La mejor memoria

Las casas de los poetas no tienen siempre buena suerte entre nosotros. La prodigiosa casa madrile?a de Lope de Vega ha es tado cerrada durante muchos a?os, aun que al final se logr¨® salvarla. Pero ahora mismo, la casa donde vivi¨® -Vicente Aleixandre est¨¢, parece ser, gravemente amenazada. Fue uno de los centros de la re sistencia cultural al franquismo: aguant¨® a Franco, pero a lo mejor no aguanta la especulaci¨®n. Por eso debemos felicitar nos de la inauguraci¨®n, ayer en Granada, de la casa-museo Federico Garc¨ªa Lorca, en la que fue su residencia granadina des de 1926 la Huerta de San Vicente.Cuando Lorca viv¨ªa en ella se pod¨ªa ver, "entre magn¨ªficas higueras y nogales corpulentos", "el panorama de sierras m¨¢s bello (por el aire) de Europa", seg¨²n sus palabras, y los jazmines del jard¨ªn y las damas de noche produc¨ªan entonces a sus habitantes en las noches de verano "un dolor l¨ªrico de cabeza", como proclamaba, orgulloso, el poeta.En aquella ¨¦poca, la Huerta estaba situada en pleno campo, junto a la Vega; hoy el crecimiento de Granada y algunas aberraciones urban¨ªsticas le han quitado al lugar el aire buc¨®lico que en aquellos a?os pose¨ªa. Pero la Huerta de San Vicente, que sobrevivi¨® al franquismo, ha sobrevivido tambi¨¦n, en la democracia a algunos errores y malentendidos, y ya es casa-museo, tras el acuerdo alcanzado entre la familia Lorca y el Ayuntamiento de la ciudad.Los herederos estar¨¢n muy vinculados a su gesti¨®n y eso es ya una garant¨ªa de que todo se ha hecho y ya a seguir haci¨¦ndose con lealtad a la memoria del poeta y a lo que fue y signific¨® su casa para ¨¦l. Una casa en la que se escribieron algunas obras maestras de la literatura universal. De la Huerta, a la que los sublevados de 1936 pusieron cerco r¨¢pidamente, porque sab¨ªan qui¨¦n viv¨ªa all¨ª, sali¨® el escritor un d¨ªa de agosto de aquel a?o catastr¨®fico para refugiarse -in¨²tilmente- cou los hermanos Rosales.Universalmente conocida, la Huerta de San Vicente est¨¢ destinada a ser un espacio ineludible de la cultura espa?ola, un ¨¢mbito de nuestra mejor memoria, un testimonio vivo a favor de la libertad creadora y contra las fuerzas oscuras de la intolerancia y el fanatismo.