La eterna guapa de Espa?a

Me enter¨¦ ayer en Granada de la muerte de Lola Flores. Sal¨ª de Madrid de madrugada. Esta ma?ana me despert¨® mi mujer con la noticia. Ella se hab¨ªa criado con Lola. Mi suegro, Montoyita, trabaj¨® durante mucho tiempo con ella como guitarrista. En la familia de mi mujer la adoraban. Era guap¨ªsima, con una belleza tanto f¨ªsica como personal. Un talento.Yo la v¨ª de ni?o en las pel¨ªculas, como todo el mundo. La conoc¨ª personalmente m¨¢s tarde, ya dentro del mundo de los profesionales, y coincid¨ª con ella en algunos festivales. Siempre ha sido una persona querid¨ªsima por los compa?eros. Me enter¨¦ muy temprano que ten¨ªa c¨¢ncer, pero jam¨¢s le not¨¦ la enfermedad. Era la eterna guapa de Espa?a. Ten¨ªa una energ¨ªa y vitalidad que es dif¨ªcil imaginar. Te olvidabas de que estaba enferma. Era una mujer fort¨ªsima.

Su estampa y personalidad eran la mejor tarjeta de presentaci¨®n de un artista flamenco. Ella ha hecho de todo: baile, cante... Era un caso muy especial: no recordaba a nadie porque era diferente a todos. Era muy personal. Muy singular. Salen muchas tonadilleras que quieren seguir sus pasos. Sus propios hijos tienen cosas de la madre pero, como ella, no habr¨¢ otra.

De Lola Flores quedar¨¢ en el flamenco lo que siempre dejan los grandes artistas y estrellas: una estela de amor y arte. Lo contrario de lo que dejan las personas que hacen las guerras, los negocios y se dedican al metal. Ella, por el contrario, siempre quiso dar todo a los dem¨¢s.