Sarajevo vuelve a vivir en clandestinidad
Los habitantes de la ciudad sienten que la paz es una quimera tras cuatro meses de tregua
El due?o del caf¨¦ Viena se queja amargamente de la marcha del negocio. La joven clientela que abarrotaba el mes pasado la terraza de su c¨¦ntrico local ha desertado casi en masa. Lo mismo que a Selen Muftic les ocurre en Sarajevo a todos los propietarios de chiringuitos con mesas en el exterior. La raz¨®n no es la climatolog¨ªa, ya tibiamente primaveral, sino la prohibici¨®n. gubernamental de que los habitantes de la capital bosnia se concentren en espacios abiertos. El efecto de ¨¦sta y otras medidas encaminadas a proteger a los vecinos de Sarajevo es que la ciudad regresa a la vida semiclandestina de los comienzos de la guerra, tres a?os atr¨¢s y diez mil muertos menos. Ca?ones, morteros y francotiradores no respetan el domingo.No hay ya mercados al aire libre, salvo uno de la periferia cobijado bajo un gran puente. El de la parte vieja, hasta el mes pasado en una plaza vecina a la catedral, se ha instalado en un largo pasadizo cubierto que enlaza dos calles, al que acud¨ªan ayer en fila india los vecinos de Sarajevo para comprar a precios astron¨®micos las cuatro latas y verduras disponibles. Las terrazas no es lo ¨²nico vac¨ªo, tambi¨¦n comienzan a estarlo los est¨®magos. La oficina de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) tiene sus almacenes bajo m¨ªnimos A consecuencia de la m¨¢s prolongada interrupci¨®n -dura ya m¨¢s de un mes- del puente a¨¦reo humanitario desde el comienzo de la guerra.
Los ultranacionalistas serbios forzaron el pasado 9 de abril ef cierre del aeropuerto, bajo control de la ONU, y s¨®lo autorizan el movimiento de personal militar de Naciones Unidas. Las exigencias de los sitiadores para permitir la reanudaci¨®n de los vuelos humanitarios hacen muy improbable, seg¨²n el portavoz de ACNUR, una pr¨®xima reapertura.
Luchar contra el hambre
Una de las consecuencias inmediatas de esta pol¨ªtica de hambre es que los vecinos de Sarajevo se han lanzado a cultivar todo pedazo de tierra disponible. En calles, plazas y Setos de avenidas se levanta el poco c¨¦sped que queda y se prepara el terreno para sembrar cualquier cosa comestible. Hombres y mujeres encorvados sobre el azad¨®n es la estampa del d¨ªa.
Todo ha cambiado desde primeros de mayo, cuando venci¨® una tregua de cuatro meses con los sitiadores serbios que mantuvo a la capital a salvo de las matanzas colectivas. Las muertes lo fueron por goteo durante ese per¨ªodo de calma relativa: una, a veces ninguna, dos personas al d¨ªa cuando m¨¢s a manos de francotiradores; una cuota que permite diezmar lentamente la poblaci¨®n, mantener el grado de terror necesario y que, por habitual, pasa desapercibida en el exterior. La racha se interrumpi¨® el domingo pasado, cuando una sola granada de mortero serbio seg¨® once vidas en el suburbio musulm¨¢n de Butmir y el mando de la ONU para la antigua Yugoslavia rechaz¨® una vez m¨¢s la petici¨®n de Sarajevo para que interviniera la aviaci¨®n de la OTAN.
No es f¨¢cil entender desde fuera hasta qu¨¦ punto la poblaci¨®n de la capital bosnia est¨¢ a merced de la artiller¨ªa enemiga. Desde las colinas que la rodean y ante los prism¨¢ticos y visores de los tiradores serbios desfilan las.calles, las plazas, las ?das y venidas de la gente, sus lugares de reuni¨®n, la vida entera de Sarajevo. El comandante en jefe serbobosnio, Ratko MIadic, se jacta de que pueder golpear virtualmente cualquier metro cuadrado de la ciudad desde tres puntos diferentes. La semana pasada una granada de mortero impact¨® contra la casa del primer ministro Haris Silajdzic, en el barrio viejo.
En, el norte de Bosnia-Herzegovina los combates se intensificaron en la zona de Orasje, donde los observadores de la ONU contabilizaron 2.000 impactos de proyectiles de artiller¨ªa, informa Reuter. Las fuerzas serbias se enfrentan a las tropas croatas para defender el estrat¨¦gico corredor de Brcko, de vital importancia para el transporte de suministros procedentes de Serbia para los ser-bios de Bosnia y para la conexi¨®n de los enclaves secesionis¨ªtas de Bosnia y de Croacia.
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