La secta La Verdad Suprema confiesa haber ensayado la eficacia del gas letal en otra ciudad japonesa en 1994
Dirigentes de la secta La Verdad Suprema han confesado que las intoxicaciones mortales ocurridas el a?o pasado en otra ciudad japonesa se debieron al gas sar¨ªn y sirvieron para probar la eficacia del gas producido por sus expertos.Un d¨ªa despu¨¦s de la detenci¨®n de Shoko Asahara, fundador de la secta que parece haber ideado el atentado con gas letal en el metro de Tokio el pasado marzo, en el que murieron 12 personas, la polic¨ªa comenz¨® a reunir pruebas de su culpabilidad en los envenenamientos de la ciudad de Matsumoto, en el centro de Jap¨®n, con el mismo gas.
Masami Tsuchiya, el experto qu¨ªmico que reconoci¨® haber producido el gas letal en un laboratorio secreto de la secta, confes¨® en los interrogatorios que el sar¨ªn se us¨® en esa ciudad el 27 de Junio del a?o pasado, lo que caus¨® la muerte por asfixia a siete personas e intoxicaciones a otras 600.
Fuentes de la investigaci¨®n confirmaron que Tsuchiya entreg¨® el gas a Hideo Murai, el ministro de Ciencia y Tecnolog¨ªa de esta secta organizada como un peque?o Estado, que fue asesinado por un ultraderechista hace unas semanas a las puertas de la sede de la secta religiosa en Tokio. Hideo Murai, seg¨²n Tsuchiya, le dijo que lo "utilizar¨ªa", aunque no especific¨® cu¨¢ndo ni d¨®nde.
?stas son las primeras pruebas que comprometen a un dirigente de La Verdad Suprema obtenidas por la polic¨ªa y que relacionan directamente a la secta, que preconiza el fin del mundo para 1997, con aquellos envenenamientos, cuyos autores est¨¢n a¨²n por descubrir.
La mayor¨ªa de los muertos por inhalaci¨®n de gas sar¨ªn en la ciudad de Matsumoto habitaban en una residencia en la que viv¨ªan dos jueces que tramitaban denuncias contra La Verdad Suprema.
Tsuchiya se ha convertido en pieza clave de las investigaciones policiales acerca de las actividades de la apocal¨ªptica secta religiosa, cuyos l¨ªderes est¨¢n acusados de homicidio e intento de asesinato por el ataque en el metro de Tokio, a la que tambi¨¦n se atribuyen secuestros, fabricaci¨®n de armas y suministro de drogas. El paso siguiente de las autoridades, seg¨²n fuentes pr¨®ximas a la investigaci¨®n, es establecer si este atentado fue igualmente instigado y ordenado por Asahara.
Asahara niega
El guru de La Verdad Suprema ha negado todas las acusaciones en los primeros interrogatorios a los que fue sometido en la sede de la polic¨ªa metropolitana de Tokio, adonde fue conducido el martes desde su cuartel general, en las faldas del monte Fuji.
La polic¨ªa tampoco ha logrado obtener de ¨¦l ning¨²n dato nuevo que despeje la multitud de inc¨®gnitas que rodean a la. secta y al gas sar¨ªn y que han hecho vivir a los japoneses la sensaci¨®n desconocida de la inseguridad ciudadana.
Asahara se ha acogido al derecho a no declarar, no sin haber reprochado a la polic¨ªa el atrevimiento de acusarle de ser el cerebro del ataque en el metro, pues, seg¨²n dijo, su ceguera se lo impide, ya que sufre un glaucoma que le impide la visi¨®n en uno de sus ojos.
Mientras tanto, la polic¨ªa cree que el notario Kiyoshi Kariya, secuestrado por el escuadr¨®n clandestino de la organizaci¨®n el pasado febrero, muri¨® antes de que intentara asesinarlo con una inyecci¨®n letal el m¨¦dico lkuo Hayashi, dirigente que particip¨® en el lanzamiento de gas en el metro, seg¨²n confes¨® a las autoridades.
El ¨²ltimo descubrimiento policial se hizo ayer, al hallarse una imprenta en la que la secta falsificaba carnes de conducir y escond¨ªa productos qu¨ªmicos necesarios para producir explosivos.
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