Pek¨ªn agita el mar de China
Los pa¨ªses ribere?os se disputan las riquezas minerales de las islas Spratly
El archipi¨¦lago de las Spratly, un racimo de m¨¢s de un centenar de arrecifes, atolones e islotes en el sur del mar de China, viene sien do en los ¨²ltimos meses foco de conflicto, as¨ª como banco de prueba sobre los cauces de la pol¨ªtica exterior de Pek¨ªn para los pr¨®ximos a?os. La soberan¨ªa de todo el territorio es reivindicada por China, Taiwan y Vietnam, y parte.de ¨¦l tambi¨¦n por Filipinas, Malaisia y el sultanato de Brunei. El inter¨¦s de las Spratly, cuyo nombre viene de un cazador de ballenas brit¨¢nico del siglo pasado, radica en su potencial riqueza de petr¨®leo, gas y de especies marinas, y en su ubica ci¨®n estrat¨¦gica como pasillo exterior. Pek¨ªn se arroga el uso hist¨®rico del mar de China para reafirmar sus derechos sobre el archipi¨¦lago.La actitud del Gobierno chino ¨²ltimamente ha suscitado una fuerte inquietud entre los dem¨¢s contendientes. Al margen de China y Taiwan, todos los dem¨¢s son miembros de la Asociaci¨®n de Naciones del Sureste Asi¨¢tico (ASEAN), aunque Vietnam s¨®lo ingresar¨¢ en esta organizaci¨®n en julio. Filipinas ha sentido m¨¢s que ning¨²n otro la amenaza china ante la sospechosa aparici¨®n de construcciones y mojones dentro ya de la zona de exclusi¨®n econ¨®mica filipina. Pek¨ªn quiso restar importancia a su acci¨®n al indicar que no eran m¨¢s que refugios para proteger a sus barcos pesqueros.
Para los filipinos es un poco la lucha de David contra Goliat. Desde un punto de vista militar, con sus barcos de la II Guerra Mundial y sus vetustos aviones F-5, no tienen nada que hacer contra el gigante asi¨¢tico. Aun as¨ª se han permitido darle un zarpazo. Se lo propiciaron en los ¨²ltimos d¨ªas de marzo. Una flotilla de ocho barcos destruy¨® las construcciones y los mojones con ideogramas colocados por los chinos en dos islotes del arrecife de la Media Luna. Poco antes, buques de la Marina filipina apresaron a 62 pescadores chinos con sus cuatro barcos.
Las fricciones no se han limitado a chinos y filipinos. Vietnam ha acusado a Taiwan de disparar contra cargueros vietnamitas cuando pasaban cerca de la mayor de las islas. Anteriormente, los taiwaneses , decidieron enviar barcos patrulleros mientras la tensi¨®n entre Pek¨ªn. y Manila sub¨ªa de tono. A sui vez, Indonesia, pa¨ªs que no tiene ninguna reclamaci¨®n sobre las islas en conflicto, ha protesta, lo por v¨ªa diplom¨¢tica a Pek¨ªn por sus pretensiones sobre zona rica en gas pr¨®xima al archipi¨¦lago indonesio de Natuna no lejos de las Spratly.
Tanto la actitud de Pek¨ªn como los escarceos entre vietnamitas y taiwanes violan flagrantemente el esp¨ªritu de la Declaraci¨®n del Mar el Sur de China que los pa¨ªses de la ASEAN firmaron en 1992, por la que se instaba a resolver este conflicto de modo pac¨ªfico. Aun cuando no forma parte de la ASEAN, Pek¨ªn respald¨® tal declaraci¨®n. Y en realidad sigue diciendo en p¨²blico que no esconde ning¨²n af¨¢n expansionista. "Nuestra posici¨®n es evitar la controversia y conseguir administrar conjuntamente las islas", ha declarado el ministro chino de Asuntos Exteriores, Qian Qichen. Sin embargo, los chinos jam¨¢s han puesto en duda sus derechos sobre el territorio.
