Las familias de inmmigrantes m¨¢s pobres cobran ya el salario social

La barrera legal que imped¨ªa a los inmigrantes percibir el ingreso madrile?o de integraci¨®n (IMI) cay¨® derribada en el verano de 1994, tras la reforma de la Ley de Servicios Sociales de la Comunidad. Desde entonces, 61 familias de tra bajadores extranjeros sin empleo han conseguido esta ayuda -entre 39.000 y 60.000 pesetas mensuales-, que perciben otras 7.625 familias madrile?as. Las peticiones se han duplicado desde comienzos de a?o, aunque Integraci¨®n Social cree que no se mantendr¨¢ este aumento.

La raz¨®n es simple: los inmigrantes necesitan de un empleo para renovar sus permisos de trabajo y residencia, y eso no lo arregla este subsidio semestral.El perfil de los perceptores extranjeros del ingreso madrile?o de integraci¨®n (IMI) es distinto al de las 7.625 familias que tambi¨¦n reciben el salario social. Entre los inmigrantes hay m¨¢s hombres, son m¨¢s j¨®venes y su nivel educativo es algo superior que entre el de los madrile?os. De octubre de 1994 a febrero de 1995 hubo 115 inmigrantes regularizados que pidieron este "salario para pobres". Hasta el momento, 61 solicitudes han encontrado res puesta positiva, se han denegado 8 y hay 46 pendientes de en tregar documentaci¨®n.

De los 61 perceptores: 21 son marroqu¨ªes, 11 latinoamericanos (5 peruanos, 4 colombianos, 1 cubano y 1 hondure?o), 5 guineanos, 4 portugueses, 3 angole?os y el resto de diversas nacionalidades. La residencia es un requisito indispensable para obtener el salario. La mayor¨ªa dispone de documentaci¨®n como trabajadores inmigrantes. S¨®lo cuatro son asilados y otros cuatro, los portugueses, cuentan con tarjeta de ciudadanos comunitarios.

Compromiso de integraci¨®n

El director general de Servicios Sociales Generales de la Comunidad, Manuel G¨®mez, explica que la tramitaci¨®n de ]las solicitudes de inmigrantes es dificultosa por la compleja normativa sobre residencia. Una vez concedido el IMI, el inmigrante debe comprometerse a formarse para facilitar su integraci¨®n. "Esto es algo a lo que est¨¢n obligados todos los beneficiarios, porque pretendemos que esta ayuda econ¨®mica sirva de gancho para facilitar la integraci¨®n", explica G¨®mez. "En el caso de los inmigrantes, incidimos en las clases de castellano, de cultura espa?ola y tambi¨¦n sociolaborales", concluye.

La anterior Ley de Servicios Sociales exclu¨ªa a quienes no fueran residentes espa?oles. El 23 de junio de 1994, la Asamblea de Madrid reform¨® la Ley para atender a todos los residentes en la regi¨®n (lo que incluye a los extranjeros regularizados) a propuesta de IU, con el apoyo del PSOE y el voto contrario del PP. El cambio permite a los inmigrantes solicitar desde una vivienda social al IMI. Antes, s¨®lo consegu¨ªan ayudas (guarder¨ªas, becas de comedor ... ) por razones humanitarias y no porque tuvieran derecho a ello pese a vivir, trabajar y pagar impuestos en Madrid.