La Universidad y el futuro
En los pr¨®ximos a?os, el sistema p¨²blico universitario se ver¨¢ sometido a una dura prueba. Vienen tiempos en los que habr¨¢ que buscar un nuevo m¨¦todo de financiaci¨®n de las universidades e introducir Profundos cambios en el funcionamiento y en las misiones encomendadas a los distintos ¨®rganos de poder. Tambi¨¦n habr¨¢ que romper la tendencia endog¨¢mica en la selecci¨®n del profesorado y redefinir los objetivos de la investigaci¨®n.Analicemos ahora los puntos mencionados. Uno de los m¨¢s importantes en la financiaci¨®n universitaria, es el de la colaboraci¨®n con la empresa privada. Y la investigaci¨®n es el mejor punto de encuentro entre los dos mundos. Desde la Universidad hay que reconocer que en investigaci¨®n no todo es v¨¢lido, y que adem¨¢s ¨¦sta puede tener objetivos diferentes y distinto grado de financiaci¨®n. La investigaci¨®n universitaria cuyos objetivos est¨¦n en estrecha relaci¨®n con intereses tecnol¨®gicos e industriales deber¨ªa ser financiada por las empresas y la Administraci¨®n P¨²blica. Los objetivos en este tipo de investigaci¨®n deben ir encaminados tanto a la mejora de procesos tecnol¨®gicos como a la consecuci¨®n de patentes. Respecto a la investigaci¨®n que tenga como objetivo primordial dilatar el saber, deber¨ªa ser financiada con fondos p¨²blicos y siempre en funci¨®n del grado de innovaci¨®n que pretenda conseguir.
La calidad de la investigaci¨®n viene determinada tanto por el grado de financiaci¨®n como por la formaci¨®n y criterio cient¨ªfico de las, personas que la. desarrollan. De aqu¨ª que los m¨¦todos, los criterios y la forma seg¨²n los cuales se efect¨²a la selecci¨®n de personal sean de vital importancia. Muchas veces parece que tanto la sociedad como la Universidad olviden que el mejor criterio a seguir en el momento de hacer una selecci¨®n de personal es el de valorar fundamentalmente su formaci¨®n y capacidad.
Mientras que en el mundo de la empresa privada se han introducido m¨¦todos muy elaborados de selecci¨®n, en la Universidad no se ha incorporado ning¨²n elemento nuevo de an¨¢lisis. El m¨¦todo es tan vulnerable y asimilado a intereses particulares, que cualquiera sabe lo que hay que ha cer para obtener un puesto. Incluso se puede decir que. el m¨¦todo existente tiene m¨¢s en cuenta la situaci¨®n personal de algunos candidatos que a la propia instituci¨®n. Mientras en la sociedad se debate la aceptaci¨®n de cambios es tructurales d¨¦ hondo calado, la Universidad no deber¨ªa en cerrarse en s¨ª misma. Hay que introducir aire fresco y de batir con urgencia nuevas propuestas de funcionamiento qu¨¦ afecten al ejercicio del poder y de la responsabilidad.
La formaci¨®n global de los estudiantes deber¨ªa ser, en definitiva, el objetivo primordial de cualquier facultad. Con este fin habr¨ªa que fomentar m¨¢s el desarrollo positivo de sus capacidades y el razonamiento cr¨ªtico frente a la simple e indiscriminada acumulaci¨®n de conocimientos. Las universidades deben competir con la empresa privada en captar a los m¨¢s brillantes. Un flujo constante en los grupos de investigaci¨®n de j¨®venes licenciados, llenos de curiosidad y ansias de trabajo, es garant¨ªa suficiente de la continuidad y mejora de la actividad investigadora.
En resumen, las propuestas de futuro deber¨ªan tener en cuenta ante todo que el trabajo universitario debe estar incardinado en la vida real del pa¨ªs que la crea y la sustenta, lo que en estos momentos significa la implantaci¨®n de una nueva sinergia entre la Universidad, la Administraci¨®n P¨²blica y la empresa privada.
es catedr¨¢tico de F¨ªsica de la Universidad de Barcelona.
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