Lavado de cara
PSOE y PP exhiben nuevos candidatos para luchar contra Hormaechea en una regi¨®n azotada por el caos
"Juan Hormaechea es un fen¨®meno que hemos creado entre todos los partidos, le hemos dado la trascendencia que no ten¨ªa". Las palabras de Julio Neira, sorprendente candidato socialista a la presidencia de la comunidad, expresan con fidelidad el pulso de Cantabria. Una regi¨®n que languidece, enredada en una atosigante anemia institucional, mientras su epicentro pol¨ªtico gira en torno al actual presidente en funciones. La sombra de Juan Hormaechea, candidato al Gobierno regional y al Ayuntamiento de Santander por la Uni¨®n para el Progreso de Cantabria (Upca), irrita al PSOE y aterra al PP; solapa programas y amenaza con perpetuar las tinieblas que asfixian a Cantabria. El fen¨®meno Hormaechea ha dejado un rastro pat¨¦tico: un presidente en funciones desde hace siete meses tras ser condenado por prevaricaci¨®n; medio Gobierno regional dimitido; una deuda que supera los 40.000 millones; y, seg¨²n la Encuesta de Poblaci¨®n Activa (EPA) del primer trimestre de este a?o, 44.100 parados, un 8,23% m¨¢s que el a?o anterior.Los acontecimientos obligan a trastocar el escaparate. Julio Neira encabeza las listas del PSOE, en sustituci¨®n de Jaime Blanco, secretario general del partido en Cantabria y asiduo en los ¨²ltimos envites electorales. Jos¨¦ Joaqu¨ªn Mart¨ªnez Sieso asoma en el PP tras secundar a Isabel Tocino en las generales de 1989. Ambas formaciones acent¨²an la necesidad de recuperar las instituciones y el cr¨¦dito regional. Pero el laber¨ªntico mapa pol¨ªtico de Cantabria obligar¨¢ a pactar. Inevitable por la dispersi¨®n de siglas -PSOE, PP, Upca, IU y el Partido Regionalista de Cantabria (PRC)-.
La palabra pacto escuece en la izquierda y la derecha. Estrechar lazos puede suponer abrazar a Hormaechea. Neira elude la, posibilidad: "Es un error grav¨ªsimo hablar de pactos, siempre que sale el tema el referente es Upca, con lo cual se le hace la campa?a a Hormaechea. En 1991 el PP nos acus¨® de pactar con ¨¦l y acab¨® barriendo".
El candidato popular devuelve la pelota al PSOE. Asegura que socialistas y hormache¨ªstas van de la mano -"desde Upca nunca se dentifica al PSOE con la corrupci¨®n"-. En su campa?a apenas hay referencias al presidente en funciones. Hormaechea es innombrable. Hay demasiadas heridas abiertas. Tambi¨¦n las hab¨ªa en 1991, cuando el PP rompi¨® sus promesas y sell¨® un acuerdo con Upca. Esta vez, Mart¨ªnez Sieso no quiere dejar cabos sueltos: "Aznar y ?lvarez Cascos han dejado muy claro que es imposible y un documento firmado en el ¨²ltimo congreso regional lo impide tajantemente".
Y mientras, Hormaechea dispara con su verbo encendido en todas las direcciones. Contra la derecha: "Mart¨ªnez Sieso estuvo enchufado en la Diputaci¨®n, cobr¨® 16 millones y nunca le vi". No importa, estar¨ªa dispuesto a entenderse con los populares "si respetan las fincas de la regi¨®n", porque al fin y al cabo "nuestra ideolog¨ªa natural es el PP".
Tambi¨¦n arremete contra la izquierda. "Neira es sectario, totalitario y prepotente, al igual que su partido". No importa: "Ya no estamos en una cruzada antisocialista". Neira, un amante de la generaci¨®n del 27, es un pol¨ªtico debutante. Milita en el PSOE desde 1993. Vivi¨® en Marruecos entre 1978 y 1983. Al regresar a Espa?a no quiso apuntarse "a un caballo ganador". "Hice expl¨ªcita mi adscripci¨®n al ideario del PSOE cuando ten¨ªa problemas". Cree prioritario que el Gobiemo regional "se convierta en la locomotora econ¨®mica de una regi¨®n que no crea una empresa con m¨¢s, de 100 empleos desde l975".
Mart¨ªnez Sieso tiene aire conciliador. Su cruzada principal consiste en recuperar el voto fugado a Upca. Para ello pide insistente "reflexi¨®n" y dice referirse siempre a Hormaechea con "mucho respeto". "Necesitamos los votos de quienes confiaron en ¨¦l", matiza.
No es f¨¢cil adivinar las siglas de Upca en los miles de carteles que inundan Cantabria. La cara de Hormaechea oculta al partido. ?PSOE o PP? "El PP tiene terror a los regionalismos, ( ... ) pero siempre estar¨¦ al lado de la burgues¨ªa educada". Es un afrancesado declarado. Presume con tenacidad de que su programa es id¨¦ntico al de Jacques Chirac -"?ojo!, no le he copiado, s¨®lo le conozco de verle por los pasillos del Ayuntamiento de Par¨ªs"- Y ante las criticas a sus obras fara¨®nicas responde: "Mitterrand se ha ido dejando el Louvre y varias obras grandiosas". ?l quiere seguir.
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