Anguita proclama la igualdad de todas las autonom¨ªas y reivindica un Estado federal
Todas iguales. Las comunidades deben ser iguales en derechos y en deberes. Julio Anguita, coordinador general de Izquierda Unida, reivindic¨® ayer en Santander un Estado federal.Y anunci¨® que exigir¨¢ un referendum popular en 1996, a?o en el que debe revisarse el Tratado de Maastricht. Anguita volvi¨® a explicar su idea de la econom¨ªa, atac¨® a los medios de comunicaci¨®n y no quiso entrar en la pol¨¦mica en torno a los proyectos fiscales del PP.Anguita aguanta muy mal el calor. Ayer se paseaba serio y nervioso por el peque?o recinto que delante del escenario se reserva a oradores y periodistas.
Ma?ana de domingo y sol. Casi huele a mar. Algo m¨¢s de mil personas arregladas como para ir a misa se han juntado en la plaza de Juan Carlos I, antes del Reenganche, en Santander, la ¨²nica regi¨®n donde IU tiene claro con quien no pactar¨¢ tras el 28-M: con Juan Hormaechea.
Anguita asegur¨® que dejaba en aquel momento sus carn¨¦s del PCE y de Izquierda Unida para "hablar, como si estuviera tomando un caf¨¦, con todos esos que me dicen que est¨¢n de acuerdo conmigo pero no me votar¨¢n. Hablar¨¦ con tranquilidad y sin exaltarme".
Como en anteriores ocasiones, imparti¨® un curso acelerado de econom¨ªa aplicada. Bien es verdad que su prop¨®sito did¨¢ctico le hace perder rigor. Expone su doctrina con un lenguaje m¨¢s sencillo que el mecanismo de un botijo y lo mismo defiende la producci¨®n estrictamente nacional, como la solidaridad econ¨®mica o la competitividad con el extranjero.
As¨ª que, a veces, resulta dif¨ªcil compatibilizar esa defensa del pleno empleo con los ataques a las redes de comercionalizaci¨®n que hacen subir los precios de los tomates. Dif¨ªcil compatibilizar la llamada a la modernidad y a la calidad con la evocaci¨®n de una econom¨ªa direcia, simple y planificada.
Pero en fin. Anguita lanza mensajes muy directos. Habla de esos hijos que "se casan y tienen que quedarse con pap¨¢ y rnam¨¢". La gente asiente y dice que es verdad, claro. Y menciona a los abuelos a los que se mantiene en casa m¨¢s por su pensi¨®n que por cari?o.Anguita habla de empleo precario, de la barbaridad de la prejubilaci¨®n a los 50 a?os, de cierres de empresas y de privatizaciones y describe magistralmente escenas familiares en las que cada uno ve refleiada parte de su historia. ?se es el gran m¨¦rito de Anguita: su capacidad para llegar a las personas c¨®mo un golpe directo en el est¨®mago.
Y habla de otros l¨ªderes con respeto. "Yo no insulto a nadie". Y de los medios de comunicaci¨®n, a los que imputa la responsabilidad de influir excesivamente en la gente, de embrutecerla, de crear confusi¨®n.
Ayer, Anguita cont¨® con el apoyo de Isabel Villalonga, que acudi¨® presurosa a Santander a la llamada de su l¨ªder. Isabel, p¨¢lida y elegante, explic¨® que el debate sobre la presencia de mujeres en las listas de IU tuvo su momento y su lugar. Pasado ¨¦ste, la lealtad obliga.
La verdad es que el apoyo, en imagen al menos, dur¨® lo mismo que la conferencia de prensa. Luego, en el mitin, Villalonga no estuvo en la zona reservada a los dirigentes. Se la vio, fugazmente, entre el p¨²blico, muy seria y muy sola.
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