Chirac, favorito
DESPU?S DEL debate televisivo entre los dos candidatos a la presidencia de Francia, Lionel Jospin y Jacques Chirac, y a tres d¨ªas de la cita definitiva con las urnas, todo parece estar jugado en favor del candidato del centro-derecha. El duelo televisivo del martes fue un intercambio de razonamientos pol¨ªticos carente de agresividad -algo dif¨ªcilmente imaginable hoy en Espa?a- que ha dejado las cosas m¨¢s o menos como estaban. No hubo un claro vencedor. Pero ello no puede dejar de beneficiar al que inicia la carrera con el dorsal de favorito: Chirac.El debate no habr¨¢ despejado, las dudas de los todav¨ªa numerosos indecisos. Pero eso favorece al candidato m¨¢s conocido, y ¨¦se es tambi¨¦n, Chirac. Ambos aspirantes parecen haber temido una pol¨¦mica demasiado enconada. Es l¨®gico que Jospin quisiera evitar por todos los medios dar oportunidad a ataques contra los numerosos flancos que ofrece la presidencia socialista de catorce a?os que ahora concluye. Y que ambos tuvieran extremado cuidado de no caer en una espiral de descalificaciones que acabara arrastrando a ambos. Los dos candidatos rivalizaron pidiendo el cambio. Esto supon¨ªa un problema para Jospin, pero tambi¨¦n para Chirac. Puesto que ese cambio puede referirse a la pol¨ªtica desarrollada por el presidente socialista, pero tambi¨¦n a la que m¨¢s reciente mente ha puesto en pr¨¢ctica el Gobierno de centro-derecha. La cohabitaci¨®n implica estas para dojas.
Pero es cierto que la papeleta era m¨¢s dura para Jospin. El desgaste es mucho mayor, y el descr¨¦dito de las recetas m¨¢s espec¨ªficamente socialistas, tambi¨¦n. Mitterrand vive sus ¨²ltimas jornadas en el El¨ªseo sin intervenir en la batalla. La invocaci¨®n a quien ha presidido la naci¨®n francesa durante casi tres lustros, s¨®lo suscita ya el deseo de pasar la p¨¢gina.
A pesar del ¨¦xito inicial de Jospin, y de que en Europa se observa una moderada recuperaci¨®n de la influencia socialista (en Escandinavia, en Alemania, en el Reino Unido), la eventualidad de una derrota de Chirac en la segunda vuelta es extremadamente improbable. En realidad, el 23% de Jospin en la primera vuelta queda incluso por debajo de la cota socialista de las ¨²ltimas elecciones legislativas si a los votos del PSF se suman los del disidente socialista Bernard Tapie. Y entonces se consider¨® un descalabro hist¨®rico. A Jospin le resultar¨¢ relativamente f¨¢cil sumar a sus votos de la primera vuelta los del comunista Hue, de la troskista Laguillier y, quiz¨¢, de la ecologista Voynet. Pero ser¨¢ insuficiente.
La sociedad francesa evoluciona hacia la derecha desde hace a?os, y Chirac podr¨¢ a?adir a los de su electorado liberal-populista, adem¨¢s de los votos conservadores de su colega de partido Balladur, los del tradicionalista De Villiers y seguramente una buena parte de ese 15% agrupado por el ultra Le Pen, por m¨¢s que ¨¦ste no haya recomendado el voto a ning¨²n candidato. As¨ª las cosas, s¨®lo un vuelco sorprendente de ¨²ltima hora podr¨ªa evitar que Jacques Chirac sea el pr¨®ximo presidente de Francia.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.