ETA VUELVE A SECUESTRAR
El empresario de transportes fue abordado cuando regresaba a su domicilio de Hondarribia
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"Es un buen objetivo porque no tiene medidas de protecci¨®n". ?se era el dictamen de ETA sobre el empresario guipuzcoano Jos¨¦ Mar¨ªa Aldaya, cuyo nombre figuraba en unos documentos incautados a un comando en 1991. Seg¨²n el ministro de Justicia e Interior, Juan Alberto Belloch, ETA ha recurrido al secuestro de Aldaya "para resolver sus graves dificultades econ¨®micas" m¨¢s que para participar as¨ª en la campa?a electoral. La v¨ªctima desapareci¨® el lunes, cuando regresaba a su casa de Hondarribia. Para la confederaci¨®n empresarial Confebask, el secuestro "es una agresi¨®n m¨¢s contra la convivencia entre los vascos y una nueva embestida contra el tejido empresarial".
ETA ten¨ªa planeado secuestrar a Aldaya desde 1991
Para el Gobierno no hay la menor duda. El empresario guipuzcoano Jos¨¦ Mar¨ªa Aldaya Etxeburua, de 53 a?os, casado, con tres hijos y propietario de tres empresas de transporte, est¨¢ en manos de ETA. Aldaya sali¨® de su trabajo el lunes pasadas las 9 de la noche, camino de su casa, y desde entonces no ha vuelto a saberse nada de ¨¦l. S¨®lo ha aparecido su coche, abandonado y con las puertas abiertas.
"No hay muchas dudas que albergar", se apresur¨® a decir ayer por las ma?ana la portavoz del Gobierno aut¨®nomo, Mar? Carmen Garmendia, tras la reuni¨®n del Ejecutivo. "Es una agresi¨®n m¨¢s contra la convivencia entre todos los ciudadanos vascos y una nueva embestida contra el tejido empresarial", a?adi¨®.
Hasta ese momento, la familia dudaba y se negaba a dar cr¨¦dito a tal posibilidad, pese a que Aldaya estaba desde hac¨ªa a?os en la lista negra de ETA. Despu¨¦s, asumido el golpe, decidi¨® nombrar un portavoz con la esperanza de que la banda terrorista se ponga en contacto con ¨¦l cuanto antes.
Francisco Audela, primo de la v¨ªctima, ha convocado a los periodistas para una rueda de prensa ma?ana. Ayer, en la puerta de la casa del secuestrado, se limit¨® a decir que la familia no dispone de ning¨²n dato. "No hemos recibido ninguna llamada ni tampoco tenemos ninguna noticia". A?adi¨® que ni el presidente del Gobierno ni el ministro de Justicia e Interior se pusieron en contacto con los familiares.
Seg¨²n Francisco Audela, aunque el nombre de Jos¨¦ Mar¨ªa Aldaya figuraba en un listado interceptado a ETA por la polic¨ªa, personalmente ni hab¨ªa recibido amenazas ni se le hab¨ªa exigido el impuesto revolucionario. El ministro del Interior, Juan Alberto Belloch, no supo precisar, en los pasillos del Senado, esta circunstancia, pero s¨ª confirm¨® que el secuestro del industrial vasco responde a las graves dificultades econ¨®micas que atraviesa ETA. Y Aldaya, efectivamente, estaba fichado.
Cuando en 1991 la polic¨ªa requis¨® al comando Ipar Haizea (Viento del Norte), una lista con potenciales extorsionados, junto al nombre del empresario guipuzcoano figuraba la cantidad que ETA pensaba solicitar a cambio de su liberaci¨®n: 1.000 millones de pesetas.
Hac¨ªa casi dos a?os que ETA no recurr¨ªa a este m¨¦todo criminal. El anterior secuestro de la banda armada se produjo en julio de 1993 y lo sufri¨® el ingeniero donostiarra Julio Iglesias Zamora, en julio de 1993, a quien retuvo durante 117 d¨ªas hasta que la familia pag¨® supuestamente 500 millones. La polic¨ªa no ha localizado a¨²n el zulo (escondite) en el que estuvo retenido Iglesias, por lo que no descarta que ETA lo utilice de nuevo para tener cautivo a Aldaya.
El empresario fue presumiblemente interceptado por un comando cuando se dirig¨ªa a su chal¨¦ de la urbanizaci¨®n Jaizkibel, en Hondarribia (Guip¨²zcoa), en su coche, un Saab 900 granate. Aldaya hab¨ªa abandonado antes las oficinas de una de sus empresas, en el barrio Ugaldetxo, de Oiartzun, para reunirse con un amigo en la cafeter¨ªa del hotel Urdanibia.
El veh¨ªculo fue localizado a las 21.55 horas lunes en una pista forestal cercana a un desguace de veh¨ªculos en Jaizkibel, a pocos kil¨®metros de su domicilio, que se llama Haritza-Leku (El sitio del roble). El coche estaba cruzado en el camino y con las puertas abiertas, lo que imped¨ªa el acceso a los vecinos. Uno de ¨¦stos, al no poder pasar con su veh¨ªculo, avis¨® a la Ertzaintza.
Especialistas en huellas de la polic¨ªa vasca se dedicaron ayer a inspeccionar el veh¨ªculo, mientras otros compa?eros rastreaban con linternas y palos todo el camino en las faldas del monte Jaizkibel para localizar alguna pista.
El juez de la Audiencia Nacional Carlos Bueren se ha trasladado al Pa¨ªs Vasco para coordinar las investigaciones que llevar¨¢n conjuntamente la Ertzairitza y las fuerzas de seguridad del Estado. La viceministra de Interior, Margarita Robles, y el consejero vasco Juan Mar¨ªa Atutxa mantienen contacto permanente.
El secuestrado no llevaba escolta ni hab¨ªa tomado medidas especiales de seguridad. "Hac¨ªa una vida normal y yo nunca le o¨ª comentar nada relativo a un posible secuestro o que su nombre figura se en un papel de ETA", indic¨® una de sus sobrinas, que trabaja en la empresa Transportes Ugaldetxo. Pr¨¢cticamente, seg¨²n un empleado, hac¨ªa todos los d¨ªas lo mismo: "Ven¨ªa a trabajar alrededor de las 19 de la ma?ana y al mediod¨ªa se iba a casa a comer. Por la tarde regresaba y se quedaba hasta ¨²ltimas horas de la tarde. No es un hombre ostentoso ni amigo de lujos".
La organizaci¨®n empresarial vasca Confebask ha pedido que se recupere el distintivo del lazo azul creado con ocasi¨®n del secuestro de Julio Iglesias como "s¨ªmbolo de esperanza, de condena y de paz, para que nuestra voz sea siempre m¨¢s alta y m¨¢s firme que la de los violentos". "Nuestra recuperaci¨®n econ¨®mica, nuestra imagen exterior y, fundamentalmente, la vida y el esfuerzo de toda la sociedad vasca se ven, una vez m¨¢s en peligro por una banda de delincuentes", indica un comunicado de Confesbask.
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