Clinton conf¨ªa en arrancar a Yeltsin la cancelaci¨®n de la asistencia nuclear a lr¨¢n
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La Administraci¨®n norteamericana conf¨ªa en que Rusia cancelar¨¢ su contrato de asistencia nuclear a Ir¨¢n, o al menos suspender¨¢ las ventas del material m¨¢s delicado, como resultado de la cumbre entre Bor¨ªs Yeltsin. y Bill. Clinton la pr¨®xima semana en Mosc¨². Pero, incluso aunque se llegue a un acuerdo sobre ese asunto, la s¨¦ptima cumbre entre los dos presidentes se anticipa llena de diferencias y tensiones.
Funcionarios norteamericanos comentaron ayer que Clinton entregar¨¢ a Yeltsin pruebas suficientes para convencerle del peligro que significa poner en manos iran¨ªes tecnolog¨ªa nuclear, y manifestaron su esperanza en que el presidente ruso responder¨¢ positivamente. Washington cree que Mosc¨² acceder¨¢ como m¨ªnimo a cortar el suministro de cierto material con el que Ir¨¢n podr¨ªa construir bombas at¨®micas.
[Desde Mosc¨², el asesor de Yeltsin para asuntos internacionales, Dimitri Riukirov, reconoci¨® que Rusia est¨¢ dispuesta a escuchar con detalle todas las objeci9nes de EE UU a la operaci¨®n con Ir¨¢n durante la pr¨®xima semana. "Dejemos que los presidentes discutan estos asuntos entre ellos", asegur¨® Riukirov, informa Reuier.]
Las esperanzas norteamericanas de alcanzar un acuerdo sobre ese punto est¨¢n claramente condicionadas a la relaci¨®n personal que establezcan Yeltsin y Clinton en la cumbre que comienza el mi¨¦rcoles. "El presidente Yeltsin se ha reservado muchas de las principales decisiones de la cumbre", dijo el jueves el secretario de Estado, Warren Christopher, en una conferencia de prensa.
Esa relaci¨®n personal se ve ahora afectada por el deterioro del clima general entre los dos pa¨ªses. Tanto Yeltsin como Clinton est¨¢n fuertemente presionados por sus respectivos Parlamentos conservadores, que quieren enfriar el tono de las relaciones bilaterales y que defienden posiciones antag¨®nicas.
Eso deja muy poco espacio para el acuerdo en los principales asuntos de la cumbre: seguridad europea, Bosnia-Herzegovina, Chechenia y armas nucleares. En cuanto al primero, Clinton est¨¢ presionado por el Congreso para acelerar la ampliaci¨®n de la OTAN a los ex miembros del Pacto de Varsovia , mientras que Yeltsin ya advirti¨® en el pasado que la extensi¨®n del sistema de seguridad europea significar¨ªa pasar de- la guerra fr¨ªa a la paz fr¨ªa.
Sobre Bosnia, las diferencias entre Mosc¨², aliado de los serbios, y Washington, aliado (le los musulmanes, son tales que funcionarios norteamericanos han advertido que ni siquiera buscar¨¢n un acuerdo sobre c¨®mo actuar en ese conflicto.
La intervenci¨®n militar de Rusia en Chechenia, que incluso estuvo a punto de abortar esta cumbre, ser¨¢ ampliamente discutida en Mosc¨². EE UU asegura que seguir¨¢ el trato a los derechos humanos en ese territorio porque de ello depender¨¢ en gran parte la aceptaci¨®n de Rusia en las instituciones occidentales.
Hablar de armas
M¨¢s compleja a¨²n puede ser la negociaci¨®n sobre el tratado START II, que pretende eliminar tres cuartas partes de los arsenales nucleares de ambos pa¨ªses. El acuerdo fue firmado por George Bush y Yeltsin en enero de 1993. Clinton y Yeltsin decidieron ratificarlo el a?o pasado en esta reuni¨®n de Mosc¨². Pero desde entonces las posiciones han cambiado, el Parlamento ruso cree que ese acuerdo trata de sacar ventaja de la debilidad de Rusia y el Congreso norteamericano es reacio tambi¨¦n a nuevas reducciones.
Clinton no puede permitirse, sin embargo, que la cumbre sea un completo desastre. Si Yeltsin no cede lo m¨¢s m¨ªnimo en el problema de Ir¨¢n, que ha sido presentado como un asunto capital, el presidente norteamericano no tendr¨¢ m¨¢s remedio que admitir el fracaso, y la relaci¨®n entre ambos pa¨ªses entrar¨¢ en una fase muy dif¨ªcil. Pero si hay alg¨²n avance respecto a Ir¨¢n, EE UU tratar¨¢ de inaugurar en esta cumbre una nueva pol¨ªtica hacia Rusia que est¨¢ definida como "compromiso pragin¨¢tico".
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