"?Es pecado cargar cuerpos en un cami¨®n?"
El salesiano Laureano Cangiani, de, 67 a?os, fue capell¨¢n auxiliar en la Escuela de Mec¨¢nica de la Armada (Esma) e imparti¨® clases de ¨¦tica y ling¨¹¨ªstica a los j¨®venes cadetes hasta su voluntaria renuncia, cuando el conocimiento de las barbaridades all¨ª perpetradas se le hizo insoportable. No le agrada escarbar en el pasado, ni abundar en espantos de calabozo. "Yo esperar¨ªa a la palabra de los obispos. Quisiera que esto fuera una conversaci¨®n, no una entrevista" aconseja. Su comportamiento confirma, sin embargo, la desviaci¨®n de una parte del clero en el cumplimiento de su misi¨®n pastoral durante el desgobierno uniformado. Cangiani abandon¨® la tenebrosa academia, pero sus dos compa?eros de entonces permanecieron, m¨¢s leales a las armas que a la cruz en el combate contra la guerrilla atea. "Con ellos manten¨ªa una relaci¨®n respetuosa, pero no coloquial. Hable con ellos".El padre salesiano, a quien algunos cadetes preguntaban con rodeos si era pecado cargar cuerpos en un cami¨®n, recuerda que su misi¨®n fue siempre mover y conmover con la verdad y los valores del Evangelio. "Porque desde que Dios decidi¨® hacerse hombre, la causa de Dios pasa por el hombre, y Dios es dignificado cuando el hombre es dignificado. Y Dios es maltratado cuando el hombre es maltratado. ?sa es la s¨ªntesis de lo que yo ense?aba a los chicos y a los cabos". "Eran corazones v¨ªrgenes", evoca el padre. Muy cerca de s¨®tanos donde se torturaba hasta la muerte, le ped¨ªan perd¨®n por llegar tarde a clase y beber una coca cola fuera de hora.
Imposible la honestidad intelectual y la ¨¦tica pastoral, se fue de la Esma. Ahora ayuda a sacerdotes ancianos en una casa de salud de la zona norte de Buenos Aires y aconseja a profesionales con vocaci¨®n religiosa. "Me duele mucho cuando encuentro colegas m¨ªos que anuncian una palabra, una verdad fundamentalista", subraya.
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