El Betis trepa por la tabla

El Betis pas¨® un mal trago. Encall¨® ante un rival enga?o so. Endeble de plantel pero fornido y entusiasta. El Oviedo fue, sobre todo, inc¨®modo e insolente. Fue uno de los peores partidos del Bet¨ªs en Villamar¨ªn. Ni Cu¨¦llar ni Alexis ni Stosic acudieron a la cita con los momentos torcidos., dejando a su equipo hu¨¦rfano de chispa y de gobierno. El Oviedo, que empez¨® siendo t¨ªmido, termin¨® asustando al grader¨ªo. A los andaluces s¨®lo les qued¨® el consuelo de adelantar al cuarto puesto, a pesar del empate. Antic plante¨® de salida un duelo con desnivel, al menos en apariencia. Increment¨® la n¨®mina de bajas: a las forzadas de Prosinecki, Jokanovic, Carlos y Sietes a?adi¨®, de su cose?a, las de Jerkan y Mora. Jug¨® el factor sorpresa. Desde el calentamiento, los b¨¦ticos miraban de soslayo la endeblez del ej¨¦rcito ovetense. El Oviedo de ayer no ten¨ªa rodaje. Era un equipo de meritorios. Estaba claro que Antic apelaba al sacrificio, quiz¨¢ pensando que frente al Real Madrid, el domingo, necesitar¨¢ m¨¢s cr¨¦dito creativo.

El Oviedo s¨®lo fue valiente. Intent¨® sorprender con un arranque de equipo adulto, pero pronto empez¨® a titubear. El Betis encontr¨® agujeros en las parcelas que tapaban Andr¨¦s y Andrades. Kowalczyk explor¨® la zona y se qued¨® a vivir en los alredores de la media luna del ¨¢rea contraria. En dos explosiones dej¨® a su par plantado y encar¨® a Rafa. Pero perdon¨®. La impresi¨®n era que el Oviedo s¨®lo podr¨ªa sacar algo del Villamar¨ªn si Kowalcyk segu¨ªa perdonando. Al Betis le quedaban m¨¢s opciones de tipo intelectual. Pero Cu¨¦llar y Stosic estuvieron menos inspirados en esta ocasi¨®n.

Cu¨¦llar estaba donde ten¨ªa que estar. En su primer destello eligi¨® un par de talla, Crist¨®bal, al que anud¨® las piernas para despu¨¦s sacarse un disparo cruzado que se perdi¨® junto a un palo.

El Oviedo, efectivamente, era un equipo enclenque. Ordenado, voluntarioso, firme mientras pudo, pero enclenque. Le quedaba alguna contra insolente, pero nada que presagiara un tropez¨®n de los verdiblancos. El Betis se convirti¨® en su propio enemigo. No acertaba ni a la de tres. Kowalczyk, otra vez, termin¨® por declararse exento.

El tramo final del partido se consumi¨® dejando ver la tremenda incomodidad que atenazaba al Betis. Sin embargo, el Betis tuvo el partido en la mano. Men¨¦ndez, solo ante Rafa y con mucho tiempo para pensar, cruz¨® demasiado una pelota que le hab¨ªa regalado Stosic. Fue su ¨²nica ocasi¨®n en la segunda parte.