Ayuntamiento recoge las botellas usadas en Madrid, pero la Agencia del Medio Ambiente regional, que se encarga de extender la pol¨ªtica de reciclado por toda la comunidad, brilla en la capital por su ausencia.
A estas alturas, el manual del elector dom¨¦stico se ha convertido en una intrincada selva donde s¨®lo con dificultad se adivinan las competencias de unos y de otros. "Yo votar¨¦ al PSOE porque la Comunidad me paga el salario m¨ªnimo", podr¨ªa decir un elector de esos que la prensa conservadora llama cautivos. "S¨ª, pero es el Ayuntamiento del PP el que ha atendido su caso y le ha tramitado el cobro", cabr¨ªa contestar.
Y no hay f¨¢cil soluci¨®n. Incluso en los campos exclusivos hasta ahora de una sola instituci¨®n se tiende a la cohabitaci¨®n. En Madrid s¨®lo hab¨ªa una. plaza de toros dependiente de la Comunidad y en breve habr¨¢ dos. El Ayuntamiento ha empezado a restaurar el viejo coso de Vista Alegre. Al menos eso servir¨¢ para que los votantes taurinos tengan la opci¨®n de elegir a sus candidatos en funci¨®n de los mejores carteles de las distintas ferias.
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