No a internacionalizarlo
Pek¨ªn no quiere, ni de lejos, internacionalizar el litigio llev¨¢ndolo a una instancia superior como la ONU, y es partidario de encontrar una f¨®rmula conciliatoria a trav¨¦s de negociaciones bilaterales. Algunas fuentes se?alan que China Taiwan podr¨ªan iniciar su acercamiento a trav¨¦s de un arrego sobre el codiciado territorio. Seg¨²n el semanario The Economist el Gobierno de Taipei ha insinuado la posibilidad de invitar a una delegaci¨®n oficial china para estudiar una eventual explotaci¨®n con junta de los recursos de petr¨®leo en aguas orienta es y meridionales del mar de China.
Desde un punto de vista diplom¨¢tico, los pa¨ªses ribere?os del mar de China tampoco pueden hacer nada, al menos si act¨²an en orden disperso. El presidente filipino, Fidel Ramos, ha formulado dos ideas. La primera, que ya cuenta con el respaldo de Vietnam, consiste en desmilitarizar las Spratly. La segunda pasa por colocar cada isla bajo la administraci¨®n -no la soberan¨ªa- del pa¨ªs m¨¢s cercano, desde un punto de vista geogr¨¢fico, que se comprometer¨ªa a otorgar facilidades a las peticiones de sus vecinos si son de ¨ªndole pac¨ªfica.
Ning¨²n pa¨ªs de la ASEAN puede parar militarmente a China. Vietnam tiene ya una amarga experiencia al respecto. En 1974, los chinos se apoderaron de las islas Paracel, reclamadas por los vietnamitas., y las semiocuparon durante bastante tiempo. En 1988, Pek¨ªn se hizo con el control de otras siete islas y hundi¨® tres barcos vietnamitas, causando 72 muertos. Y en 1991, conquist¨® otras ocho islas no sin antes hundir un nav¨ªo vietnamita y producir 70 muertos.
Algunos analistas hacen hincapi¨¦ en que las acciones chinas han ocurrido en momentos de dificultad para los dem¨¢s contendientes. Claramente lo fue para Vietnam en 1988, cuando las relaciones con Mosc¨² comenzaron a quebrarse, y m¨¢s evidente es ahora en el caso de Filipinas si se tiene en cuenta que los movimientos de Pek¨ªn se registran apenas dos a?os despu¨¦s de que Estados Unidos cerrara su base naval en la bah¨ªa de Subicen. Washington ha adoptado, por el momento, una actitud prudente respecto al contencioso, si bien conforme va enrareci¨¦ndose no oculta tambi¨¦n su inquietud. El Departamento de Estado hizo d¨ªas atr¨¢s un llamamiento a todos los pa¨ªses litigantes a redoblar los esfuerzos diplom¨¢ticos y evitar" incidentes que amenacen la libertad de navegaci¨®n en esas aguas.
?Qu¨¦ esconde Pek¨ªn detr¨¢s de estos movimientos? Algunos analistas opinan que se trata de gestos unilaterales de los militares en un momento delicado de crisis pol¨ªtica, en v¨ªsperas de la muerte de Deng Xiaoping, y otros lo consideran como un preludio del resurgimiento del nacionalismo en puertas de la devoluci¨®n de Hong Kong y la futura anexi¨®n de Taiw¨¢n.
China se halla en proceso de modernizaci¨®n de sus ej¨¦rcitos, en particular la Marina. Est¨¢ formando una fuerza militar de r¨¢pida respuesta. Ha adquirido cuatro submarinos di¨¦sel a Rusia y tiene pr¨¢cticamente cerrado un contrato de compra de otros seis m¨¢s. Adem¨¢s, Pek¨ªn negocia con Mosc¨² la adquisici¨®n de 72 aviones de combate Su-27, capaces de facilitar apoyo en operaciones navales de largo alcance.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.