Colgados de Cuenca
Ayer era el d¨ªa de Castilla-La Mancha en la feria electoral. Por la ma?ana, el candidato a la presidencia de la Junta, Jos¨¦ Manuel Molina, asist¨ªa a una demostraci¨®n agr¨ªcola? a campo abierto en una heredad del duque de Ari¨®n, Joaqu¨ªn Fern¨¢ndez de C¨®rdoba, junto a Malpica de Tajo, a 15 kil¨®metros de Talavera de la Reina, con inversores del Reino Unido por enmedio. Se trata, en definitiva, de mejorar los cultivos de trigo, mel¨®n, tomate y guisante. M¨¢s tarde, a la hora del t¨¦ con migas, a las cinco, Molina, abandonado a sus fuerzas desde el comienzo de la campa?a, se multiplicaba asistiendo a la inauguraci¨®n de ASAJA, la sede de los j¨®venes agricultores, en el encanto de Cuenca.Despu¨¦s, a las seis, en el Torremangana, el candidato a desbancar a Bono ensayaba alg¨²n contacto con los trabajadores de la informaci¨®n de la caravana reforzados por los representantes del periodismo local, donde reina sin discusi¨®n Santiago Mateo, de El D¨ªa de Cuenca. Y, enseguida, a esperar la llegada de Aznar, minutada para hacer el pase¨ªllo puntual a las ocho en la plaza de toros. Para el comit¨¦ local del PP llenar el aforo del coso, de casi 8.500 personas, era a todas luces un compromiso excesivo en una poblaci¨®n de tan s¨®lo 43.000 habitantes.
El horario de Aznar ven¨ªa adem¨¢s tan justo que fue imposible pasearle dando vista a las hoces del J¨²car y el Hu¨¦car, recorrer el museo de arte abstracto que fundaran Femando Z¨®bel, Gerardo Rueda y Gustavo Torner, ni escuchar el ta?ir de las campanas catedralicias, sincronizadas por el incombustible prelado de la di¨®cesis. Porque ah¨ª sigue monse?or Guerra Campos, un pastor culto y temperamental. que, rebasada la edad de retiro, sigue sentado en su sede por voluntad del papa Wojtyla felizmente reinante.
Tampoco pudo el l¨ªder del PP, ni eran horas apropiadas, degustar el morteruelo, "ese pat¨¦ rotundo y ultracal¨®rico hecho con liebre, perdiz, h¨ªgado, migas y especias, todo bien desmenuzado y calentito", que sirven el La Ponderosa, la mejor taberna de Espa?a. Enseguida iba a empezar la lidia y en los carteles completaba la tema el candidato a la alcald¨ªa de
Cuenca, Manuel Ferreros, que abri¨® la sesi¨®n y calde¨® el ambiente de los tendidos. Advirtamos que no es un p¨²blico f¨¢cil, sino maleado y exigente, que rechaza el fraude y sabe medirse, con la austeridad.
En estas circunstancias de lugar y tiempo, Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar prefiri¨® no emplearse a fondo y ahorrar energ¨ªas para saltar ma?ana al archipi¨¦lago canario, nuestra geograf¨ªa m¨¢s distante. El l¨ªder del PP sab¨ªa que la batalla contra el presidente Bono es dura y que las tierras de Castilla-La Mancha est¨¢n desarticuladas. Como alguien se?alaba, m¨¢s que sumar una regi¨®n, sus provincias -Toledo, Ciudad Real, Cuenca, Guadalajara y Albacete- conforman la periferia de otras regiones lim¨ªtrofes. Por eso, est¨¢n amenazadas de recibir el descargo de todo lo indeseable de los alrededores.
Falta un campo gravitatorio informativo propio de Castilla-La Mancha. Por eso, sin medio de comunicaci¨®n alguno que alcance en todos y cada uno de los territorios bajo su demarcaci¨®n un ?ndice de Audiencia Eficaz (IAE); es imposible que la regi¨®n se comporte como una verdadera comunidad pol¨ªtica. Bono ofrece interponer su cuerpo ante las excavadoras del Cabriel porque el periodismo castellano-manchego es incapaz de detenerlas. Aznar lo sabe, pero necesita llegar a Valencia -?Remember Vinaroz!- y para unirla con Madrid debe izar antes la bandera popular en Castilla-La Mancha.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.